Miguel Caselles, tras llegar a la meta |
En el continente antártico, en el lugar más recóndito e inhóspito del planeta, se celebró el pasado mes marzo una prueba de maratón. Una expedición formada por unos cien atletas, entre los que ese encontraba el madrileño Miguel Caselles (patrocinado por Air France y Monver-Bikila), corrieron sobre hielo y nieve los 42 kilómetros de la carrera. En tan peculiar escenario geográfico, los atletas tuvieron que enfrentarse, además de a la distancia, al viento y a temperaturas bajo cero que llegaron a congelar el agua de los avituallamientos.
La carrera, entre bases científicas de la Península Antártica, se caracterizó por las (muy) frías temperaturas |
Corredores de Australia, Sudáfrica, Canadá, Estados Unidos, Polonia, Irlanda, Gran Bretaña, Portugal, Italia y España embarcaron en el puerto de Ushuaia (Argentina) a bordo de un rompehielos ruso para recorrer los 1.000 kilómetros del Estrecho Drake, a través del Canal de Beagle y el Cabo de Hornos, hasta alcanzar las costas de la península antártica. Una vez allí, acompañados de pingüinos, focas, elefantes marinos, ballenas y de los integrantes de las bases científicas, completaron la sexta edición del Antártica Marathon, el maratón de la Antártida.
La carrera transcurrió entre las bases científicas rusa, uruguaya, chilena y china, a lo largo de un perfil ondulado cuya mayor dificultad se encontraba en el ascenso y descenso de un pendiente glaciar. Debido a los temporales que sufre la zona, los participantes tuvieron que recorrer los 42 kilómetros de recorrido sobre nieve y hielo. Si bien, el principal problema lo supuso el fuerte viento e intenso frío que llegó a congelar el agua de los bidones de avituallamiento y las cámaras de fotos, que algunos de los corredores llevaban encima.Icebergs durante el trayecto en barco |
Para Miguel Caselles, la experiencia no ha podido ser más satisfactoria: “El Antartica Marathon ha sido el pretexto para conocer la Antártida... y la Antártida el pretexto para correr un maratón en un lugar tan diferente”. Una vez conseguido este maratón en el continente antártico, Miguel se ha propuesto como objetivo completar una prueba de maratón en cada uno de los siete continentes, algo que ya han logrado corredores de otras nacionalidades.
Completar el proyecto, al que ha llamado Siete Maratones-Siete Continentes, supone correr una prueba de al menos 42 Kilómetros en África, Asia, América del Norte, América del Sur, Antártida, Europa y Oceanía. No es una empresa fácil, principalmente por el presupuesto necesario y las posibles lesiones, por eso Miguel no ha puesto fecha para completarlo y conseguir así el titulo de, como él mismo dice, ‘maratonauta’.