Rebuffat formó parte de la potente generación de Herzog, Terray y Lachenal |
Marsellés nacido el 7 de mayo de 1.921, descubre de niño la escalada en el macizo de las Calanques. A los 16 años se inscribe en el Club Alpino Francés, con el que descubre la alta montaña. Visita Chamonix por primera vez en 1.937, hasta donde llega desde Briançon a pie. En 1.940 se inscribe en "Juventud y montaña" donde conoce a Lionel Terray, que se convertirÃa en su mejor amigo. A pesar de las duras condiciones impuestas por el centro "Escuela de Juventud y Montaña", su pasión por la montaña no le abandona.
Imagen del extraordinario alpinista francés, nacido en Marsella en mayo de 1921 |
Decide irse a vivir a Chamonix con Terray, donde son contratados para trabajar en una granja, pero esto no les deja mucho tiempo para la montaña.
En 1.942 Rebuffat se convierte en guÃa de alta montaña. No tenÃa más que 21 años, cuando la edad mÃnima requerida era de 23, pero su talento excepcional de alpinista ya era patente. Desde ese momento trabajará de guÃa en verano y monitor de esquà el invierno. En 1.946 entra en la CompañÃa de GuÃas de Chamonix, avalado por Alfred Couttet.Para el más joven diplomado de Francia esta proposición es un regalo del cielo, no solo será guÃa, será guÃa de Chamonix.Gaston Rebuffat transportando a Maurice Herzog durante el descenso del Annapurna en 1950 |
Es autor de numerosas "primeras", muchas de ellas junto a su amigo Terray. Noroeste del collado del Caïman (1942), norte des Pelerins (1944), Aiguille Verte desde el Mont-Blanc, norte de las Grandes Jorasses (1945), vias, caras y variantes, en los Drus, Cervino, Lavaredo, norte del Eiger, además de varias bellas rutas en el espolón norte de la Walker.
Era, además, escritor, cineasta y conferenciante. Puede decirse que creó un "espÃritu Rebuffat", mezcla de inocencia y experiencia, cuya obra más insigne es "Mont-Blanc, jardÃn mágico", el macizo que mejor conocÃa jamás perdió para él la categorÃa de paraÃso. Autor también de "La montaña es mi reino", "El hombre y el Cervino", poderoso retrato de la conquista de esta montaña, "Entre tierra y cielo", "Macizo del Mont-Blanc, 100 vias", ... y varias pelÃculas.Entre sus frases más celebres, creadoras del espÃritu Rebuffat están: "El alpinista es un hombre que conduce su cuerpo allà donde, un dÃa, miraron sus ojos. Y que además vuelve".Esta idea la repitió más breve y concisamente en una conferencia: "El mejor alpinista es un alpinista vivo".