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Jordi Tosas: Una visión diferente de la montaña

El alpinista y guía de alta montaña Jordi Tosas, que protagonizó recientemente el primer descenso nacional desde el Cho Oyu, nos cuenta qué es para él el alpinismo, "eso" tan apasionante a lo que dedica su vida.
 
Jordi Tosas 

¿Cómo comenzaste en el mundo del snowboard?

Yo he nacido en el mar, aunque luego me haya dedicado al mundo de la montaña el mar es otra parte de mi vida, lo llevo muy dentro. Al haber practicado con anterioridad surf, me planteé utilizar una tabla en la nieve. Probé la tabla de snow y me apasionó la sensación que notaba deslizándome por la montaña y me recordó mucho al mar. Y así me metí en este mundo...Primero hacía las vías normales de las montañas que estaban más cerca, luego las montañas un poco más grandes (Aneto, Posets, Monte Perdido, Vignemale...Alpes) y después ya me metí en el mundo del extremo, de las pendientes más fuertes, de los corredores...era como redescubrir de nuevo el alpinismo que había hecho hasta entonces, de una forma más radical, más dificil, montado en una tabla bajando una pared norte o un corredor...estos fueron mis inicios.

¿Qué tiempo transcurrió hasta que diste el salto Alpes-Himalaya?

Contando que sólo hace cinco años que estoy montado en una tabla, evidentemente ha transcurrido poco, lo que pasa es que tenía mucha experiencia de montaña...Yo creo que soy un alpinista que ha acoplado el snow a su material, no un surfer que se ha acoplado a la montaña.

¿Es habitual que un alpinista se concentre en una sola actividad o que diriga sus pasos sólo hacia el mundo de la nieve (esquí, snow...)?

Un alpinista siente la montaña, un alpinista comprometido con la montaña y con él mismo lo que busca siempre son formas de disfrutar esa montaña...busca aprender nuevas sensaciones de ese lugar donde él trabaja, vive, disfruta, se realiza...

El hecho de practicar una disciplina nueva quizá te apasione, o te deje indiferente...si te apasiona la pones en tu "lista de favoritos". Puedo llevar la tabla mientras escalo, subo un corredor y lo bajo con la tabla. Eso fue lo que me fusionó los dos mundos: el snow y el alpinismo: sensaciones muy radicales, de mucha tensión y dificultad, que me engancharon...Un alpinista puede acoplar unos esquís, una tabla, unos telemark a "su" montaña, a su modo de ver y entender el alpinismo.

 
Jordi, en pleno descenso del Cho Oyu (8.201 m). 

¿Tus ascensiones están ligadas para siempre al snow?

No, la tabla tiene un momento en el año. La escalada tiene otro...todo es fusionable en un proyecto. Del mismo modo que he pasado mucho tiempo sin tocar la tabla igualmente puedo seguir aún más...Me apetece por igual sentir que estoy encima de una tabla que tener las manos manchadas de magnesio...Lo importante es el cambio, no puedo hacer sólo una actividad, necesito el alpinismo, es el global: boulder, mixto, hielo...

¿Qué es lo más dificil a la hora de descender una montaña de 8.000 metros?

Lo más difícil es entender una montaña de 8.000 metros, valorarla y tenerla en la cabeza...Un ochomil no se sube con las piernas, se sube con la cabeza. Lo he vivido, con gente de mucho nivel y con gente de menos nivel...ver la montaña y romperse. No asumen esa montaña en su cabeza; una montaña es algo que tú llevas en tu interior, si eres incapaz de asumirla, nunca podrás escalarla, ni descenderla. Puede más que tú, saca todos tus miedos al exterior, cuando voy a una montaña grande, lo primero que hago es intentar comunicarme con ella, verla, sentirla y dejar que entre en mi. A partir de ahí voy a intentar realizar una actividad más o menos difícil, pero lo primero es concentrarme en la parte psicológica: el entendimiento con la montaña. Si no consigues eso, no puedes hacer nada.

Después de eso...

Una vez asumido ese reto en tu mente hay que hacerlo físicamente. Lo primero es tu forma física, y técnica, para asumir el nivel de riesgo y dificultad que tú hayas escogido...Si fisicamente estás bien te podrás enfrentar a la montaña: tú y ella, para mi, el juego más limpio de todos. En un ochomil lo más importante es la altura: tienes que conseguir un nivel de hematocritos suficiente para poder vivir a esa altura. Después está la vía que has elegido: una normal o una muy técnica. Tú habrás entrenado para realizar esa actividad a 5.000, 6.000, o 7.000...y una vez que llegas a los 8.000 metros el juego ha comenzado de verdad.

¿Qué rumbo lleva la práctica del alpinismo?

Para mi el rumbo que llevas es el que llevas dentro. En ningún momento te puedes sentir presionado por una marca o un sponsor...lo primero que el alpinismo representa es libertad de escoger tu forma de disfrutar la montaña de verla y sufrirla...Yo decido sobre un proyecto que me apasione, tengo en mi cabeza unos retos que son los que quiero cumplir: desde pequeño tengo el ideal de "superalpinista" como sueño...

He dedicado mi vida a eso, al alpinismo de compromiso pero conmigo, con el alpinismo que respeto, de calidad: grandes vías. Desde mi punto de vista el alpinista completo es el que hace de todo: esquí, roca, hielo, artificial...apuesta por proyectos nuevos. Repetir un ochomil por su ruta normal desde mi punto de vista no tienen valor en el alpinismo actual, tiene un valor para la gente que disfruta haciéndolo -cosa que respeto muchísimo-. Pero el alpinista que dedica su vida a ello, para ser noticia o para ser alpinistas de élite tiene que apostar por proyectos de compromiso: avanzar un poco más . Ya en los años veinte Norton llegaba a 8.600 metros sin oxígeno, entonces, ¿qué valor tiene ahora llegar al Everest con oxígeno? Para mi, ninguno, pero que conste que respeto totalmente a la gente que lo utiliza. Si tu ética te permite subir con oxígeno, estupendo, mi ética no me lo permite.

Para el alpinista aún quedan muchos retos: las grandes paredes sur del Himalaya, aún vírgenes, muchas paredes alrededor del mundo vírgenes...aún quedan muchos objetivos que cumplir...

 
Haciendo boulder en el Himalaya. 

Para ti la progresión normal en el alpinismo actual sería...

Hay dos progresiones, la real y la forzada por las marcas...El alpinismo de alto nivel está muy restringido por el nivel de riesgo de cada ascensión y por el nivel de dinero y de disponibilidad que te pide esa actividad...pasamos muchos meses fuera de casa, es muy sacrificado. En el caso de los alpinistas de élite que buscan repercusión se busca la máxima dificultad técnica, a baja altura, en paredes cercanas en las que se pueda ensayar y puedan repetir vías de gran dificultad. Son dos progresiones paralelas: hacer mixto sin dragoneras va muy bien, porque cuando estás en las grandes montañas todo te vale, es conocimiento y experiencia adquiridos que puedes utilizar.

Estos nuevos cambios no son el final de un camino: mixto sin dragoneras, escalada de dificultad, esquí extremo...no es el final, es un camino que confluyen en alpinismo de élite en las grandes montañas. El alpinismo comenzó hace mucho tiempo y no va a terminar, lo bonito es ver cómo evoluciona.

¿Qué opinas de los medios de comunicación en las expediciones?

Me parece un circo, pero es el precio que has de pagar para que un sponsor te garantice una expedición. Pero se vende la parte de circo de una expedición, la cara que el público quiere ver de la montaña, la comercial...cuando se ve la parte dura de la montaña, la muerte, te la traducen en la tele de una forma horrorosa, sólo es morbo.

Así no se refleja una expedición. Es muy duro, tienes momentos muy bonitos y otros muy duros, seguramente si se viera exactamente lo que el alpinista hace no sería admitido por la gente. Sólo unen unos momentos y hacen una historia que no tiene ninguna validez.

¿Cuál sería el mejor modo de acercar la vida de un alpinista al gran público?

Con un programa nuevo, seguramente de televisión, donde se vean los sentimientos de la gente, donde los puedas reflejar, muchas veces sin palabras...Me parece muy importante comunicar lo que la gente siente allí, es la clave para que la gente nos entienda y dejemos de ser unos locos y unos marcianos...Hay momentos muy duros que la gente los tiene que vivir, viéndolos desde el punto de vista de los sentimientos, no desde el morbo. El medio audiovisual debería comprometerse en la transmisión de todo esto.

He visto películas muy buenas que comunican muchos sentimientos, que se alejan del esquema de que el alpinista es un machaca, muy fuerte, el mejor...eso sólo lleva a mitificar. La tele no transmite la realidad de la montaña, por lo general pervierte la realidad de la montaña. La productora se debe comprometer con el alpinista, y sacar la parte mágica de la montaña, de dolor, sufrimiento y disfrute.

¿Qué sientes hacia esa gente que opina que desperdicias tu vida si la arriesgas?

Sabes que he estado a punto de perder la vida varias veces, y cuando eres consciente de lo que te está pasando y controlando en un tanto por ciento muy elevado el instante en que puedes perder la vida te das cuenta de muchas cosas: es importantísimo porque valoras mucho más esa vida que tienes. La vida es lo más maravilloso que existe, y la montaña me ayuda a sentir lo maravillosa que es, disfrutándola a cada momento.

He escalado en solo integral, en solitario en el ártico, he estado en solitario en el Campo de Hielo Sur...y cuando sientes de verdad la vida, sin los filtros de la sociedad, sin presión...la montaña y tu soledad te permite muchas veces llegar al interior de tus miedos y de tus dudas...y ver que lo más importante es vivir.

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