El mal tiempo ha perseguido en las últimas etapas de la Transpirenaica invernal al Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM). La sucesión de frentes impidió que los montañeros pudieran ascender a cumbres como Monte Perdido o Perdiguero:
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Subiendo al puerto de GistaÃn |
Gedre – Le Plan
Una tempestad densa y continuada nos ha obligado a desechar la ascensión al Monte Perdido con el correspondiente descenso al lago Helado de Marboré y a Pineta. Hemos estado bloqueados en Gavarnie y la gran cantidad de nieve caÃda aconseja evitar la brecha de Rolando y las laderas muy inclinadas del cuello del Descargador.
Debemos de saltar a Parzan y para hoy ascendemos a lo largo del valle de Campbieill, para alcanzar el collado del mismo nombre y descender, pasando por la Estación de esquà de Piau Engaly, hasta Le Plan.
Desde Gedre la marcha se hace penosa debido a los numerosos ventisqueros. Alcanzadas las granjas de Campbieill, la vegetación desaparece y el sol nos saluda a una temperatura de unos diez grados bajo cero. La nieve acumulada en las laderas orientadas al sur se desliza en continuas coladas espontáneas.
Desde el collado, 800 metros de descenso soñado por nieve polvo recién caÃda nos depositan en la estación de esquÃ; aprovechamos sus pistas para descender al máximo, alcanzado Le Plan tras una cortÃsima caminata.
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El grupo llegó ya al Hospital de Benasque |
Le Plan – Barrosa
Etapa sencilla que nos permite retornar a la vertiente sur de nuestro Pirineo. Continúan el ambiente soleado y las bajas temperaturas.
Desde Le Plan, una pista nevada nos conduce hasta las cabañas de La Gela, al pie del circo de Barroude. Pese a las bajas temperaturas el agua del torrente que desciende del circo aflora a través de la nieve y nos permite observar el movimiento de las truchas.
Una cómoda subida nos permite alcanzar el Puerto Viejo de Bielsa (2378m), desde donde descendemos hasta aproximadamente la cota 1900m. La nieve no es muy abundante y a partir de aquà bajamos hasta la boca sur del túnel de Bielsa y por la carretera hasta la central eléctrica de Barrosa, punto final de la jornada.
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El sol también brilló, pero con muy bajas temperaturas |
Barrosa – Viadós
Sin solución de continuidad un nuevo frente, procedente del norte, sucede al anterior.
Comenzamos a ascender por la carretera del lago de Ordiceto y el mal tiempo se nos hecha encima, la nieve escasea y debemos descalzarnos los esquÃs numerosas veces. En la Central de Ordiceto el espesor de la nieve aumenta acompañado del molesto viento que nos acompaña desde el comienzo de la travesÃa. Después de cuatro horas de marcha alcanzamos el collado en el que la ventisca nos invita a no detenernos e iniciar rápidamente el descenso hacia el valle de GistaÃn. La falta de visibilidad nos obliga a discurrir por el fondo del barranco, donde la fragosidad del terreno y la acumulación de nieve nos castiga con interminables subibajas. Alcanzamos el collado de GistaÃn cuatro kilómetros más abajo de lo previsto y desde allà remontamos por pista nevada hasta el refugio de Viadós. El refugio libre está anegado en nieve pero JoaquÃn Azcarraga, responsable del refugio de Viadós, nos ha prestado muy amablemente las llaves del dormitorio anexo al mismo, lo que nos proporciona una mucho mayor confortabilidad.
Una etapa que, en principio, iba a resultar sencilla se ha traducido en nueve horas y quince minutos de marcha y 1.500 metros de diferencia de nivel.
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Tomando medidas de temperatura |
Viadós – Estos
El viento ha rugido con fuerza toda la noche y hace fuerte ventisca. Es necesario renunciar a la ascensión al Posets e intentar alcanzar el refugio de Estos, aunque es necesario decirlo, las condiciones meteorológicas aconsejan no abandonar el refugio. No obstante, decidimos ponernos en marcha para atravesar por el collado de GistaÃn.
Equipados con todas las prendas de vestir que llevamos con nosotros iniciamos la ascensión. Hacemos un alto en la cabaña de Añescruces, rodeados por un fuerte temporal. La visibilidad es limitadÃsima. Podemos progresar solamente por el fondo de la vaguada, donde la nieve se acumula y abrir huella resulta muy duro; los relevos son constantes. En algunos momentos el viento derriba a alguno de los componentes del grupo.
Alcanzado el collado de GistaÃn comenzamos rápidamente el descenso aprovechando la nieve acumulada en el fondo del barranco, toda vez que el fuerte viento ha barrido toda la cara norte. Joaquine, guarda del refugio de Estos, nos obsequia con una excelente cena y una amigable conversación.
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No se pudo subir ni a Monte Perdido ni a Perdiguero |
Estos – Hospital de Benasque
La ascensión al pico Perdiguero y posterior descenso por valle de Remuñe, habitualmente expuesto a las avalanchas, no pueden acometerse con las actuales condiciones de la montaña. El mal tiempo continúa. La única alternativa es bajar por el valle de Estos y remontar el valle del Esera hasta el albergue de Llanos del Hospital. Siendo ésta un etapa de transición, el resultado final se salda con 15 kilómetros de recorrido y 620 metros de desnivel.
GMAM