El Festival de Cine de Montaña MENDI FILM FESTIVAL celebra este año su quinta edición y lo hace estrenando sede; Bilbao. El certamen, que se celebrará entre los dÃas 14 y 23 de diciembre, sumará a la exhibición de las pelÃculas presentadas a concurso la organización de diferentes actividades paralelas para todos los públicos. El Festival, organizado por la Asociación Cultural Mendi Film Festival Elkartea, contará en la capital bilbaÃna con tres escenarios (la Sala BBK, la Alhóndiga y el Palacio Euskalduna) y el patrocinio de la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao y BBK-Kutxabank.
Desde el viernes 14 de diciembre y durante diez dÃas, Bilbao acogerá la proyección de más cuarentena obras (aún en proceso de selección) que optarán a los ocho premios que decidirá el jurado internacional del festival. En él, el público puede disfrutar de una selección de pelÃculas (largometrajes y cortometrajes) y documentales relacionadas no solo con la escalada o el alpinismo; también incluye deportes de montaña y aventura, esquÃ, ecologÃa, medioambiente, etnografÃa… Entre las novedades de este año cabe destacar la participación de algunas de las más relevantes escaladoras y alpinistas del momento.
MENDI FILM FESTIVAL
El Festival MENDI FILM nació hace cuatro años por iniciativa de Eduardo MartÃnez (hoy, presidente del certamen) y Jabier Baraiazarra (su director). Ambos han realizado multitud de documentales (especialmente para EITB y TVE, cadena en la que destacan sus colaboraciones con el programa ‘Al filo de lo imposible’) durante más de treinta años de ‘experiencia montañera’ por todo el mundo. Entre estas piezas cabe destacar la serie ‘7 paredes, siete continentes’, gracias a la que los espectadores han podido acompañar a los hermanos Iker y Eneko Pou en su escalada de algunas de las más emblemáticas cumbres de Estados Unidos, España, Madagascar, Australia, Pakistán, Argentina y la Antártida.
Pese a su juventud, el MENDI FILM FESTIVAL ya ha hecho cumbre entre los más prestigiosos festivales internacionales de montaña, ya que desde el año pasado es miembro de la International Alliance For Mountain Film, junto a otros 20 certámenes. Prueba de este reconocimiento es la invitación recibida este año para participar en uno de esos ‘hermanos mayores’; el Festival della Cinematografia di Montagna de Lugano (Suiza), que se celebrará en septiembre y en el que el certamen vasco exhibirá dos de las pelÃculas ganadoras en su última edición.
Sin embargo, su mayor logro es haber calado entre el público y haberse consolidado ya como una cita ineludible para miles de aficionados a la montaña. Este éxito queda evidenciado en el espectacular incremento de espectadores que el Festival ha logrado edición a edición; de los 3.200 logrados en la primera cita (la de 2008) a los casi 6.000 (5.950) del año pasado. En estos cuatro años suma 17.650 espectadores, con una media de 4.412’5 por año. A estas cifras hay que añadir los miles de personas que han podido disfrutar de las exposiciones fotográficas, teatro de calle y diferentes actividades organizadas por el MFF a lo largo del año.
A lo largo de este tiempo el Festival también ha ido ganando entidad y sobre todo, proyección internacional. En la primera edición únicamente se exhibieron 17 pelÃculas; en la pasada fueron 42, escogidas entre el más de un centenar de cintas de todo el mundo que solicitó la participación desde paÃses como Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Francia, Alemania, Italia, Suiza, Polonia, Ucrania, etc. Entre las presentadas, los sucesivos jurados internacionales destacaron tÃtulos Au de a des cimes 2009, del realizador francés Remy Tezier; The Pinnacle 2010, del británico Paul Dieffley; 180º South 2011, del director norteamericano Chris Malloy.
Además, a la exhibición de pelÃculas se han ido uniendo otras actividades que han hecho de MENDI ZINEMALDIA una cita familiar en la que compartir e impulsar el disfrute de la montaña. Conferencias, visitas a colegios, exposiciones fotográficas, espectáculos de teatro urbano vertical, ‘workshop’, cursos de filmación de documentales de escalada, talleres de fotografÃa o jornadas técnicas conforman la gran oferta lúdica y didáctica por la que ha apostado la organización del certamen y en la que sigue volcando un gran esfuerzo y trabajo. Entre todas ellas se puede destacar la creación de las Jornadas de Literatura, Cine y Montaña, que se organizan conjuntamente con la Facultad de Letras del Campus de Vitoria-Gasteiz de la EHU-UPV y que ya han cumplido dos años, y la puesta en marcha del Mendi Tour, una iniciativa por la que el Festival recorre diversas localidades vascas proyectando sus mejores pelÃculas, que este año ya ha pasado por Tolosa y Arrasate y que tras el verano llegará a San Sebastián y Bilbao (en el Bilbao Exhibition Centre, BEC).
El cine de montaña, tan histórico como el propio cine
En 1901, tan sólo seis años después de los hermanos Lumière presentaran en sociedad su gran invento, ya hubo quien decidió cargar con una de aquellas pesadÃsimas cámaras hasta el monte Cervino. No queda muy claro quién fue el osado pionero, pero en el Museo de Montaña de TurÃn (donde conservan esos seis minutos de historia) le otorgan el mérito a Franck Ormiston, básicamente por ser el autor reconocido de otros cortos rodados en Los Alpes.
En 1905, Félix Mesguich, trabajador de los Lumière, rueda a 2.800 metros de altitud en el macizo del Oberland (Suiza). Su ‘Drama en los glaciares de Blümlisalp’ causó un gran impacto en todavÃa fácilmente impresionable público parisino y es considerada por muchos como el inicio del documental de montaña. Como él, durante años numerosas expediciones dejaron testimonio de sus aventuras, como las del misionero salesiano Alberto MarÃa de Agostini, quien llegó a hollar Monte Olivia, en Ushuaia (Argentina).
Después llegaron los filmes de ficción con ambientación montañera. Una curiosidad: en la que se puede considerar la primera cinta del género, ‘El nido del águila’, se puede ver a un joven intérprete que luego resultó imprescindible para el cine moderno pero que como actor no logró grandes éxitos; David W. Griffith. Estas pelÃculas crearon en la Alemania de los años posteriores a la derrota en la Primera Guerra Mundial todo un subgénero. AllÃ, con los evocadores Alpes tan cerca, nació el ‘Bergfilm’, algo asà como el ‘western ario’, que ensalzaba la figura de un modelo de héroe muy conveniente para la propaganda nazi y que, como era de esperar, desapareció tras la caÃda de Hitler.
En 1952 nace el primer festival de cine de montaña, el de Trento, y esa misma década, con la conquista de los ochomiles, la producción documental se dispara. Este incremento de pelÃculas testimoniales se convierte en todo un ‘boom’ con el avance de la tecnologÃa; desde finales de los 70 y durante los 80 el vÃdeo es ya compañero inseparable de cualquier alpinista. Muchas veces, éstos incluso viajan acompañados de expertos directores como Bernard Germain o Jean Afanasieff, con lo que los resultados son además técnicamente impecables.
En diciembre podremos ver lo mejor de este maravilloso arte y a sus protagonistas en las salas y en las calles de Bilbao.