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Cimas vírgenes en Groenlandia

29 de Mayo de 2008  |  Comentarios (5)
Una pequeña expedición canario/catalano/asturiana consigue un permiso para adentrarse en una reserva del noreste de Groenlandia, y tras días tirando de la pulka por el inlandis consigue 1 cima virgen, así como otras rutas. Pedro Millán, Antonio López, Ulises Fraga, Jesús Cubillas, Francisco Carmona, Joanto Gebellí y Ricard Ávila son los integrantes que se han perdido por aquellas montañas remotas y sin información
Una pequeña expedición canario/catalano/asturiana consigue un permiso para adentrarse en una reserva del noreste de Groenlandia, y tras días tirando de la pulka por el inlandis consigue 1 cima virgen, así como otras rutas. Pedro Millán, Antonio López, Ulises Fraga, Jesús Cubillas, Francisco Carmona, Joanto Gebellí y Ricard Ávila son los integrantes que se han perdido por aquellas montañas remotas y sin información

Los canarios Pedro Millán, Antonio López y Ulises Fraga, el asturiano Jesús Cubillas, y los catalanes Francisco Carmona, Joanto Gebellí y Ricard Ávila, todos con experiencia en grandes expediciones en Himalaya y otras montañas de la tierra, estaban un poco cansados de masificaciones y lugares comunes. Así que decidieron acudir a un lugar que supusiera una verdadera exploración. Y descubrieron el inlandis de Groenlandia.

Por medio de Ramón de Larramendi, consiguieron un permiso especial de las autoridades danesas para internarse en una zona de reserva natural al noreste de la isla, para intentar escalar montañas vírgenes e inescaladas de las que apenas había información. Como dice Pedro Millán, “es raro en pleno siglo de Internet y de la Información no poseer información automática de todos los rincones del planeta, sin embargo aún quedan lugares en el orbe apenas conocidos más allá de las fotografías satélite. Es verdad que hay que irse a espacios tan inhóspitos y salvajes como al que nos dirigimos nosotros ahora pero existen, y les mentiríamos sino les dijésemos que nos atrae muchísimo la posibilidad de intentar conocer que significa la palabra “explorar” en su justa dimensión.También hemos aprovechado para que nos testen varios productos para nuestros Cuadernos Técnicos.

Ayer nos llamó por teléfono Pedro Millán, recién terminada la expedición, aún en tierras groenlandesas, muy contento por todo lo acontecido. Según él, una experiencia totalmente diferente a lo que conocía en las grandes montañas de la tierra.

La forma de llegar a las montañas en el inlandis es tan importante como la ascensión de las mismas. Desde la costa, hay que internarse durante días por los glaciares, tirando de pulka. En este caso, desde una playa situada en un fiordo al norte de Maniisoq. Una vez que el barco se va, la soledad es absoluta durante días. Pura soledad. ”Es una expedición distinta. Groenlandia es otra cosa. Nada que ver con destinos tópicos y masificados en los que hemos estado. Aquí estamos solos, y es una sensación absoluta que compartimos todos.”

Tras varios días, llegaron a la zona de las montañas. Como nos dijo Pedro ”subir una cima virgen aquí es tan habitual como comerse rosquillas en España.” La gran mayoría de picos nunca han sido ascendidos, como también pudieron comprobar Raúl Lora, Gerard Vandenberg, Vicente Holgado y Curro González hace dos años, actividad de la que también informamos puntualmente y que podéis leer en los enlaces al final de la noticia.

Montaron el campo base en medio de un gran valle glaciar, un gigantesco circo rodeado de esbeltas montañas. Según Pedro “no tiene nombre el valle en el mapa que llevamos, al igual que todas las cumbres que nos circundan”

Eligieron una montaña, y fueron a por ella. Hay que recordar que están cerca del solsticio, así que el sol puede verse durante las 24 horas del día, así que tampoco hace falta madrugar mucho. Eligieron un embudo nevado con restos de un alud muy reciente “que nos hizo pensar en un acceso bastante seguro. Es poco probable dos avalanchas seguidas en el mismo sitio, ¿no? En un día espectacular, sin una nube en el horizonte y con una atmósfera nítida que permitía divisar cientos de kilómetros a la redonda de montañas y glaciares, avanzan por el corredor que llega a alcanzar los 60-65º de inclinación, y tras pasar un muro descompuesto de roca, llegan a la cumbre. 1820 metros de altura. Allí las montañas raramente pasan de los 2.000, pero lo importante en estas expediciones no es la altura. Aunque el desnivel hasta cima desde la base sea bastante grande, superando los 1.000 metros en algunos casos.

Tras esta cima virgen, sus ojos se dirigieron a la montaña más alta de la zona, que en este caso sí que tiene nombre, el Agssaussat. Para ascender este pico, tal y como puede verse en la ruta de la foto, decidieron dividirse. Ulises, Ricard, Chus, Joanto y Pedro eligen una subida evidente hasta cumbre, más larga pero también menos expuesta, mientras que Antonio y Ciscu eligen una más directa y difícil, un elegante corredor de nieve de casi 700 metros, con inclinación mantenida de 70ºC. Quedan en la cima, y allí se encuentran unas horas después.

“La panorámica es simplemente apabullante.

Es la montaña más alta de esta parte del macizo. Se divisa hasta el Mar de Baffin, más allá de los fiordos, algunos de los cuales -comprobamos- continúan congelados. Otros comienzan a fragmentar su superficie helada en grandes mosaicos blancos. Es casi una vista aérea que permite divisar decenas de afiladas montañas como la nuestra. Intactas en su mayoría y que supondrán nuevos retos y desafíos para otras personas como nosotros, en otros tiempos. También asistimos asombrados al espectáculo de una decena de glaciares, provenientes del interior del Inlandis, que se precipitan hacia los cercanos fiordos, quebrándose, agrietándose, colpasándose… Intentamos memorizar esta visión para conservarla durante mucho tiempo, conscientes de que es poco probable que volvamos a estar en un sitio semejante, aunque ¡¡quien sabe…!!

Nos arrebujamos en un saliente de roca, azocado del viento y lejos de las amenazantes cornisas y nos relajamos un instante antes de comenzar la que se presume como trabajosa bajada. Comemos lo de siempre, contamos chistes, reimos… Lo dicho, pura rutina. ”


En el inlandis, en busca de montañas


Por el corredor hacia la cima virgen

Mal tiempo en el inlandis

Hacia la cima del Agssaussat

En la cima del pico virgen

Ruta hacia la cima virgen

Rutas hacia la cima del Agssaussat

Tags: Alpinismo

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Comentarios

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5 comentarios

5. Maskarell - 31 May 2008, 17:18
Enhorabuena amigos, un honor a ver seguido vuestra aventura desde http://www.eldia.es/blogs/malpais/ y veros ahora aquí. Un saludo desde Xàtiva (Valencia)

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4. joselin2 - 30 May 2008, 22:14
Enhorabuena por esas buenas crónicas al detalle, esas preciosas fotos y como no, a vosotros por haber conseguido el objetivo.

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3. coco - 30 May 2008, 09:49
¡Felicidades campeones!!! Ahora a ver si el tiempo os permite salir de Groenlandia...

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2. rotten - 29 May 2008, 17:29
A mi también me encantan. Frente a los atascos en el espolón Hillary, la obsesión por los números, grados, y cotas, y las vías de deportiva a pie de coche, ¡¡viva el alpinismo y la escalada bonita y minimalista!!

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1. Jose Mijares - 29 May 2008, 16:55
Enhorabuena chicos! Me encanta leer noticias como estas.

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