“En 2008 retomé una línea junto a Stefan Rass que había sido comenzada por Michael (Gschlossei) Grassl en la cara suroeste del Untersberg en el Hochthron, Alpes Berchtesgadener, Alemania. Agradecí el permiso de Gscholssei, porque había estudiado esa línea algunas veces. Stefan y yo colocamos los bolts a la ruta en un camino directo desde abajo. Quedó claro que una escalada en libre de la vía iba a ser muy difícil. No sabía entonces que pasarían 4 años completos hasta que le pude ponerle el punto rojo.
Durante mis intentos a la vía tenía mis dudas acerca de si podría conseguir el proyecto debido a mi altura -el paso clave en la parte de placa se convirtió en un problema de longitud para mí. No abandoné, pensando que quizás un día, a pesar de tener que estirarme tanto, mi pie izquierdo no patinaría. La adherencia era el factor clave. Dudas constantes: ¿debería dejar probar a un escalador más potente? No soy muy amiga de ocupar una vía.
La única época del año en la que el éxito era posible debido a las temperaturas más frescas fue el pasado otoño. Pero o bien ya había previsto expediciones o bien tempranas nieves frustraban mis intentos.
Tras varias pruebas con escaladores amigos míos, tuve que aceptar que requeriría de mucho esfuerzo liberar los 6 largos. Este otoño, tras mi expedición a la isla de Baffin, estaba más motivada que nunca. Llamé a mi amiga Lisi Steurer. Aprovechamos cada día bueno. Nos acostumbramos a la larga aproximación. Gracias a nuestro parecido físico, mis soluciones le venían bien a ella, y viceversa. Gracias a ella, empecé a creer en la posibilidad de escalar la ruta en libre.
El 6 de octubre estábamos a pie de pared. Perfectas condiciones otoñales. Convencidas de que ese día íbamos a tener éxito. Escalé el primer largo, y llegué exultante a la primera reunión sin caerme. Lisi me siguió inmediatamente. Ahora era ella la que abría. Verdaderamente deseaba que pudiera escalar el largo. Pero su pie resbaló en el paso clave de la zona de placa, tal y como había hecho el mío tantas veces antes, y quedó colgando de la reunión. Lisi también cayó en su segundo intento. Decidimos que yo continuara, y conseguí liberar a la primera todos los largos durante aquella bonita mañana de otoño -con gran esfuerzo-, incluso el último de 7c.
A última hora de la tarde Lisi y yo alcanzamos la cima. Poder compartir ese día tan especial con mi amiga significó mucho para mí. Estuvimos de acuerdo en que yo seguiría acompañando a Lisi hasta que ella también pudiera poner el punto rojo a la vía. Más tarde, me emocionó mucho una llamada de Korbinian Rieser, un escalador verdaderamente veterano de Berchtesgaden. Probó la ruta y me dijo: “has hecho una gran línea allí, Ines. Una escalada verdaderamente sensacional en caliza compacta. ¡¡Enhorabuena, de verdad!!.
El nombre de la ruta, Schwarze Madonna (Virgen negra) puede necesitar de alguna explicación: mi hijo de 8 años había elegido la canción de Bata Ilic con el mismo título como su favorita por ese entonces, y se sabía la letra de memoria, y se convirtió en mi compañía constante no sólo durante la primera escalada, sino también durante muchas celebraciones familiares. La frase bíblica del Cantar de los Cantares “soy negra, pero hermosa” también encaja perfectamente con la línea negra que sube por la cara sur del Untersberg. Es la más dura, y de esa forma la “madre” de todas las rutas de Unstersberg, la montaña local en la que empecé a escalar."
180m de pared
Grado sugerido: 8a+
Largos: 8a+, 7a, 6c, 7b+, 7c, 6a
Información cortesía de Black Diamond Equipment: www.blackdiamondequipment.com
Fotografías: Franz Walter