La perdiz nival, o lagópodo alpino, es un ave de unos 35 cm. de longitud y medio kilo de peso, que habita en las zonas glaciares de Europa. El pirineo es el más meridional de sus hábitat. Vive entre 2000 y 3000 metros de altitud, en cotas más altas si se trata de una ladera sur que en las caras norte; en cualquier caso, en lugares donde se alternan prados alpinos y zonas de roca, y que en invierno se cubren de nieve. Se caracteriza por un plumaje pardo en verano (con manchas grises en el caso de los machos), que cambia a totalmente blanco, exceptuando la cola negra, al llegar el invierno. Asà se camufla entre la nieve, donde anida. Para protegerse del frÃo, posee un plumaje denso y aislante, que le cubre incluso las patas (de ahà su nombre: lagópodo significa ‘patas de liebre’). Además, por las noches excava madrigueras en la nieve, en las que se guarece. Se alimenta de arándanos y brecinas, aunque ne verano no le hace ascos a los pequeños insectos que pueda atrapar. En los pirineos, piede encontrarse en cualquiera de sus altas ontañas, desde el Cotiella a los Montes Malditos. Su mejor hábitat se encuentra, no obstante, en la zona del parque de Posets –Maladetas.
Sin embargo, corren malos tiempo para las criaturas de la nieve. El calentamiento global y la recesión de los glaciares esta mermando su hábitat natural. Su territorio se ha visto invadido, a lo largo de los últimos años, por infraestructuras como estaciones de esquÃ. Por otra parte, el creciente número de alpinistas y esquiadores de travesÃa, tampoco contribuye precisamente a ayudar a que la perdiz pueda vivir en paz. Se trata de una especie tÃmida que rehuye al hombre, por lo que el paso de esquiadores, que alguna vez, sin darse cuenta, pueden incluso dañar las ,madrigueras en las que se encuentra. Se trata de una especie que no se reproduce fácilmente; no se llega ni a una media de un pollo por pareja. En la actualidad, se calcula que quedan en el Pirineo unas doscientas parejas, aunque el número está decreciendo.
Por ello, la empresa Ambar Green, perteneciente a La Zaragozana, lanza esta año una campaña a favor de la protección de esta especie, tal como otros años hizo con el bucardo ( pariente del sarrio que habitaba en Ordesa y que terminó extinguiéndose pese a todos los esfuerzos) y al urogallo. La campaña consta de la puesta en marcha de una página web, reparto de folletos y actividades en la calle.