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Carlos Pauner: “El éxito en un ochomil no es cuestión de suerte”

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Tras alcanzar con éxito las cimas del K2 (2001) y el Makalu (primavera 2002), el alpinista aragonés ha conseguido el apoyo necesario para dedicarse de lleno a la “carrera de los 14”; en esta entrevista revela sus próximos objetivos.
 
Durante la expedición al K-2 (Pauner al fondo; a la derecha, el fallecido Pepe Garcés). 

Bueno, están haciendo diversas rutas...
Si, diversas rutas, relativamente, porque ya has visto lo que le ha ocurrido a Tosas y a Corominas con la Kukuzcka, que al final han tenido que renunciar y vana intentar la Cesen. A mí me ocurrió lo mismo el año pasado, fui con Jean Christophe Lafaille a ver en que estado se encontraba, y no la vimos factible. Demasiados riesgos a asumir. En consecuencia, resulta que el K2 tiene dos vías por las que va todo el mundo, y eso es peligroso, sobre todo estando por medio una expedición comercial. Lo digo porque el k2 no es una montaña para ‘probar qué tal’. En la ruta de los Abruzzos, además, hay frecuentes desprendimientos, los mismos alpinistas tiran piedra o bloques de hielo, y eso es un peligro si hay gente por debajo.

En el Makalu tampoco había demasiada gente, no?
Pues no. También nos encontramos dos expediciones internacionales, de las cuales, muchos miembros no pudieron pasar del campo Base. Al final, debíamos estar unos 11 ó 12 alpinistas en la montaña, y ese es un buen número. La verdad es que en este tipo de montañas valoras que no haya masificación, como ocurre en el Everest, donde sabes que nunca as a estar solo.

En el Broad Peak llegasteis arriba, pero la cumbre no está clara
Ya, la ascensión al Broad Peak me ha dado varios quebraderos de cabeza. Subí con Iñaki Ochoa de Olza y con los hermanos Iñurrategi. Desde la ante cima, Iñaki y yo continuamos adelante, por un pequeño corredor y luego la última subida. Sin embargo, es cierto que nos quedamos en una punta unos dos o tres metros más baja que aquella a la que llegaron los Iñurra. Es difícil de decir, porque la cumbre del Broad es ancha. Personalmente, considero el Broad Peak como una cumbre conseguida, porque no hay ninguna dificultad técnica por encima del punto en el que yo es tuve. Sin embargo, al mismo tiempo, si sólo me faltara el Broad Peak para conseguir ‘los catorce’, volvería a subirlo (esta vez hasta el punto más alto que encuentre) para despejar cualquier duda. Pero, antes de llegar a eso, me faltan muchas montañas que escalar. Y, hoy por hoy, la verdad, me da igual decir que tengo dos ochomiles conseguidos, que tres.

 
Carlos Pauner durante el ascenso al K-2. 

Por cierto, que proyectos te planteas ¿ Seguirás con los ochomiles, hasta los catorce, o has pensado cambiar de tercio?
Bueno, la verdad es que ahora estoy en un momento dulce, y voy a aprovecharlo para seguir con los ochomiles. La verdad es que, quieras que no, las dos ultimas expediciones que he hecho han acabado en cumbre ,y eso abre bastantes puertas. En este momento, mi proyecto es seguir haciendo ochomiles, ir uno tras otro, hasta los catorce. He obtenido buen apoyo del Gobierno de Aragón, y de los que ya me apoyaron en el Makalu, por lo que puedo plantearme un cambio: a partir de ahora, me voy a dedicar en exclusiva a los catorce, en un proyecto que calculo que podría culminar en cinco o seis años (calculando dos expediciones por año).

Según esto, ¿Tienes algo pensado para este otoño?
Pues sí. De hecho ya tengo los billetes para Nepal, para principios de septiembre. Lo que no está tan claro es qué voy a hacer, pórqueme han ofrecido formar parte de dos expediciones, y cualquiera de las dos me interesa, porque ambas están formadas por amigos.

¿Cuáles?
La primera es enlazar Cho –Oyu y Shisha Pangma, yendo a este ultimo por la ruta británica de la Sur. Ahí va Edurne y unos amigos del País Vascos, e incluso Juanito Oiarzabal anda metido en eso. La otra opción es ir al Annapurna, por la vía Bonington. De esta opción lo que me atrae es que va Silvio Mondinelli (es una expedición italiana), y el Annapurna no es un lugar que me atraiga demasiado, así que ya que hay que ir, prefiero ir con amigos, y esta puede ser la ocasión, porque además proponen una vía de ascensión interesante.

Casi todos lo dejan para el final...
Claro, todo el mundo lo hace. Es que es un monte feo, peligroso, y que no te dice demasiado. Pero por eso mismo es tan difícil encontrar a agente conocida que vaya a esos sitios, como ahora. En fin, que estoy en un dilema.

Bueno, si no lo dejas para el año que viene.
No, es que el año que viene ya tengo pensado en Kangchenjunga en Primavera y el Nanga Parbat en verano.
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