270 metros, 7b+/7c, 3.000 metros de altura |
En los últimos tiempos estamos asistiendo a unas cuantas realizaciones que, además de dejarnos bastante asombrados, están mostrando unas nuevas formas éticas y comprometidas de acercarse a la escalada. Formas que combinan el grado de los mutantes de deportiva con la ética de la escalada clásica y alpina.
Hace poco informábamos de las liberaciones de Josune y Rikar en Ordesa. Ayer mismo, comentábamos como dos "stonemonkeys" conseguían la primera apertura en libre desde abajo que se realiza en el Capitán, aunque fuera por su cara Este. Ambas actividades realizadas sin seguros, autoprotegiendo con friends y empotradores.
Durante la escalada |
Hoy tenemos noticia de otra liberación en estilo alpino interesantísima. 270 metros de pared, a más de 3.000 metros de altura, con un grado de 7b+/7c, sin seguros fijos entre reuniones, la convierten en la vía en libre en altura de mayor dificultad del país. Y teniendo en cuenta las posibilidades que existen por encima de los 3.000, posiblemente seguirá teniendo este galardón durante un tiempo. La vía comienza a 2960 metros de altura. Tristemente, los escaladores han constatado como el retroceso del glaciar ha hecho que tenga casi 20 metros más que la original abierta hace tan solo 10 años.
El diedro Narayán fue abierto por Callado, Tort y Vilarasau del 5 al 8 de Marzo de 1996. Su grado oscilaba entre el V+ y el A3, siendo la mayor parte de la vía una interesantísima escalada en artificial. Pere Vilarasau ya dejó dicho en su tiempo que quizás la vía pudiera forzarse en libre. Y finalmente, Israel Blanco y Carlos García lo hicieron hace pocos días, en 4 duras jornadas de gran desgaste físico, pero principalmente psicológico. Es una cara Norte, oscura y húmeda, de granito a veces no muy fiable.
Israel y Carlos tras la liberación |
Estas paredes Norte del macizo del Aneto tienen una característica que las hace muy expuestas en los meses de verano: los grandes bloques de granito que las conforman están soldados por el hielo, lo que hace que con el calor la posibilidad de que lajas enteras se suelten de la pared es alta. Esa inestabilidad fue una constante en la escalada: una roca de 1 metro por 1 metro se desprendió, cayendo sobre la hamaca, en la cual, por suerte, no estaban los escaladores.
No se utilizó ningún seguro fijo entre reuniones, toda la escalada se realizó autoprotegiéndose con friends, fisureros, y algún pitón donde no quedó más remedio. En las reuniones se cambió algún seguro, ya que había espíts sobre rocas que, si bien en invierno están perfectamente soldadas a la pared, con el calor del final de verano amenazaban con venirse abajo enteras si alguien se colgaba sobre el anclaje introducido en ellas.
Grandes lajas de granito en cara Norte, tónica de la vía |
Israel y Carlos consideran que la vía está entre 7b+/7c, en espera de que alguien lo confirme. La ruta se limpió bastante, pero ambos nos dicen que aún queda trabajo en este aspecto para los que vengan detrás.
Desgraciadamente, no todo el mundo es tan ético en la montaña. El 1 de Agosto era la fecha prevista para realizar la liberación. El día anterior, subieron los escaladores un gran petate con todo el material necesario para la actividad. Cuando a la mañana siguiente se acercaban a pie de vía, les extraño ver de camino a 5 individuos (con los que incluso llegaron a hablar, localizando su procedencia por el idioma y el acento), que venían de la cresta de Salenques, con unos mochilones tremendos a la espalda. Efectivamente, en ellos llevaban los ladrones el contenido íntegro del petate. Aunque se les intentó buscar por el valle, no fue posible dar con ellos. Mucho dinero y muchas ilusiones perdieron Israel y Carlos ese día. Pero 1 mes después, consiguieron su proposito.