Pauner pretendÃa subir el Everest sin oxÃgeno |
“Contundente, pero ciertoâ€, señaló. “Como lÃder de la expedición española al Everest 2.005, me he visto en la obligación de declararla cerrada. Tenemos pronóstico hasta el dÃa 1, que como ya se podÃa vislumbrar hace unos dÃas, es malo. Viento, viento y muy pocas oportunidades para los que van con oxÃgeno. Y ninguna para los que no utilizan esta ayuda artificialâ€.
Vientos de más de 100 Km/h han azotado durante dÃas la cumbre del Everest. Aunque el dÃa este soleado, en esas condiciones un intento de cumbre, con temperaturas de 30 grados bajo cero, puede suponer como mÃnimo severas congelaciones. “Lo correcto es entonces esperar las famosas ‘ventanas’ de buen tiempo, en que la conjunción del anticiclón del Tibet y las borrascas que vienen del Océano Indico, apartan las ‘corrientes de chorro’ y se establece un equilibrio en la atmósfera, con dÃas secos, sin nieve, y vientos en relativa calmaâ€, explicó el compañero de Pauner en la escalada, Javier Pérez. “En los últimos años, esto ha ocurrido sistemáticamente a partir del 10-15 de mayo, permitiendo que más de 100 alpinistas al año consiguieran esta preciada cimaâ€.
Pauner, que se encuentra inmerso en la carrera por ascender los 14 ochomiles, buscaba en el Everest, de 8.848 metros, su sexto gigante. Sin embargo, una primavera inusualmente cruda obligó al aragonés a posponer la escalada.
“Además, la temperatura ha aumentado sensiblemente y la cascada de hielo entre el campo base y el campo 2 va mostrando signos muy alarmantes de colapso. El agua corre por debajo y los bloques se han vuelto más inestables que de costumbre. El riesgo de cruzar por este lugar en los dÃas venideros es muy alto y sobre todo para los sherpas que tienen que transitar por este macabro lugar con muchÃsimo peso a sus espaldas. No es un riesgo aceptableâ€, añadió.
Javier Pérez le acompañaba como cámara |
Ninguna cima por el sur
Lo cierto es que a estas alturas del año, nadie ha podido subir por la vertiente sur de la montaña, algo realmente extraño en una montaña donde se agolpan las expediciones de todo tipo y donde cada temporada suele haber cientos de ascensiones. Sólo por la cara norte se han registrado algunas cimas.
“Sin duda no hemos tenido suerte en este año 2.005â€, se lamentó Pauner, que ya fracasó también en una anterior expedición por la cara norte. “Sobrevivir en el Himalaya es una cuestión de saber cuándo arriesgar y cuándo no hacerlo, pues conduce a la ruina absolutaâ€.
Pauner habla por experiencia, pues hace dos años protagonizó una de las experiencias más agónicas en el Himalaya en las últimas temporadas, cuando se extravió exhausto en el descenso del Kangchenjunga y pasó tres dÃas perdido en la montaña. Al final regresó al Campo Base, con congelaciones en los dedos de las manos, pese a que pocos le otorgaban ya una oportunidad.
“No tengo ninguna duda de que al Everest ya le llegará su momentoâ€, advirtió el escalador, que ahora regresará a España para partir pronto de nuevo rumbo a otro ochomil, el Nanga Parbat.
Fuente: www.carlospauner.com