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Los ochomiles inalcanzables del Karakorum

Las cumbres del K-2, del Broad Peak, del G-I y G-II, y del Nanga Parbat, salvo acciones extraordinarias de ultima hora, a cargo de algunos rezagados, Podrían permanecer intactas esta temporada. El mal tiempo se ha encargado de preservarlas así.
 
Remontando el técnico muro Kinshofer del Nanga Parbat 

La de 2002 pasará a la historia como una temporada aciaga, al menos en lo que respecta a cumbres. Dejando un lógico margen a expediciones de las que no tenemos noticia, nadie ha conseguido hollar una cumbre de más de 8.000 metros este verano en el Karakorum. tampoco en el Nanga Parbat (8.125 m.) donde los vascos liderados por Luis Cortabitarte lucharon a brazo partido (eran la única expedición allí) para tener que regresar desde el Campo IV, ni en los Gasherbrum, donde habitualmente coincide un gran número de expediciones, ni en el, este año, ‘superpoblado’ K (8.611 m.). ¿La razón? El mal tiempo. Aunque decir simplemente malo, tal vez no describa bien las interminables semanas de ventisca y nevadas, que no han dado la más mínima ocasión. No se han dado las habituales ‘ventanas’ entre temporal y temporal. El nivel de precipitaciones, además, ha sido altísimo, por lo que , después de cada racha de nevadas, las montañas quedaban en condiciones muy peligrosas para ser ascendidas. Los que intentan el K2 creyeron tener al menos una oportunidad ascendiendo en estilo alpino al vecino Broad Peak (8.046 m.), pero las peligrosas placas de nieve de su parte superior les echaron atrás.

 
El Campo II del Espolón de los Abruzzos en el K2, destrozado 

No es que se haya perdido toda esperanza; después de todo, aún quedan algunas expediciones alargando su paciencia en diferentes campos base, e incluso alguna expedición tardía espera romper la mala racha. Sin embargo, las cosas no están demasiado bien, ya que casi todas las expediciones planearon la ascensión para el mes de julio, y este termina ahora sin haber dado tregua ni una sola semana. En el K2, hoy emprenden el regreso los miembros de la expedición de Himalayan Guides, el grupo de Tosas, Corominas y Zabalza y los miembros de la expedición Tibetano-pakistaní (que ha tenido que lamentar la muerte de dos de sus miembros). Carlos Soria y Carlos Suárez estaban ayer sumidos en la duda, mientras que Luis Fraga y Miguel Angel Vidal se quedaban dispuestos a hacer un último intento a través del espolón de los Abruzzos (en principio, habían optado por la Cessen). No se tienen noticias de las intenciones del grupo de Araceli Segarra, aunque otros expedicionarios afirman que no habían podido progresar más allá del Campo I. También permanecerán en el Campo Base los miembros de una expedición japonesa. Por cierto, otro grupo de la misma nacionalidad ha partido en estos días rumbo al nanga Parbat, según informa K2climb.net.

Por su parte, Oscar Cadiach había decidido aclimatar antes de intentar la irrepetida Magic Line del K2, en el Hidden Peak (8.035 m.). Las últimas noticias eran las mismas que el resto de expediciones en Pakistán. Capeaba el temporal al pie de la montaña. De momento, expediciones suizas e italianas que habían probado suerte en el macizo de los Gasherbrum, han tenido que regresar con las manos vacías.

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