Con la llegada de la nieve ha concluido oficialmente la temporada 2012 de la Travesía Pirenaica Monte Perdido Extrem. Dos rutas circulares, cuyos recorridos de 46 ó 74 Km. transcurren a través del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Parc National des Pyrénées.
Los refugios de montaña, Pineta, Espuguettes, Serradets, Góriz y Lucien Briet (este último, cuando se realiza el itinerario de 74 Km.) han sido el lugar en el que casi 200 participantes han estampado los sellos en sus forfaits. No todos han intentado la Monte Perdido Extrem Non Stop (hay que realizarla en el día); otros han optado por la versión por etapas, de refugio en refugio, que es la accesible al común de los mortales aun teniendo alta experiencia en montaña.
Imanol Aleson Orbegozo, es poseedor, hasta el momento, del mejor tiempo en el itinerario de 46 Km y 7.640m acumulados. Las 8:02h parecerán surrealistas para la mayoría de los “mortales”, que han realizado el recorrido fraccionándolo en varias etapas, y que aun siendo montañeros, quizás hayan empleado esas 8 horas en una sola de las 4 etapas, y se preguntarán cómo es posible descender desde el collado de Añisclo al refugio de Pineta en menos de 40 minutos, o cómo habrán conseguido ir de Pineta a Espuguettes en poco más de 2 horas, cuando 11 horas se considera un horario adecuado.
Sin embargo, son tiempos que no suenan tan raro entre los corredores de montaña, entre los que es habitual bajar de 12 horas. Cerca de Imanol, Pablo Criado Toca realizó la vuelta en 8:04h, y Joan María Vendrell, guarda de Góriz, en 8:07h.
De entre las chicas que han realizado la travesía circular al macizo calcáreo más alto de Europa destacaríamos a Leire Fernández Abete, que con apenas 14 años paró su reloj en el refugio de Pineta en 11:50h. Y a Patri Lorenzo, responsable junto a Jonás Cruces del club Todovertical V+, por ser la única mujer que se ha atrevido a realizar el reto en solitario.
En la versión larga, de 74 Km y 11.000m acumulados, este año el mejor tiempo fue para Emilio Zarco Barrera y Juan Antonio Valdivia, con 20 horas. No es un listón excesivamente alto, pero desde luego casi imposible para el común de los montañeros.