En el año 2002, Jim Bridwell nos concedió una larga entrevista durante su visita al Festival de Cine de Montaña de Torelló. Siguiendo el enlace podéis leerla, y conocer algo más de su vida, su forma de entender la escalada, su especial idiosincracia, y cómo era el espÃritu de aquella inolvidable época.
El legendario Jim Bridwell, "The Bird", icono del valle de Yosemite, falleció el pasado viernes en Pam Springs, California, al parecer por las complicaciones derivadas de la hepatitis C que arrastraba desde la década de los 80 del pasado siglo, contagiada a través de un tatuaje que le realizaron cuando atravesó Borneo.
Bridwell era el máximo representante de la edad de oro de Yosemite, cuando en los años 60 allà se gestó una revolución que se extendió como el aceite por todo el planeta: habÃa nacido la escalada moderna. Una revolución sÃmbolo de los tiempos, fuertemente imbuida en la contracultura californiana y en la cultura hippie, que llevó las ansias de cambio y de libertad de la época también a las paredes y a la montaña, y que en buena manera Bridwell lideró. "Por entonces, ser escalador era algo muy poco común, algo asà como vanguardista y supongo que para muchos supuso otra manera de dejar patente nuestra rebeldÃa, nuestra intención de no ser parte de un sistema." Palabras de Bridwell en la entrevista que le realizamos en Torelló en 2002
Nacido en San Antonio, Texas, en 1944, llegó a Yosemite en 1965, y allà consiguió 100 aperturas, muchas de ellas verdaderas clásicas que siguen retando a alpinistas de todo el mundo: Zenyatta Mondatta, Aquarian Wall, Pacific Ocean Wall, Bushido, Zenith, entre otras muchas. También fundó el Yosemite National Park's Search and Rescue Team (YOSAR) y consiguió hitos memorables, como la 1ª a El Capitan en el dÃa (15 horas), junto a Billy Westbay y John Long, algo que se consideraba imposible en ese momento.
Su foto bajo El Capitan tras la escalada, con Jim Bridwell en el centro, es uno de los sÃmbolos del valle y sus tiempos de oro.
También dejó su impronta en Alaska, Patagonia, en donde realizó la primera repetición (y primera escalada en estilo alpino) de la vÃa del compresor de Maestri al Cerro Torre, y el Himalaya, con una apertura invernal en el Pumori (7145m).
Con su pérdida, cada vez resulta más lejana una época inolvidable, llena de montañas, rebeldia, filosofÃa oriental y ganas de cambiar el mundo.
Descanse en paz.