“Ya he descendido 3 de los 14 ochomiles esquiando. Durante estas expediciones, he adquirido una experiencia crítica que me permite afrontar mi objetivo de descender esquiando los 3 más altos. El proyecto espero que dure dos años, y en ellos intentaré el ascenso, y posterior descenso con esquís, del K2 (en junio de 2009), Kangchenjunga (otoño de 2009) y Everest (otoño de 2.010).”
Quien así habla es Fredrik Ericsson, el alpinista y esquiador extremo sueco del que los lectores de www.barrabes.com ya pudieron seguir su intento de descenso del Kangchenjunga el pasado otoño. Para quien no lo conozca, aquí va un pequeño resumen de sus mejores actividades de descenso con esquís:
Además de esto, hay que explicar a quien no lo sepa las condiciones en las que Fredrik trabaja, porque no son muy habituales
Fredrik asciende con botas de esquí de travesía. Alcanzar la cima de un ochomil, o los 7.000 metros en el Kangchen, con ese material, no es lo común, tanto por problemas térmicos como técnicos. No utiliza serpas de altura. En ciertas expediciones, como la del K2, habrá cuerdas de otras expediciones, aunque ellos instalen sus campamentos. Pero por ejemplo, en el Kangchen, estaban él y su compañero solos, y no tiraron cuerda fija. Por supuesto, el oxígeno, ni tocarlo.
Asciende siempre con los esquís a la espalda. Pero no sólo eso, sino que al no llevar serpas, carga con tiendas, etc, también. Así que asciende con bastante más peso que la mayoría.
Aunque, como él mismo afirma, descender con esquís es más rápido, y eso hace que estés menos horas para agotarte. Pero también dice que, a ochomil metros, cada 3 giros hay que parar un buen rato, y que tras esos giros llevas las piernas y todo lo demás como después de 1.000 metros de desnivel en los Alpes.
Y ahora llega el K2. El pasado día 30 tomó su vuelo hacia Pakistán. Su idea es doble: primero ascender el Laila Peak, y descender esquiando desde la cima (algo que no consiguió por 50 metros en 2005), y de allí con toda la aclimatación, hacia la segunda cima más alta del mundo.
“El 30 de mayo volamos a Islamabad. Estamos pasando unos días en la ciudad para reuniones con el Club Alpino de Pakistán y con nuestra agencia de trekking para acabar de arreglar todo el tema de los permisos. Desde aquí vamos a volar a Skardu. Allí compraremos el gas y otras pequeñas cosas. Y de allí, tras 5 horas de coche, a Hushe. El día 6 comenzaremos nuestro trekking, dos días hasta el Laila Peak.
El Laila Peak es una de las montañas más bonitas de Pakistán, si no de todo el mundo. Su primer ascenso data de 1987, por un equipo inglés con Simon Yates, Sean Smith y Mark Millar. Con aproximadamente 1500 metros de desnivel, la montaña puede ser ascendida en estilo alpino y descendida en el día, pero la mayoría opta por vivaquear cerca de cima y descender a la mañana siguiente. La escalada es de dificultad media, sobre unos 55º mantenidos de inclinación.
En 2005 Jörgen Aamot y yo hicimos dos tentativas de esquiar desde la cima, pero en ambas ocasiones la parte final estaba demasiado helada, así que esquiamos desde aproximadamente los 6000 metros. Es el mejor descenso de mi vida, mi favorito. Nunca nadie ha conseguido aún descender desde la cima del Laila Peak.
Y de allí, al K2. Esperamos llegar sobre el 20 de junio, y estaremos unas 3 semanas de aclimatación antes de intentar la cima. Vamos a intentar, tanto en el ascenso como en el descenso con esquís, la ruta Cessen, por la arista sur-sureste.”