Aunque nadie va a poner en duda a estas alturas las capacidades de Kilian Jornet como esquiador, es cierto que no le habíamos visto en descensos tan extremos como éste. Se trata de un nuevo paso en una evolución que parece estar llevándole hacia terrenos más alpinísticos que los transitados en su carrera como corredor de montaña.
Esta aguja fue esquiada por primera vez en 1977 por Boivin y Détry, pioneros del esquí en pendientes extremas, pero esta línea permanecía virgen. El guía de esquí extremo Vivian Bruchez le tenía echado el ojo desde hace años, pero las condiciones no eran las apropiadas. Hay que tener en cuenta que hasta ahora no era esquiable debido a un gran serac, pero el retroceso del glaciar colgante en los 2 últimos años ha permitido encontrar la ruta, sin asegurarse en ningún momento.
Seb Montaz ha decomentado el descenso, y de momento pueden verse estas fotos que publica en su página de facebook.