La expedición liderada por el ochomilista Osamu Tanabe, que intentaba la primera ascensión invernal al Lhotse, ascendiendo además por su mÃtica cara sur, se ha visto obligada a retirarse a causa de fortÃsimos vientos a 7.700 metros de altitud.
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Aproximación al Lhotse, desde la vertiente suroeste. |
Un grupo de siete alpinistas trató de completar la primera ascensión invernal al Lhotse (8.526 m.), el ochomil vecino del Everest, durante el mes de diciembre. Pertenecientes a la sección de Tokai del Club Alpino Japoné, pretendÃan aprovechar la relativa estabilidad atmostférica delos primeros dÃas de diciembre para intentar escalar la cara sur, una formidable pared de hielo y mixto, de casi 3.500 metros de longitud. El mayor problema al que se enfrentaban era que se levantase viento, que pos aquellas latitudes puede alcanzar los 100 km. por hora. Aunque consiguieron avanzar hasta la cota siete mil, sus temores se hicieron realidad, y un temporal de viento les ha obligado a retirarse cuando habÃan llegado a los 7.700 metros.
Parece que la sur del Lhotse no se lleva bien con los alpinistas japoneses, que fueron los primeros en intentarla. Sin embargo, lo cierto es que la sur del Lhotse se lleva mal con todo el mundo. Tras los japoneses, la enorme pared de 3.500 metros rechazó a una expedición con lo mejor del alpinismo italiano del momento: Ricardo Cassin era el LÃder. Y uno de los componentes era Reinhold Messner.
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La temible pared Sur. |
. Pese a estos intentos italiano y ajapones, son los polacos los más insistentes a la hora de intentar el más difÃcil todavÃa. Jerzi Kukuzczka, tras haber ascendido por el Espolón Noroeste (Que comparte con el Everest hasta el Collado sur y esta considerado la ruta normal), vuelve para intentar a toda costa la cara sur. Emprende la escalada en solitario, con la pared en malas condiciones, y tratando de abrir una vÃa que le lleva a un callejón sin salida. No volverá de la montaña; en una caÃda la cuerda que le sujeta se rompe. Mientras se suceden algunas ascensiones por la normal, y contados intentos a la sur, Tomo Cessen sorprende al mundo del alpinismo en 1990 otorgándose la primer ascenso en solitario. Sin embargo, la ascensión fue polémica desde el primer momento y hoy dÃa se considera dudosa: las fotos de cumbre, al parecer, no están hechas por Cessen.
Las actividades alpinÃsticas de paÃses asiáticos no tienen demasiada repercusión en medios europeos y norteamericanos, por lo que a veces pasan desapercibidas expediciones de tanta calidad como la de la Sur del Lhotse. También es cierto que frecuentemente los japoneses optan por grandes expediciones pesadas, que chocan con la creciente tendencia del alpinismo moderno hacia las escaladas ligeras en estilo alpino. Sin embargo, no hay que olvidar que Japón es un paÃs con gran tradición alpinÃstica, que puede atribuirse gestas como la conquista del Manaslu (8.163 m.), llevada a cabo en 1956 por Toshio Imanishi y el sherpa Gyaltsen Norbu. Asimismo, fue un japonés, Juko Maki, formando parte de un grupo internacional, el primero en recorrer la arista Mitellegi hasta la cumbre del Eiger, el gigante del Oberland Bernés, en 1921. |