Utilizamos cookies propias y de terceros para optimizar y posibilitar la navegación de la web, y a partir de tus hábitos de navegación poder mejorar nuestros servicios y ofrecerte una mejor experiencia de compra.

Obtén más información en nuestra Política de Cookies.

Portes Gratis
a partir de 49 €

Vida en grandes paredes (I)

La escalada en grandes paredes es una de las actividades más aventureras y complejas del mundo del alpinismo. Es allí en donde convergen todas aquellas técnicas y planteamientos logísticos empleados durante la escalada en roca y la escalada en terreno alpino.
La escalada en grandes paredes es una de las actividades más aventureras y complejas del mundo del alpinismo. Es allí en donde convergen todas aquellas técnicas y planteamientos logísticos empleados durante la escalada en roca y la escalada en terreno alpino.

No cabe duda que el mundo del montañismo es diverso en lo relativo al número de disciplinas englobadas bajo tal denominación. Es una gran familia en la cual cada uno de sus miembros actúa con total independencia. Hace años el alpinista era la figura representativa de tal concepto. Aquel individuo preparado para resolver cualquier tipo de escalada y en cualquier tipo de terreno, tanto en roca, nieve o hielo como en verano o en invierno.

Hoy en día la diversidad de facetas es más amplia y la especialización es lo más habitual, cubriendo todas aquellas actividades características del mundo de la montaña: escalada deportiva, escalada en vías de pared de varios largos, escalada en fisuras, escalada artificial, escalada de bloques, escalada de rocódromo, escalada de competición, escalada en cascadas de hielo, escalada de dry tooling, escalada de corredores, escalada en aristas, escalada alpina, escalada en terreno nevado, escalada en grandes paredes, etc.

En ocasiones los escaladores dispondrán del interés y la habilidad de practicar todas estas actividades en su totalidad, sin preferencias y a la antigua usanza. Otros escaladores, sin embargo, prefieren practicar solo una de las actividades del montañismo, centrándose en ella de manera predominante. Es una de las maravillas del montañismo: disponemos de espacio para todos, libertad de hacer lo que nos gusta sin sentirnos presionados. La escalada en grandes paredes representa uno de los retos más anhelados dentro del conglomerado de las actividades montañeras. En verano o en invierno, en la península o al otro lado del charco, en libre o artificial, en roca granítica, caliza o arenisca,… la gran “tapia” siempre nos está esperando.

Pero, ¿qué es una gran pared?

No disponemos de un número de metros exactos que nos sirvan para definir la altura mínima en la cual englobaremos una gran pared. Ni tampoco disponemos de una localización precisa en el planeta para definir una gran pared.

El concepto de una gran pared viene dado por una serie de variantes, tanto de carácter técnico como aquellas originadas por las condiciones morfológicas de la pared. No es preciso disponer de una pared de mil metros para considerarla candidata al termino de Big Wall. Una altura de 200 metros de desnivel en roca puede ser suficiente para definir tal concepto, siempre y cuando empleemos para realizar su ascensión las técnicas propias de escalada en grandes paredes.

Tales técnicas son particulares y disponen de unas condiciones muy específicas adecuadas a este terreno de juego. A continuación veremos algunos de los condicionantes que nos ayudaran a definir el concepto de una gran pared:

- con la posibilidad de vernos forzados a permanecer al menos una noche en ella. En ocasiones podremos prescindir de tal vivac simplemente con la ayuda de cuerdas fijas que nos permitan descender hasta el suelo y así continuar nuestra escalada al día siguiente.

- La ascensión nos obligará a emplear técnicas de escalada en artificial y técnicas de escalada en libre. En terreno alpino incluso será necesario el empleo de técnicas de escalada en hielo y nieve. Debido a la complejidad de los largos el mayor porcentaje de la escalada la realizaremos empleando técnicas de artificial, sin menospreciar la posibilidad de forzar esos largos en libre.

- El empleo de cuerdas fijas y su consiguiente proceso de ascenso y descenso será casi obligatorio.

- Debido a la larga permanencia en pared nos veremos obligados a izar petates cargados con el material y equipo necesario para llevar a cabo la escalada.

- Tal logística nos llevará a perfeccionar nuestro sentido de organización y seguridad en grandes terrenos verticales. Maniobras especiales de cuerda, como por ejemplo los péndulos o rápeles guiados, serán necesarias para poder salir de la pared con éxito.

- Será necesario el montaje de vivacs en repisas y hamacas con el fin de posibilitar el descanso de la cordada.

Si nuestra ascensión reúne todos estos condicionantes podremos hablar de escalada en grandes paredes.

Ahora bien, hoy en día los códigos éticos y mentalidad de los escaladores de pared han cambiado radicalmente con respecto a hace unos años. Por un lado disponemos de la mentalidad actual de realizar la ascensión limpia, en libre y con rapidez obligando a los escaladores a cambiar la logística y las técnicas empleadas, con el fin de salir lo antes posible. Por otro lado disponemos de la mentalidad de escalada en pared clásica, eso sí, un tanto más limpia con lo que respecta al empleo del material que hace unos años pero sin la presión de la velocidad y el tiempo a emplear en pared.

Un ejemplo de ello puede ser la vía clásica del Nose, en el Capitán. Es una ascensión de 1.000 metros que podemos escalar en tres horas o en tres días. Aquellos que escalan el Nose en menos de 5 horas son una selecta minoría, eso sí, en aumento debido a la mentalidad de la escalada actual. Los escaladores más “humanos” posiblemente escalamos el Nose en tres días o en el mejor de los casos, en menos de 20 horas. De ahí que sea cual sea nuestra elección a la hora de plantearnos tal escalada una cosa está clara, y es que la gran pared seguirá siendo grande al margen de nuestro planteamiento de ascensión. La preparación física y técnica de ambos grupos de escaladores está orientada al reto de una gran pared.

A continuación veremos algunos puntos significativos y a tener en cuenta durante nuestra escalada en grandes paredes.

ESTILOS DE ASCENSIÓN

La longitud de la pared, su dificultad, climatología, altitud, orientación o peligros objetivos van a determinar el estilo de ascensión empleado por la cordada. Así mismo, la mentalidad y preparación física de los escaladores serán un factor predominante a la hora de tomar tales decisiones.

Estilo alpino clásico

Lo emplearemos en vías de pared alpina de aproximadamente un par de días de duración. El primero de cordada escala con dos cuerdas en doble, de 8,5 o 9 milímetros y una mochila de poco peso. El segundo de cordada asciende con la mochila más pesada, bien escalando o bien ayudado por las cuerdas para progresar.

A veces el segundo de cordada puede emplear una de las cuerdas para ascender mediante un sistema de ascensión por cuerdas (jumars, prusiks, nudos, etc.) mientras permanece asegurado por la otra cuerda. Una vez montado el vivac, prepararemos el equipo para el día siguiente. Si ascendemos progresando por la cuerda hemos de tener precaución con los rozamientos de ésta con la roca, evitando que se pueda dañar o romper. En cordadas de tres escaladores repartiremos el peso entre los dos segundos, los cuales ascenderán cada uno con su respectiva cuerda.

Estilo americano de ascensión

Es el sistema de ascensión más empleado durante la escalada de vías en pared de varios días de duración (foto 1, ascendiendo en pared). El primero escala y el segundo asciende por la cuerda fija.

Para ello, el primero asciende con una cuerda de escalada en simple y de 10,5 o 11 milímetros de diámetro. Así mismo, el primero transportará otra cuerda auxiliar que le ayudará a subir el petate.

Ésta puede ser estática, para facilitar las maniobras de izado. Algunos escaladores prefieren, sin embargo, emplear una cuerda auxiliar dinámica, para poder usarla en el supuesto de que la cuerda principal de escalada se dañe. El proceso a seguir es el siguiente:

- El primero empieza a escalar asegurándose con la cuerda principal pasándola por los seguros que va colocando. La cuerda auxiliar cuelga del arnés sin pasar por ningún seguro.

- Cuando el primero termina el largo y llega a la reunión recogerá la cuerda sobrante, la plegará y fijará la cuerda a la reunión con un par de nudos de anclaje. Para mantenernos cerca de la reunión podemos emplear una cinta o probador, pero siempre permaneceremos unidos a la reunión mediante la cuerda de escalada.

- Al mismo tiempo pasamos la cuerda auxiliar por una polea con freno, la tensamos y avisamos a compañero de que la cuerda de escalar está fija y de que puede empezar a subir, una vez que suelte el petate de la reunión.

- El segundo asciende por la cuerda de escalada desequipando el largo, mientras que el primero se limitará a subir el petate hasta la reunión.

- Una vez que el segundo llegue a la reunión puede ayudar al primero a terminar de subir el petate, si éste no está ya arriba.

- Se produce el relevo de cordada, se pasa el material y la cuerda auxiliar y se repite el proceso sucesivamente hasta finalizar la vía.

Sistema de cuerdas fijas

La instalación de cuerdas fijas durante la escalada es una actividad muy empleada durante la apertura de nuevos itinerarios, sobre todo en regiones remotas. Para ello emplearemos cuerdas estáticas de buen grosor y resistencia de 10.5 o 11 milímetros de diámetro, con el fin de garantizar una mayor seguridad a la abrasión.
Los tramos superados en cada jornada los iremos dejando equipados con cuerdas estáticas fijadas a la pared, garantizándonos la retirada con la llegada de la noche o del mal tiempo. Tales cuerdas nos ayudarán a retornar a la pared y continuar la escalada en el máximo punto alcanzado.

Gracias a ésta técnica podremos continuar con la escalada hasta que decidamos que todo está preparado para realizar el ataque final. Con el sistema del empleo de cuerdas fijas se ha logrado ascender grandes paredes en regiones del Himalaya, Patagonia, Baffin, Alaska, Canadá, etc., lugares en donde la climatología es adversa e inestable. Estancias superiores a veinte días en pared son duras y casi imposibles de conseguir, debido sobre todo a la logística, a los víveres que hemos de transportar y al desgaste físico y mental que produce una prolongada estancia en pared. Bajar a la seguridad del campamento nos ayuda a cargar las pilas y esperar protegidos al buen tiempo.

Este sistema también es práctico durante la apertura o repetición de itinerarios cuando no disponemos de suficiente tiempo para finalizar la ascensión. Podemos fijar las cuerdas y regresar la semana siguiente a terminar o equipar la vía.

Sistema de cápsula

Se mezclan planteamientos ligeros con planteamientos pesados de ascensión. Se sube desde la base de la pared hasta alcanzar una altura determinada, equipando con cuerdas fijas estáticas. Una vez alcanzado ese punto se traslada todo el campamento: equipo de vivac, material de escalada, alimentos, etc. Una vez desde aquí repetimos el proceso hasta alcanzar nuestro siguiente punto de campamento.

Así iremos trasladando nuestra “cápsula” sucesivamente, hasta realizar el ataque definitivo. Para instalar los sucesivos campamentos podemos emplear repisas o bien instalar hamacas en pared. Ya cerca de la cumbre, y desde el último campamento, es posible emplear el estilo de ascensión alpino o el estilo americano debido a las ventajas en cuestión de ligereza que éstos ofrecen con respecto a los otros.

La ventaja del sistema de “cápsula” es que nos permite retirarnos a la seguridad del campamento en situaciones climatológicas adversas y con la ventaja de disponer de equipo y víveres suficientes para posponer la escalada.

TIPOS DE ESCALADA

Básicamente dos: en libre o artificial.

Escalar en libre vías de grandes paredes supone una preparación física, mental y logística digna de mérito, siempre de acuerdo con las dificultades técnicas. En ocasiones el escalador aceptará un grado de dificultad máximo al cual enfrentarse y a partir de ahí, la escalada artificial entrará en juego. Otras veces la dificultad de la vía es tan compleja en artificial que las aspiraciones a escalar en libre son escasas, obligándonos a sudar sobre los estribos. Las técnicas de escalada en artificial son muy específicas, sobre todo cuando superamos dificultades por encima del grado de A2. La obligación de probar seguros y de emplear materiales muy específicos nos llevará al aprendizaje y dominio de técnicas especiales sobre los estribos.

REUNIONES

Las reuniones en una gran pared han de ser amplias y capaces de repartir las diferentes tareas de trabajo sin crear problemas ni confusiones. Las intentaremos confeccionar en horizontal en lugar de vertical con el fin de poder acoger a los escaladores y al equipo y material sin demasiados aglutinamientos. Para ello confeccionaremos dos o tres triángulos de fuerzas independientes pero al mismo tiempo conectados unos con otros, con el fin de compartir una reunión más segura.

El objetivo de disponer de varios triángulos de fuerzas es el de repartir las diferentes maniobras de cuerda empleadas durante la escalada de grandes paredes (foto 2, reunión en pared). En uno de los triángulos de fuerzas ataremos la cuerda de la cual sube nuestro compañero. En otro triángulo de fuerzas colocaremos la polea mediante la cual izaremos el petate. Nosotros nos ataremos al punto de la reunión más conveniente, siempre empleando para ellos dos anclajes diferentes. Uno puede ser la misma cuerda de escalada y otro puede ser una cinta de reunión o probador. En otro punto de la reunión colgaremos la hamaca, si ello es necesario, y en otro punto diferente intentaremos colocar el material y equipo de manera ordenada. Mantener la reunión limpia y ordenada es esencial durante la escalada en grandes paredes pues ello nos evitará confusiones y pérdidas de tiempo. Las cuerdas las colgaremos ordenadamente y listas para ser usadas. El material sobrante también lo colgaremos de manera que sea fácil de identificar y ser elegido. El petate, botes de agua y bolsas de comida las colgaremos en puntos separados y de fácil acceso (foto 3, reunión ordenada).

En reuniones con repisa el trabajo es más fácil de realizar que en aquellas que son colgadas. Si la repisa es grande posiblemente deberemos de extender la reunión de manera que nos facilite el desplazamiento de un lado a otro de la repisa. En reuniones colgadas es ventajoso el disponer de una hamaca de pared, la cual podemos desplegar para sentarnos y así asegurar al compañero. En largos de lenta escalada artificial es una comodidad.

Texto y fotos: José Carlos Iglesias, Guia de montaña UIAGM y profesor de la EEAM
Fotografías realizadas en el Capitan (Yosemite) y las Fisher Towers (Utah)





Artículos más recientes

Comentarios

Para introducir un comentario debes identificarte en Barrabes.com. Haz click aquí para identificarte.
2 comentarios

2. JoseLopez - 02 Ago 2012, 14:11
Mil gracias por este estupendo articulo !! Bien explicado y resumido. ENORABUENA!

Informar de comentario ofensivo
1. Juli - 22 Ene 2009, 19:19
Sencillo, consizo y claro, un articulo muy bueno e ilustartivo. me gustaria y sugeriria, un articulo donde Carlos nos comente y muestre, las nuevas tecnicas y etica entorno a la escalada limpia, donde no se usan clavos y expansivos, solo empotradores y camalots. Sus ventajas, dificultad y pertinencia para abordar grandes paredes.

Informar de comentario ofensivo