Ya todos pueden respirar tranquilos: Alberto Iñurrategi y Jean Christophe Lafaille están de vuelta, sanos y salvos, aunque muy cansados, en el Campo base del Annapurna, un lugar donde ahora reina la alegrÃa y la celebración.
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Algunos miembros de la expedición salieron del CB para ayudar a Iñurrategi y Lafaille a bajar el material de los campos de altura |
El sábado, 18 de mayo, al fin, todos los expedicionarios que se encontraban en el Campo base del Annapurna pudieron respirar tranquilos. Alberto Iñurrategi y Jean Christophe Lafaille regresaban sanos y salvos, aunque muy cansados, al Campo base. Atrás quedaban ocho dÃas de ascensión técnica y expuesta a la máxima altitud (el doble del tiempo necesario para completar un ataque a cumbre en el Everest). Y, sobre todo, atrás quedaba el peligroso descenso, extenuados y con tramos expuestos y muy difÃciles, sin equipar.
La jornada en que ambos alpinistas hollaron la Cumbre del Annapurna por su difÃcil arista Este, iniciaron el penoso descenso por el mismo camino, algo que nadie habÃa intentado antes (Los aperturistas Loretan y Hoos tuvieron que escapar por la cara norte desde la cumbre). Consiguieron llegar a la cota 7.200, donde montaron un pequeño vivac, pero no consiguieron alcanzar el depósito de gas y comida que habÃan dejado durante el ascenso, y tuvieron que pasar una noche sin dormir, sin comer y, casi, sin hidratarse. A la mañana siguiente, además, les esperaba el peligroso descenso de la Roc Noire, que ya les habÃa impresionado durante a subida.Sin embargo, las fuerzas que les dio el depósito, al que al fin llegaron, y su indudable experiencia, les ayudó a dejar atrás la pared con menos dificultades de las que preveÃan. AsÃ, pudieron dormir ya en el Campo III, con saco, tienda y comida, y con la tranquilidad de saber que, desde ese punto, las cuerdas fijas asegurarÃan su descenso. Además, Jon Lazcano y otros expedicionarios salieron del campo Base para encontrarse con los de cumbre por el camino, y ayudarles a desmontar campos y portear equipo.![]() | |
Alberto ya podrá relajarse, después de tanto esfuerzo |
La llegada al Campo base se produjo, exactamente a las 4:30 de la tarde del dÃa 18. Una ducha, muchos abrazos... Y la fiesta. Franceses y vascos decidieron acabar de una vez por todas con su reserva de comida y bebida, y la celebración se prolongarÃa durante largas horas, ante el sorprendido Ed Viesturs, que participó y disfrutó como el que más de la gastronomÃa vasco-francesa disponible en aquellas latitudes. El Estadounidense se dio la vuelta junto con Veikka Gustafsson antes de llegar a la Roc Noire, pero también ha participado de la alegrÃa de la cumbre de sus dos compañeros, y ha destacado que su gesta es increÃble.
Pese al cansancio, Alberto tuvo unos minutos para Euskadi Irratia, donde analizó la experiencia: “Ha sido una ascensión dura, exigente, comprometida y, fÃsicamente, ha sido mi ascensión más difÃcil. Los últimos dÃas de ascensión han resultado muy comprometidos porque tenÃamos muy poca información: a cada paso nos encontrábamos con circunstancias que no esperábamos, y varias veces hemos dudado incluso si llegarÃamos a la cumbre o noâ€.“El dÃa 16 vimos bastante claro que podÃamos llegar a la cumbre y, desde ahÃ, fue cuestión de ascender a piñón fijo. De hecho, las últimas pendientes no son tan difÃciles, pero aún entonces no tenÃamos claro cómo Ãbamos a volver al Campo Baseâ€. Por suerte, el tiempo, para variar, se puso de parte de los alpinistas, facilitándoles mucho la tarea: “La vuelta era muy larga, y siempre por encima de los 7.000 metros. En esas circunstancias, cualquier cambio de tiempo nos podÃa complicar muchÃsimo la bajadaâ€. Alberto, que no habÃa escalado antes con Lafaille, alabó las facultades de su circunstancial compañero de cordada: “De no ser por él, hubiera sido difÃcil terminar con éxito la ascensión. Lafaille llevaba diez años intentando esta montaña, que fue su primer intento en Himalaya, por lo que estaba muy motivado. Además, hemos compatibilizado muy bien las diferentes facultades que tenemos los dosâ€.Por supuesto, Alberto tuvo un recuerdo para su hermano Félix “Cuya imagen está siempre presente, pero en estas circunstancias, en montañas tan grandes y el situaciones que tantas veces he vivido con mi hermano, esa imagen se agiganta , y más cuando te vas acercando a la cumbreâ€.