Iker Pou, en Baing de Sang |
Tras doce meses rumiando cada movimiento, Iker Pou ha encadenado ‘Baing de Sang’, la vÃa que hace unos meses supuso la entrada de Josune Bereciartu en el exclusivo club (y hasta entoncs, sólo para chicos) del 9ª. Iker consigue asà solventar una de sus grandes tareas pendientes, pues su relación con esta tremenda vÃa dura ya un año.
La primera vez Iker se ponÃa frente a la pared, fue hace un año, en mayo de 2002. En aquella ocasión se sucedieron veinte dÃas de frustrantes esperas debido a la lluvia, e intentos fallidos debidos, paradójicamente, a la llegada de un tiempo ‘demasiado bueno’. Entonces, a las lluvias siguió una primavera repentina y con plena fiuerza, traducida en temperaturas muy altas y humedad excesiva. Estas condiciones, en una vÃa fundamentalmente de adherencia y agarres minúsculos, son determinantes. Cuando el sol pega en la segunda parte de la vÃa, no hay manera de hacerla. AsÃq ue los Pou tuvieron que volverse con las manos vacÃas y con el convencimiento de que Iker hubiera podido con ella sii hubiese tendido mejores condiciones. En septiembre, a´çun pudo el gasteizarra hacer una visita relámpago a la dichosa pared, aunque tampoco hubo resultados.
Los Pou, encadenando Baing de Sang |
Han tenido que esperar a 2003 y al pasdo mes de marzo para encontrar las buenas condiciones que pedÃan. Llegaron el 17 de marzo, que aprovecharon para refrescar la memoria en dos intentos. Al dÃa siguiente Iker hizo otro intento, pero acusó el calor del mediodÃa. Fue en el último peque, a las seis y media de la tarde, con visibilidad mÃnima pero, evidentemente, sin sol en la vÃa, cuando se hizo con ella. Ahora,d e vuelta a casa, con otros proyectos y otras vÃas en la cabeza, aún sigue realemtne contento con este logro. Logor que,por cierto, ha conseguido con algunas lesiones. Nada más llegar se contó en las yemas de tres dedos, y venÃa de Alava con una tendinitis en otro dedo, que le impedÃa arquear bien la mano (lo cual ha sido un hándicap importante para esta vÃa en concreto).
La vÃa es, a juicio de Eneko Pou, ‘una pasada, supertécnica, una vÃa de moverse mucho y tener fé ciega en los pies, más que nada porque no hay prácticamente donde colocarlos, y no puede uno pensar que hacer con ellos, más que apoyarse y comprobar si aguantan o estás, al segundo diguiente, en pleno vuelo’.
‘Baing de sang’ consta de unos 20 metros divididos en dos secciones. La primera, totalmente vertical, transcurre con regletas y llega a un buen reposo. Desde ahà se pasa a la segunda parte, que tumba un poco y en la que cambian los agarres (encontramos aquà monodedos , bidedos y... prácticamente nada para los pies). Es la zona más aleatoria, en la que los apoyos de pies son más crÃticos.
Alex Huber (en la foto, escalando en Yosemite) terminó de convencer a los Pou para intentar el Capitán en libre |
Iker Pou se apunta asà su segundo 9 a después de ‘Action Directe’. De hecho, serÃa el tercero con ‘Elfe’ se no fuera porque esa vÃa, en principio considerada 9 a, fue decotada por el mismo Iker cuando la escaló. Pou propuso para ella 8c/8c+ y el nuevo grado ha sido comúnmente aceptado. Recientemente, además, abrió Sordinetxe (casa de brujas), la primera propuesta nacional de 8b+ de bloque en Larraona. En los últimos meses ha estado metido a tope con un proyecto en Alava, que tuvo que abandonar por lesión en un dedo.
Las ‘siete grandes paredes’, al estilo de los Pou