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Simone Moro se queda a 247 metros de cima en el Broad Peak

10 de Marzo de 2008  |  Deja tu comentario
Ya ha agotado todas sus posibilidades en el Broad Peak, pero no ha podido ser. Ningún ochomil del Karakorum ha sido ascendido en invierno, aunque Simone ha estado cerca, en el invierno más duro de los últimos 30 años. Ascendiendo sin cuerdas fijas, la noche se les echaba encima, y tuvieron que tomar la siempre difícil decisión de descender. No se puede vivaquear a 8.000 metros en invierno...
Ya ha agotado todas sus posibilidades en el Broad Peak, pero no ha podido ser. Ningún ochomil del Karakorum ha sido ascendido en invierno, aunque Simone ha estado cerca, en el invierno más duro de los últimos 30 años. Ascendiendo sin cuerdas fijas, la noche se les echaba encima, y tuvieron que tomar la siempre difícil decisión de descender. No se puede vivaquear a 8.000 metros en invierno...

No ha podido ser, pero esto es himalayismo de verdad. Estilo totalmente alpino, sin cuerdas fijas, sin sherpas de altura, abriendo huella, invierno puro en el Karakorum, tras dos meses y medio aislados en la montaña...y aún así, sólo la hora pudo echarles de la montaña. Una decisión muy difícil la que tuvieron que tomar Simone y Shaheen, ya que aún estaban con fuerzas. Pero esto no es temporada, y aquí no puedes arriesgarte a hacer un vivac en altura, porque no sobrevivirías.

“Esta vez la expedición sí que ha terminado de verdad…de una forma extraña. Estuvimos muy muy cerca del éxito, pero…nos quedamos a 247 metros de cima. Llegué hasta los 7.800 metros, y Shaheen muy cerca de mí. Qudrat paró unos cientos de metros antes debido a problemas de frío en sus pies. El tiempo era fantástico: poco viento, sol, pero…a los 7.800 metros, mi reloj marcaba las 2:00 pm…demasiado tarde para continuar. Para llegar a cima, me quedaban 2 horas más, y alcanzar la cima del Broad Peak, en invierno, es un suicidio. Imposible aguantar y hacer un vivac en la bajada.

Así pues, ha sido muy muy difícil para mí, aunque razonable, parar y darme cuenta de que tenía que descender muy rápido hasta el último campo antes de que la noche nos alcanzara. Así lo hice…La cima estaba muy cerca, y mi condición física todavía era buena, pero era momento para usar el cerebro, no los músculos.

Salimos a las 6:30 am desde el campo 3 (antes no pudimos, hacía mucho viento y frío). Encontré demasiadas grietas inesperadas, y perdimos mucho tiempo encontrando la forma de salvarlas. No encontramos ninguna vieja cuerda fija, así que hicimos toda la ascensión sin cuerda de seguridad. Las usamos en la parte baja de la montaña. Por eso tardamos bastante en encontrar una ruta segura para llegar a los 7.800 metros. Nunca he aprobado que los escaladores intenten cima al final de la tarde, asumiendo grandes riesgos y a menudo muriendo por su decisión. Descubrí hace tiempo que para sobrevivir es mejor usar el cerebro y no el ego. Ha sido una decisión difícil, muy difícil. Desde hace 22 años, los mejores montañeros están intentando ascender a una montaña de más de 8.000 metros en el Karakorum, y estar tan cerca de tener éxito en ello podría haberme cegado y turbado mi razón, pero gracias a Dios eso no ocurrió ayer.

Ahora quiero daros las gracias a todos vosotros, los que habéis seguido mi expedición desde hace ya dos meses y medio. He dado lo mejor de mí, realmente he empleado toda mi energía física y mental, pero el pleno invierno que he pasado aquí ha sido muy difícil, y no tengo ningún problema en creer que ha sido el peor invierno en los últimos 30 años.

Eso no quita para que probablemente me haya dado cuenta una vez más que incluso con un equipo pequeño, sin apoyo externo, es posible afrontar grandes y extremas escaladas. Seguro que en un futuro próximo alguien conseguirá ascender un ochomil en invierno en el Karakorum….pero también creo que el próximo invierno estaré aquí de nuevo.
"


Shaheen, más allá de los 7.000 metros, en invierno y sin cuerdas fijas



Tags: Alpinismo

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