Ines Papert no necesita presentación. En un idioma con género, como el castellano, es difícil definirla. Lo mismo que pasa con Josune Bereziartu. Si decimos que es una de las mejores alpinistas y, especialmente, glaciaristas del mundo, no expresamos la realidad, porque podría entenderse que es la mejor entre las mujeres. Si decimos que es uno de los mejores glaciaristas del mundo, en este caso no cumplimos con las normas de concordancia gramatical. Y es perfectamente sabido que Ines es una de las mejores tanto entre hombres como mujeres.
Además de alpinista es curiosa, le gusta el mundo, y es madre de Manu, un niño de 11 años. En 2010 y 2011 trascendió su actividad en Kyrgyztan, intentado la apertura de la enorme pared sureste del Kyzyl Asker, de 5.482m. Para llegar hasta allí, tenía un largo viaje a través de ese gran país de cultura nómada. Decidió que su hijo de 11 años la acompañara, para vivir eso juntos, y para que Manu explorara y conociera el mundo.
Franz Walter, el cámara y fotógrafo profesional que suele trabajar con los mejores alpinistas de Munich, pensó que, lejos del tópico de las películas de alpinismo, lo que verdaderamente merecería la pena documentar sería el viaje de Manu. La visión de la expedición a través de los ojos de un niño. Y tras hablarlo con él y con sus padres, así lo hizo. En la 2ª mitad pueden verse las imágenes de Ines en la pared. Pero eso no es lo importante.
Como podéis leer en la entrevista con Franz, prefiere evitar que la película se incruste en otras webs. Porque, en una grabación tan distante de los actuales ritmos, tan cuidadosa con el detalle, el entorno que ha creado en su página es el que considera adecuada para aquellos espectadores que decidan dedicar 20 minutos a visionarla: “Podría compararlo con un restaurante. Como allí, también aquí hay mucho más que la comida y la mesa. Tiene que ver con el ambiente, la atmósfera, la iluminación, arquitectura, diseño. Se trata de apreciar la comida, pero también de cuidar al invitado, con un sentido de calidad y valores. La historia y sus protagonistas son muy valiosos para mí.”
Así que reproducimos el trailer y las fotos que Franz nos envía, y os invitamos a que veáis la película completa en www.tyndyk.com, la página web que Franz ha creado al efecto. Según nos dice, es muy probable que esta tarde ya esté operativa la versión inglesa de la página. En este momento funciona la alemana.
La película ha sido patrocinada por Arc'teryx, marca que también patrocina a Ines Papert.
ENTREVISTA CON FRANZ WALTER:
“Quería contar una historia que tuviera más profundidad, matices y calma que un clip típico de una expedición. Quería crear algo que fuera más allá de los tempos rápidos que pueden verse en las imágenes para facebook y twitter. En estos días los alpinistas postean sus blogs desde los campos base, twittean vía Instapaper desde la cima. No hay nada malo en ello. Sin embargo, estoy convencido de que la historia pierde con ello. Quería hacer una película que te llevara no por el riesgo de la historia que contara o por la pura acción de la escalada.”
¿Qué significa Tyndýk, el título de tu película?
Un Tyndýk es la apertura en el techo de un Yurt (tienda de los nómadas de Kyrgyzstan). Básicamente sirve de chimenea pero también como fuente de luz durante el día. La bandera nacional de Kyrgyztan muestra un Tyndýk al sol. Es un símbolo del nomadismo.
¿Podrías hablarnos en pocas palabras tu película?
En 2010 fue invitado por Ines Papert a unirme a su expedición a Kyrgyzstan como fotógrafo y cámara. Junto a 2 amigos intentaba la primera ascensión de la cara sureste del monte Kyzyl Asker (5.482m). Se quedaron a tan solo 200 metros de cima.
Un año después Ines volvió para un segundo intento. Pero en esta ocasión Emanuel, su hijo de 11 años, le acompañaba hasta el campo base. Me gustó la idea de documentar este especial viaje de familia y combinarlo con las imágenes de la expedición que había grabado el año anterior. La perspectiva de contar una historia de un viaje de alpinismo desde el punto de vista de un niño me fascinó.
¿Supo el hijo de Ines que sería parte de la película? ¿Le gustó?
Por supuesto le expliqué a él mi idea, así como a sus padres. A Manu no le importaba que le grabara. Esto fue así porque habíamos estado conociéndonos ambos durante un tiempo. Quiero añadir que no hay ninguna escena preparada en la película. Todo ocurrió tal y como se ve. Era un observador con una cámara.
¿En qué categoría incluirías tu película? ¿Película sobre alpinismo?¿Documental de viaje?
En ninguna de las dos. O mejor: un poco de cada una. Por supuesto la película ocurre en Kyrgyzstan. Y por supuesto la película documenta el intento de Ines al Kyzyl Asker. Pero en mi opinión, está entre las dos categorías.
Quiero que el espectador pueda seguir a Ines y Manu en este remoto país, contemplando qué significa, especialmente para un niño, estar lejos de casa, descubriendo nuevas aventuras y lugares. Lo importante que es experimentar el mundo que no es como en casa. Éste es el punto en el que la película va más allá que un documental puro y en donde la voz del narrador aparece para guiar al espectador.
De hecho, las imágenes están acompañadas por la voz de una niña que cuenta las experiencias de Manu. ¿Por qué?
Era importante para mi añadir otro estrato a la película. Algo contemplativo y profundo. La narradora, Aksana, refleja el viaje de Manu e Ines. Es su interpretación de la historia de Manu. Pasé una temporada buscando una voz bonita de niña, de la edad de Manu, hasta que encontré a la persona adecuada.
¿Quién es la niña?
Se llama Alina Alles, tiene 12 años y es la alumna de Robert Steiner, un amigo y alpinista. Él, junto con su esposa Alexandra, nos ayudó mucho con la preparación y planificación de los viajes a Kyrgyzstan. Alina es parte alemana y parte Uyghur, y su acento encaja perfectamente. Tiene una voz mágica y le gustó la idea de participar en la película.
La banda sonora de la película también es verdaderamente importante. Ólafur Arnalds, Nils Frahm y Peter Broderick son 3 increíbles artistas que gentilmente me permitieron usar su música para Tyndýk. Al fundir la música y la voz, se crea un espacio y una atmósfera en la cual la historia y las imágenes pueden desarrollarse por si mismas.
¿Cuál era tu objetivo con Tyndýk?
Principalmente, dos: primero, quería contar una historia que tuviera más profundidad, matices y calma que un clip típico de una expedición. Quería crear algo que fuera más allá de los tempos rápidos que pueden verse en las imágenes para facebook y twitter. En estos días los alpinistas postean sus blogs desde los campos base, twittean vía Instapaper desde la cima. No hay nada malo en ello. Sin embargo, estoy convencido de que la historia pierde con ello. Quería hacer una película que te llevara no por el riesgo de la historia que contara o por la pura acción de la escalada.
Y segundo, quería dar mucha importancia a los detalles. 3 ejemplos: la ilustración de portada de Ekaterina Koroleva, una artista afincada en Berlín; la fuente elegida para los subtítulos y la web (FF Amman, del diseñador alemán Yanone; un tipo creada específicamente para la ciudad de Amman), o la música para el trailer, grabada en un concierto improvisado en Nurember, sobre una canción de Peter Broderick sobre la transmisión de conocimientos de padre a hijo. Hay muchos pequeños detalles que contar.
Esta importancia que das a los detalles hace que no quieras que se vea pueda incrustar en otras webs...
Sí. La película tiene que verse, salvo una excepción, en la web creada al efecto, www.tyndyk.com. ¿Por qué? Podría compararlo con un restaurante. Como allí, también aquí hay mucho más que la comida y la mesa. Tiene que ver con el ambiente, la atmósfera, la iluminación, arquitectura, diseño. Se trata de apreciar la comida, pero también de cuidar al invitado, con un sentido de calidad y valores. La historia y sus protagonistas son muy valiosos para mí.
¿También en gran pantalla en festivales?
Si, sería genial poder exhibirla en una gran pantalla, delante del público.
Johanna Stoeckl