Está siendo una primavera y un verano bastante negro para el alpinismo. A las diversas tragedias himaláyicas ya conocidas por todos, y al habitual y desgraciado goteo pirenaico, se suma una de las peores temporadas en Alpes, en donde según algunas fuentes los fallecidos alcanzan unas cifras altísimas que hay que confirmar antes de publicar, pero que verdaderamente asustan un poco.
Este fin de semana, en el Mont Blanc du Tacul se produjo una avalancha de unos 200 x50 metros que arrastró a un grupo de 16 alpinistas. Al parecer, realmente se trató del desprendimiento de un gran serac sobre la popular ruta de ascenso. Ocho de ellos pudieron ser rescatados, 5 franceses y 3 italianos, y trasladados al hospital de Chamonix, mientras que otros ocho, 5 austriacos y 3 suizos, permanecen desaparecidos. Al constatar la magnitud de la tragedia, la ministra gala de interior, Michèle Alliot-Marie, se desplazó a los Alpes, y tras escuchar a los grupos de rescate, afirmó que “no hay ninguna posibilidad de encontrar a alguien vivo”.
En el operativo de rescate participaron más de 40 efectivos con perros, además de 3 helicópteros, provenientes tanto de Francia como de Italia. Las labores de rescate tuvieron que ser suspendidas por la llegada de la noche, pero no es seguro que puedan reanudarse ya que el riesgo de nuevos aludes en el lugar es alto.