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Dolomitas. Montañas de coral

En el Mesozoico, hace unos 200 millones de años, este lugar no era así. No era Italia; y ni siquiera era una zona montañosa como ahora, pues aún faltaba tiempo para que se produjera el plegamiento alpino. En esta remota época, esto era parte del Océano de Tethys Occidental o Alpino, que se abría entre Laurasia y Gondwana, rebosante de vida. Como suele pasar, era una época de cambios. Aquí se erigían vastos arrecifes coralinos, con tal desarrollo que, hoy en día, estos estratos calcáreos conservan una potencia kilométrica en grandes extensiones.
En el Mesozoico, hace unos 200 millones de años, este lugar no era así. No era Italia; y ni siquiera era una zona montañosa como ahora, pues aún faltaba tiempo para que se produjera el plegamiento alpino. En esta remota época, esto era parte del Océano de Tethys Occidental o Alpino, que se abría entre Laurasia y Gondwana, rebosante de vida. Como suele pasar, era una época de cambios. Aquí se erigían vastos arrecifes coralinos, con tal desarrollo que, hoy en día, estos estratos calcáreos conservan una potencia kilométrica en grandes extensiones.


Enrosadira al amanecer desde el Refugio A. Sonino al Coldai.

Con la orogénesis alpina estas formaciones sedimentarias se plegaron y cabalgaron sobre la placa continental Europea, dando lugar a una cordillera que, tal como la conocemos tras el modelado climático (glaciar, aluvial y kárstico, fundamentalmente) ha sido un importante elemento en el devenir de la humanidad occidental: obstáculo, frontera y reducto para las poblaciones humanas que se movían por Europa con unos u otros fines.

Por Dolomitas se entiende pues una vasta cordillera del Norte de la Península Itálica, también conocida como Alpes Orientales, poblada por macizos calcáreos de potencia sobresaliente. Su nombre procede del geólogo francés Déodat de Dolomieu, quien, en 1789, identificó la composición de esta roca de origen coralino, el carbonato doble de calcio y magnesio (MgCa (CO3)2), capaz de cambiar de color a lo largo del día y las estaciones. Siendo ésta blanca o grisácea, al amanecer o al atardecer suele teñirse de colores, que van desde el rosáceo al rojo fuego. Este fenómeno es conocido como “enrosadira”.

Mirando el mapa, esta cordillera parece hacer el papel de nuestras cadenas prepirenaicas, pero respecto a los nudos principales del Arco Alpino. Sus incontables torres y paredes de todas las dimensiones y orientaciones se agrupan en macizos majestuosos separados por amplios valles en artesa que nos ofrecen un paraíso para la escalada. No en vano han sido parte fundamental de la historia del alpinismo; y en ellas escalaremos soberbias vías nombradas con apellidos que resuenan en nuestra mente: Dulfer, Cassin, Messner… en cada vía encontramos palabras que son historia en mayúsculas del alpinismo más épico.


Desde el Lago di Coldai, colgado a 1170m. de desnivel sobre el Valle , la Marmolada se recorta majestuosa en el horizonte.

Dolomitas centro /sur. 6 vías selectas fáciles y no tan fáciles.
La dolomía es pues una roca sedimentaria calcárea, igual que la caliza, pero en la que ciertas condiciones ambientales han favorecido el desplazamiento de un porcentaje de calcio por magnesio. Este proceso se conoce como dolomitización. Su aspecto y sus propiedades son tan semejantes a la caliza que en la práctica no encontraremos diferencias. Debido (pensamos) a las fotos más famosas de escalada aquí, hay una creencia más o menos generalizada de que esta roca se encuentra siempre muy fracturada en diminutos trozos, pero esto no es cierto; más bien según el macizo que elijamos encontraremos una roca más de una forma o más de otra, encontraremos roca monolítica en dosis descomunales y pasajes descompuestos de mírame y no me toques, como en todas partes; y cada zona sin duda nos recordará la escalada en otras zonas de nuestra geografía, tan dispares que nos sorprenderemos gratamente.

La escalada aquí es siempre vertical y vertiginosa, grandes patios y soberbios paisajes nos esperan por doquier; y la cambiante meteorología nos ofrece sin parar espectaculares momentos, sobre todo en las primeras y últimas horas de cada día.


Los autores, Daniel Vega y Álvaro Lafuente en la cima del Monte Agner.

El eterno problema: la elección
Cuando uno comenta a sus conocidos que se va de viaje a escalar a Dolomitas, todos los que han estado se apresuran a recomendarte zonas y vías en concreto, generalmente porque ellos fueron a esas vías. La impresión suele ser tan satisfactoria que hacemos recomendaciones como si se tratase de un pequeño lugar que podemos conocer en dos o tres viajes; y a esto se suma que nuestra mitomanía nos hace ir a las rutas más transitadas sin plantearnos salir del “sota, caballo y rey”.

Si algo podemos recomendar en realidad sin equivocarnos, es tan sólo lo siguiente: para escalar en roca en Dolomitas la mejor época del año es de junio a septiembre; y debemos llevar cuerda doble y un buen juego de fisureros, friends, micros y cordinos. En la inmensa mayoría de las zonas, las chapas brillan por su ausencia.


En la Carlesso-Menti. Abajo se distinguen Alleghe y su lago.

Hemos de pensar que la extensión del Sud Tirol es mucho mayor que el Macizo del Mont Blanc. En semejante área las vías excelentes son cientos (y no pocos). Los buenos conocedores de la escalada dolomítica son, por norma general, gente que vive allí. Así mismo la bibliografía es extensísima, y la encontraremos en italiano, alemán o inglés, pero no en español. Además, hemos de tener en cuenta que según haya sido el año, según sea la temporada, en qué mes nos encontremos y la meteo que haya ese momento, lo más recomendable será tomar unas u otras opciones. La escalada satisfactoria en Dolomitas requiere una buena elección de la vía a escalar en cada momento, y normalmente sobre la marcha hemos de “negociar” con los elementos y planificar las jornadas venideras para aprovechar bien los días. Se hace necesario contar con opciones tanto en la zona que estemos como en otras zonas, para lidiar con las lluvias, los inoportunos neveros que mojan nuestra vía, otras cordadas y demás eventualidades; y además aprovechar las ventanas de buen tiempo para hacer las actividades que requieran varios días. Un casi continuo diálogo con tu compañero de cuerda acerca de a dónde ir los próximos días es ineludible.

Aún así, las excelentes selecciones de itinerarios propuestas por varias editoriales nos serán de gran ayuda. Enseguida comprobareis que la gente de la zona es súper simpática y siempre está dispuesta a ayudarte, en las oficinas de turismo obtendrás valiosa información de la zona, la meteo y estupendos mapas gratuitos, y en las numerosas tiendas de montaña te informarán acerca de qué guías de escalada y qué itinerarios elegir. Nosotros, humildemente, te proponemos y documentamos media docena de vías que, tras tanta negociación, nos han resultado del todo satisfactorias y recomendables en una zona del centro y Sur en la que nos hemos movido con unas circunstancias de tiempo atmosférico y época del año, durante dos viajes de quince días.
¡¡Buenas escaladas!!

Los croquis de estas vías están publicados aquí.


En el descenso de la Tercera Torre di Sella, con el Sasso Lungo enfrente.

Marmolada d’Ombretta (3.247m.)
CARA SUR

Via Don Quixote / Don Chisciotte (H. Mariacher, R. Schiesti; 1979) 6b, 800m.

Recuerdo que llegamos a Canazei a media mañana, más bien mediodía, tras vivaquear en un parking/area recreativa. Comimos en una mesa del parque municipal (benditos sean sus aseos públicos), en la confluencia del río con el arroyo... la inmensa mayoría de las pocas noches que he pasado en zonas habitadas de Dolomitas han sido en equipamientos de ocio infantil... ¡Qué cabañitas más majas, siempre con sus bancos, mesas y fuentes! cuando llegas a un sitio nuevo en este plan ahorrativo que lamentablemente tenemos que practicar tan a menudo, todo son dudas... ¿Le sentará bien a la gente que estemos aquí comiendo/durmiendo/aseándonos? Pronto vimos que esto no es como lo que en Francia o Suiza habíamos padecido: aquí la gente hablaba con nosotros con simpatía y nadie nos molestó nunca ni nos dedicó una mirada descortés, si bien nosotros intentábamos no molestar cambiando nuestro campamento de sitio y recogiendo todo con presteza.

Esa tarde la dedicamos a recopilar toda la información posible, que fue mucha: la meteo y los mapas en la oficina de turismo; y gas, cordinos de aramida, croquis e información práctica en la tienda de montaña... Teníamos por delante dos días de tiempo más bueno que malo; y luego sería muy variable. Era junio, y había elegido bien la vía: la gran clásica Don Quixote era de las pocas que ya podían hacerse “en seco” en la pared sur de la Marmolada, nuestro objetivo principal. Es una de las vías más repetidas, y con razón: longitud (800 metros), ambiente típico marmoladiense, dificultad moderada (6b máx.) y reuniones y pasos claves equipados (clavos).

El glaciar estaba aún nevado y no tendríamos que acarrear crampones (pensábamos llevar un par para los dos y bajar encordados en otro caso). Llevaríamos una mochila de 30 litros para los dos con tres litros de agua, barritas, dos plumas, dos chubasqueros y las zapatillas. Cenamos y maldormimos con ansiedad. al día siguiente tardamos bien poco en llegar al final de la carretera de Malga Ciapela, donde nos preparamos las cosas también a prisa y emprendimos la marcha. Tras dos horas de deleitante aproximación, llegamos al refugio Onorio Falier. Nos acogieron muy familiar y hospitalariamente, nos indicaron que era la segunda canal la que habíamos de coger, que podía llover algo a la tarde, cosas así...

A eso de las cinco ya estábamos acabando el desayuno, y a las seis bordeábamos el pie de pared buscando nuestra canal de acceso. La clave era escalar con ritmo pero sin perdernos, siempre con un ojo en el croquis y en los alrededores... Al fin y al cabo no es para tanto: mi sensación era la de tener delante dos Peñones de Ifach consecutivos, con un glaciar de bajada detrás; pero en junio bien se hace en el día. Y así fue como lo hicimos. Salvo por la lluvia con granizada del penúltimo largo, todo según el plan. Llegamos justo con las últimas luces al lago/embalse de Fedaia, donde nos alojamos en el Refugio Marmolada la mar de felices.

Punto de partida: Malga Ciapela (Rocca Pietore, BL). Seguir la carretera que va al camping; y continuar hasta un puente donde nos está prohibido seguir en coche. Continuar a pie siguiendo las indicaciones al Refugio Falier (2h). Punto de ataque: Refugio Onorio Falier. Llamar con antelación para hacer vuestra reserva (tel. 0437 72 20 05), lo recomendable es subir con lo puesto pues bajaremos por el lado contrario de la montaña. Desde aquí hay una casi una hora de aproximación, evidente (450m. de desnivel).

Dificultad: ED inf. Max. 6b (V+/A0).

Horario: Unas 7 horas, variable.

Material: Fisureros, friends, micro friends, cordinos y cintas largas.

Descenso: Desde la cumbre en un rápel alcanzamos el Glaciar, según las condiciones tendremos que rapelar de nuevo o no. desde aquí podemos ir al teleférico (cierra a las 16.20h) o bajar caminando por el glaciar hacia el Lago di Fedaia (refugio intermedio, 2-3 horas). Allí también disponemos de alojamiento. Para volver al coche, lo normal es hacer auto-stop.

Carácter de la vía: Si bien el ambiente es el famoso de la Marmolada (grandes placas monolíticas con patio y alejes) la vía sólo es expuesta en tramos fáciles; lo fundamental será mantener un buen ritmo. Diversas variantes son posibles. Prestar atención al agua (es cara Sur) y prever la meteo y el frío en la cumbre.


La magnífica pared Sur de la Marmolada.


En la parte media de la vía Don Quixote. Al fondo el característico Paso de Ombreta.


La bajada por el glaciar. Al fondo se recorta el Sasso Lungo.


El patio es impresionante en la parte superior, apenas se distingue el refugio.


El refugio Onorio Falier , bajo la pared Sur de la Marmolada.

PALE DI SAN MARTINO

Valle di San Lucano. Monte Agner. Cara Norte. Spigolo Nord (MD sup. 1.700m.)

El mes de marzo de 1997 lo pasamos en grande en Fort Williams, escalando en el Ben Nevis. Allí adquirí mi primera guía de Dolomitas, una de esas del Alpine Club, que entonces eran lo más. Mi compañero ya había estado y me contaba cómo era la escalada en aquel lugar maravilloso que iría a conocer sin lugar a dudas (aunque no pensé que tardaría tanto). Enseguida me enseñó la foto número 21: Group 2. Monte Agner NNE flank. “Mira, la pared más grande de Dolomitas”.

Si Dolomitas era donde había grandes paredes, esta debía de ser la repera. Me la estudié a conciencia: “A long, serious free climb on a magnificent natural line up the highest face in the Dolomites. The rock is mostly very good, stances and bivouac sites excellent. The climb is in four sections. First, the lower buttress covered with scrub thicket and leading to a large shoulder. Then a steeper section to the second shoulder, also vegetated. next a series of chimneys to the R of the ridge leading to the top of a tower. Finally a steep 200m step including some of the hardest climbing on the route. 1700m 12hr.”

Dieciseis años más tarde, aquel obelisco seguía siendo igual de grande, y yo me afeitaba más a menudo. La Norte del Monte Agner es la segunda cara Norte más larga de los Alpes, sólo por detrás del Eiger. Sin embargo, debido a su altitud más modesta (2872m) se trata de una escalada en roca, o más bien en selva y luego en roca. Sólo sobreviven al verano un pequeño helero somital y las inmensas acumulaciones de nieve de sus canales. Por suerte, los tramos más selváticos están excelentemente acondicionados, es como un sendero-galería con las ramas cortaditas y raíces desenterradas para asegurarte bien. Si bien no es un tipo de escalada deleitante, si que es curioso y nos enseña cómo de tenaces debían ser aquellos alpinistas (Gilberti y Soravito) que en 1932 escalaron más como jabalís que como seres humanos. Tras los dos contrafuertes de escalada selvática obtenemos la recompensa: un pirulo de roca descomunal.

Obviamente, si toda esta vía fuera como la segunda mitad, sería mucho más famosa. Aun así nos encontramos ante una escalada muy larga en la que tendremos que vivaquear o bien emplear todo un largo día de verano, en cuyo caso podemos prescindir de saco pues el vivac Biasin está excelentemente equipado con literas y mantas. Además hemos de tener en cuenta que la parte más difícil está al final, con cinco largos de escalada seria (V+, V+, 6a+, V+, V). Su otro punto fuerte es la belleza sobrecogedora del lugar. La escalada está repleta de vistas inolvidables; y los últimos largos por el filo del obelisco son la apoteosis del IV+.

Punto de partida: Desde Taibon Agordino seguir la carretera del Valle di San Lucano. A la izquierda veremos nuestro objetivo y un cartel de madera señala el camino al vivac Enzo Cozzolino. Ahí mismo se aparca y se sigue el sendero hacia el refugio-vivac (bien marcado, carteles).

Punto de Ataque (y tiempo de aproximación): Bien desde el coche (una hora) o bien desde el vivac Cozzolino (10 minutos). La vía empieza en un diedro junto a una aguja característica, evidente.

Dificultad: MDsup. Un largo de 6a/6a+, tres o cuatro de V y muchos metros de III, IV y IV+.

Longitud y horario: 1700m. Unas doce horas.

Material: Fisureros, friends, micros, cordinos y cintas largas.

Descenso: Por la Vía Normal de la Cara Sur, bien marcado y con tramos de ferrata hacia el refugio Scarpa. Encontraremos el refugio-vivac Biasin cerca de la cumbre, bien equipado, donde podemos pasar la noche para volver al día siguiente hasta el coche, caminando por senderos o bajando a Frassenè y en autostop.


Monte Agner. El grupo del Agner.


Desde el tramo superior, la Pala di San Lucano, Taibon y el macizo del Monte Civetta.

CIVETTA, CARA NW

Torre di Valgrande. Carlesso - Menti (VII+, 500m.)

Civetta, la pared de las paredes. El apodo lo dice todo. De estética alucinante, hipnótica, mientras escalábamos en la Marmolada ya teníamos claro que esa pared que emergía recortada de entre la neblina sería lo siguiente; además las recomendaciones de amigos y las reseñas corroboraban que ése era un destino ineludible.

La Pared NW del Monte Civetta es preciosa, vertical, compleja, con torres, neveros, y un zócalo de 200 metros que le da a sus vías un carácter de difícil retirada. En principio, nuestro plan era uno de los dos impresionantes sistemas de fisuras que suben directos a la Punta Civetta, andrich-Faè y Aste-Susatti, pero estaban, como es bastante habitual, mojados. En ese caso la siguiente opción era una especie de raya pintada con cartabón en una torre cilíndrica… ¡Si ves el croquis antes de la realidad pensarás que es un croquis muy esquemático! La Torre di Valgrande es como un pepino gigante, o más bien una calabaza, rajado a cuchillo a lo largo por la Carlesso-Menti.

De trazado obvio y sencillo, esta vía recorre la brutal fisura que surca en vertical la pared desde el zócalo hasta la cima. Ni siquiera es un sistema de fisuras, sino un sólo tajo perfecto, que al escalarlo se muestra generalmente como diedro o canalizo.

Nos encontramos ante una vía seria, difícil y comprometida, pese a estar bastante equipada con numerosos clavos de fiabilidad muy variable. Aunque la escalada es evidente, tanto el acceso como el descenso requieren atención y la retirada es difícil.

Punto de partida: Alleghe. Desde aquí subir hasta la estación de esquí (Pian di Pezzè). Ya a pie, ganar el Collado de Coldai (una hora). Aquí también podemos llegar por detrás (por el Este) desde el valle de Zoldo. En otra hora llegamos al refugio Coldai. Tanto la comida como el alojamiento son excelentes.

Punto de ataque: Refugio Coldai (2132m). Seguir el sendero que sale al Oeste hacia la Forcella Coldai. Superada, seguimos por el sendero en dirección Sur-Suroeste hasta la gran pedrera de acceso. Tomar una profunda canal a la izquierda de la torre y subir unos cien metros (nieve dura) hasta encontrar un flanqueo a la derecha con hitos. Flanquear y luego subir directamente hasta el inicio de la vía. Dos horas.

Dificultad: ED sup. Un pasaje de VIII-, tramos de VII y VI. Obligado 6b/ A2e.

Longitud y horario: 500m. 7 horas.

Material: Friends, microfriends, fisureros, cordinos, cintas largas.

Descenso: Sutil, zigzagueante y delicado, siguiendo los hitos hacia la izquierda (NE) buscando la confluencia con la Torre de Alleghe y bajar por la canal con dos rápeles cortos o destrepando por terreno indefinido (III) hasta el sendero Tivàn, que hacia el N nos lleva al Refugio Coldai.


La Civetta . La formidable Cara NW del Monte Civetta.


Vista de la vertiente NW del Monte Civetta desde la vía Carlesso-Menti.


L3 de la Carlesso-Menti.

PIZ CIAVACES. CARA SUR

Schubert-Matthies (ED inf; 6b, 300m.)

Salvador Angelet, un señor ya mayorcito, es una persona que venía mucho por Benasque, pero últimamente van (Trini y él) más por Dolomitas... de hecho van mucho por allí. Hablamos de aquello poco antes de partir; y fue una suerte pues me dio valiosos consejos... Que si Canazei era el lugar indicado para ir a la Marmolada, que si con tiempo lluvioso la opción era ir a la pared Sur del Piz Ciavaces, donde hay vías al gusto del orden de los 300 metros...

Por otra parte Luis Alfonso, Luichy me prestó una pequeñísima guía, pero muy muy selecta, en la que encontramos las dos vías más famosas de la pared: La Gran Micelucci (hay una Pequeña Micelucci más fácil) y la Schubert-Matthies. Esta recorre el extremo derecho de la pared, por el filo de una profunda canal. “Este Schubert igual es el de Seguridad y Riesgo ¿no? ¡Mira qué trazado! ¡De cabeza!” Y no nos defraudó: Vía brutal con dos pasajes de sexto y el resto en quinto bastante mantenido, pero toda ella de una estética y una calidad excelente, con algún clavo por ahí y reuniones equipadas a químicos que te garantizan una rápida y segura retirada si empieza a llover antes de la cuenta... ¡Sí señor!: desde aquí también puedes hacer planes.

Magnífica vía para hacer en una mañana, roca excelente y buena protección salvo un muro de V de esos con agujeros tipo Montsec, donde navegarás. Diversas opciones en la misma pared.

Punto de partida: Canazei. Desde la carretera al Paso de Sella, evidente, 15 minutos.

Dificultad: ED (max. 6b)

Longitud y horario: 300m. 4 horas.

Material: Fisureros, friends, micros, cordinos, cintas largas.

Descenso: por la gran faja hacia las torres de Sella, evidente y espectacular, una hora.


L5 de la Schubert -Matthies.


El Sass Pordoi desde la vía Schubert -Matthies.

3ª Torre de Sella. Cara Oeste

Vía Vinatzer-Peristi MD-/V+ 350m.

Buscando vías fáciles para hacer sin madrugar, llegamos a la conclusión de que esta era apropiada para hacer el día que nos levantásemos tarde. Una gran clásica de la zona que sube la estética Tercera Torre de Sella (2.688m) por la cara Oeste. Las torres fueron ascendidas por primera vez por K. Berger y E. Franzelin el 29 de julio de 1900, la vía Vinatzer fue escalada por primera vez a mano de Giovanni Battista Vinatzer y Vicenio Peristi en junio de 1935.

La vía recorre en un trazado vertical casi toda la longitud de la pared. La roca es en su mayoría de buena calidad, sobre todo en la bonita fisura de dedos del 6º largo, que está bastante equipada. El recorrido en algunos tramos no es evidente y puede hacer que perdamos mucho tiempo buscando por donde va. Es una escalada de aventura, tendremos que proteger la vía casi en su totalidad, incluso en alguna reunión, y el descenso no es mucho más fácil que la subida ¡eso sí, es impresionante! La roca desde lo lejos no parece de buena calidad, pero una vez escalando está bastante limpia al ser una clásica y nos encontramos numerosos puentes de roca de roca solida donde poder proteger.

Es una vía muy bonita de grado asequible donde a su vez disfrutaremos de las vistas del Sassolungo, de los parapentistas pasando a metros de la pared y si tenemos suerte veremos un bonito atardecer. Otra opción en la torre, es la vía Senoner más directa y difícil.

Punto de partida: Desde Canazei cogemos la carretera SS242 hacia el Paso de Sella durante 12km. En él, aparcamos el coche con las torres ya visibles.

Aproximación: Cogemos el camino que nos lleva a la vía ferrata “Les Meisules” y en 20’ (evidente) llegamos a la base de la vía, un poco incómoda ya que es una canal de barro y piedras muy sueltas.

Dificultad: La vía es en su mayoría de cuarto grado, con algún tramo de V y V+.

Longitud y horario: 350m. 20’ de aproximación, 6h para la vía y 2h de bajada.

Material: Un juego de friends hasta el 2 y otro de micros. Fisureros, cintas largas y cordinos para lazar.

Descenso: El descenso esta marcado con puntos rojos, aunque algunos no son bien visibles. Desde la cima bajar hacia la vertiente opuesta siguiendo los hitos hasta un corto rápel de 20m y luego continuar por un impresionante tramo en terrazas y destrepes aéreos. Más tarde pasaremos por mitad de la vía, justo por la base del largo de V+. Nos meteremos en la canal contigua a la segunda torre. Cuidado aquí si esta mojado o llueve porque se forma un barranco. Para acabar el descenso realizamos dos o tres rápeles de 30m y 20m.


La famosísima “fisura de dedos” de la vía Vinat zer-Peristi a la Tercera Torre de Sella.


Las Torres de Sella.


Atardecer frente al Sasso Lungo.

Grupo de Sella. Meisulles dala Biesces

Vía Franz (VI dos pasos de VII- , C4 / P1 / III 350m.)

Buscando alguna vía de mayor dificultad nos topamos con esta en la guía “Vie e Vicende in Dolomiti”. Parecía aérea y de mayor dificultad que las demás que habíamos escalado al tener varios pasos de VII y por ser la mayoría de los largos de VI. Nunca habíamos oído hablar de esta zona, está menos concurrida que el grupo de Sella. La vía fue ascendida por primera vez por I.Rabanser, S.Comploi, T.Zuech en el 1987. Y la verdad, es un rutón muy bueno. Travesías aéreas, largos muy verticales de buenísima roca navegando por placas negras.

En la actualidad está bastante equipada y con la roca también muy limpia, esta hasta marcada por el magnesio. Es una escalada muy vertical en la parte inferior, bonitos pasos y largos de continuidad, hasta tendremos alguna reunión incomoda un poco colgada, la parte superior de la pared es mas tumbada y la dificultad la encontraremos en pasos mas aislados. Si queremos abandonar nos puede resultar un poco complicado, la parte inferior es fácil rapelarla, pero si nos encontramos arriba y queremos bajar será mejor plantearse salir por arriba.

Esta pared tiene numerosas vías de baja y alta dificultad, bastante aéreas y de muy buena roca. Además hay un sector de deportiva en la misma zona.

Punto de partida: Desde Val Gardena se sube al Passo Gardena y se aparca en una fuerte curva a la derecha. Desde aquí ya divisamos la pared azul con diedros naranjas que tenemos al otro lado de la carretera. Si venimos desde Canazei, tendremos que pasar el Passo Sella y bajar el valle hasta cerca de Plan de Gralba sin alejarnos de la pared.

Punto de Ataque: Desde el parking, empezar a subir hacia la pared por el lomo y luego atravesando a la izquierda. Otra opción es seguir por la carretera y después ascender por la pedrera. Elegir la opción más cómoda, es muy evidente. 20’

Dificultad: VI dos pasos de VII- , C4 / P1 / III 350m

Longitud y horario: De 6h a 8h. 11 largos 350m.

Material: Cintas largas, 1 juego de friends, micros y fisureros. La vía está provista de clavos y alguna chapa y la mayoría de reuniones están equipadas e incluso en algún largo no necesitaremos proteger nada. En algunos tramos es complicado proteger.

Descenso: Bastante evidente. Nada más salir, seguir el camino poco marcado a la izquierda, este se va volviendo evidente con hitos. Discurre por debajo de una pared negra y pasaremos varias canales. Seguir sin perder ni ganar altura hasta una gran pedrera donde bajaremos hasta la carretera en 1h.


En la vía Franz. L5.


L5.


Llegando a R1 en la vía Franz.

Piccolo Dain. Parete del Limarò

Diedro Maestri. VI°+, A0 6c.

Arco es una localidad de la provincia de Trento. Se encuentra en el valle de Sarca y cuenta con vías de escalada para todos los niveles y modalidades, desde vías deportivas y bloque hasta vías largas de gran calidad. Se encuentra a tan solo unos kilómetros de Dolomitas y resulta una buena alternativa o como complemento para el viaje de ida o de vuelta si volamos a Bergamo o Milan, cuando la meteorología no sea buena en Dolomitas o si queremos un clima bastante más templado si las condiciones son muy frías en los vecinos Dolomitas.

La zona cuenta con más de un millar de vías de todos los estilos, y una de ellas es el Diedro Maestri, una gran clásica muy recomendada por los locales en estilo de autoprotección. La pared es impresionante y tiene otras muchas vías, ésta recorre el gran diedro visible desde lo lejos que parte la mitad de la pared. La parte inferior del diedro es una escalada salvaje y clásica, tendremos que luchar contra la vegetación, pero acompañada de unos bonitos largos. En la parte central, con seis largos de dificultad, muy bonitos de escalar en libre, nos encontraremos dificultades de A1/6a, fáciles de proteger, (en libre llegan hasta 6c en el cuarto y octavo largo).

La parte superior, aunque mas fácil, sigue siendo muy bonita. Toda la vía se protege de maravilla, está equipada con clavos y algún spit en las reuniones. La mayor parte de la ruta son bavaresas, diedros, y un largo de chimenea. Es una escalada muy clásica con pasos técnicos, aunque la dificultad no sea muy alta. Si nos queremos bajar a mitad de vía, solo tendremos que dejar algún mosquetón en las reuniones o algún cordino en algún árbol.

La vía nos ocupará un día entero. Según la velocidad que llevemos, nos costará 8h subir y bajar si vamos ligeros. La aproximación y el descenso son bastante evidentes, en caso de salir de noche sería fácil bajar. La pared se encuentra repleta de vías equipadas y semi-equipadas de alta dificultad y de gran calidad. Merece la pena buscar información de la pared si estamos buscando otro tipo de escalada. Como ya he dicho, el valle de Arco esta lleno de vías de escalada de todos los grados y dificultades. Una bonita opción es la vía Giovanni Segantini en el Monte Colodri, al que se accede desde el camping de Arco, una vía muy recomendable de 7º.

Punto de partida: Desde Arco coger la SS45bis hasta Sarche. Aquí dejamos el coche en la salida por la carretera SS237.

Aproximación: Seguimos a pie la margen derecha del rio, aquí ya es visible la pared, en la primera curva a la izquierda de la carretera sale una pista con una barrera hacia el rio, seguirla y llegar hasta los grandes cables que cruzan el rio. 15’

Dificultad: La máxima dificultad la encontramos en tres largos, uno de VI y dos de VI+ de A0 escalándolos en libre serán 6c, 6b+ y 6c

Longitud y Horario: 350m, 12 largos, 7h

Material: Friends hasta el 3 o 4. Fisureros y cintas largas. Si se va justo en el grado, un estribo va bien.

Descenso: Desde el final de la vía subir por el bosque hasta llegar a un marcado camino, seguirlo dirección Sarche, pasaremos por una pequeña ferrata picada en la guerra y en 30’ estamos en el coche.


Diedro Maestri. L4.


Diedro Maestri. L7.

Tags: dolomitas, coral

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Comentarios

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1 comentario

1. lekim11 - 07 Ene 2014, 20:41
push up!!

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