Edurne Pasabán triunfa en el Makalu |
A la misma hora que Alberto Iñurrategi coronaba su último ochomil, cuatro componentes de la expedición internacional hollaban asÃmismo la cima del Makalu. Se trataba de Carlos Pauner, Edurne Pasabán, Mario Merelli y Silvio Mondinelli. HabÃan salido del Campo III, ubicado a 7.800 m., a las tres de la mañana, y fueron los primeros en pisar al cumbre, de todas las expediciones que ese dÃa lanzaron el asalto a la cima.
La noticia, sin embargo, no se conoció hasta la tarde-noche de ayer. Es más, se sabÃa que un grupo suizo habÃa llegado a la cima del Makalu, pero se suponÃa que el grupo de Carlos, Edurne y los Italianos irÃa por detrás de ellos. La razón del retraso en la información es muy simple: no llevaban consigo un teléfono satélite ni habÃa nadie conectado a ellos por radio en el Campo base. En los últimos tiempos, en los que priman las grandes expediciones y donde las telecomunicaciones son fundamentales, llegamos a dar por supuesto que todos los equipos expedicionarios tienen personal y medios para conectar en todo momento con el resto del mundo., Y olvidamos que, hasta ahora, lo normal es que un pequeño grupo intente ascender un ocho mil y que , luego, a la bajada, lo cuente.
Carlos Pauner, en el Makalu |
Casi cien cumbres en ochomiles.
En cualquier caso son grandes noticias que culminan una semana encabezada por la palabra cumbre. No sólo han sido afortunados los del Makalu y el Annapurna. Además, han llegado noticias de la llegada a la cima de un grupo de estadounidenses en el Manaslu y de seis miembros de la expedición de San Petersburgo al Lhotse. Sin embargo, las estadÃsticas de cumbre llegan a su punto crÃtico si hablamos del Everest. Ayer, jueves, nada menos que 54 personas hollaban la cumbre del techo del mundo (es de esperar que no llegaran todas al mismo tiempo). No hay noticias de que ninguno de ellos fuese sin oxÃgeno. La información sobre la montaña ha provenido esta primavera de los informes diarios de las expediciones comerciales, cuyos clientes hacen uso de oxÃgeno artificial y llevan sherpas de Altura (por cierto, los sherpas constituyen más de la mitad de esos 54 expedicionarios en cumbre). Esto no quiere decir que no hubiera nadie que ascienda de manera autónoma y sin oxÃgeno; es posible que no lleven equipo de comunicaciones o que no quieran dar publicidad a su actividad (no es normal, pero tampoco es imposible). En cualquier caso, lo cierto es que las expediciones guiadas –algunas apoyadas o apoyando diversas causas humanitarias- han contado con un despliegue sin precedentes en el campo de las telecomunicaciones vÃa satélite que ha provocado una saturación de información, similar a la saturación de alpinistas en la escasa cumbre del Chomolongma (para más información sobre las expediciones al Everest, consultar www.mounteverest.net)
CRÓNICA DE CUMBRE DE CARLOS PAUNER "El dia 14 fuimos del Campo Base hasta el campo 2 a 7.400. dia muy duro por el gran desnivel y el tiempo incierto. Al dia siguiente, con mas calma, fuimos hasta el lugar donde pusimos el campo 3, a 7.700. Salimos a la madrugada siguiente, a las 2 de la mañana, para llegar a la cima a las 10.00. Es un trayecto muy largo y penoso y tuvimos la suerte de que el tiempo acompaño bastante. Yo,personalmente, nunca habia luchado tanto en una montaña. Partimos de la cima a las 11.15, llegando al campo base de un tirón hacia las 10.00 de la noche, recogiendo todo el material desperdigado por la montaña. Fue un esfuerzo intenso y llegué totalmente agotado al campo base, con una gran carga. Hoy hemos desmontado todo. Hoy bajamos al otro Campo Base y mañana volamos en helicoptero a Kathmandu. Parece un sueño, todo tan rápido". Carlos Pauner. |