Estribaciones de la cordillera Andina. |
COMO SURGIÓ LA IDEA
Hace ahora algunos años, Salvador Guinot visitaba por primera vez las ruinas incas del Machu Picchu, tras finalizar la ascensión a una de las cumbres de la Cordillera Andina, la cumbre de la Garganta de Fuego o Cotopaxi en Ecuador. Entre todos estos fascinantes restos arqueológicos comprobó con asombro, que existÃan aún muchos lugares inexplorados a consecuencia de su situación, pues se trataba de caminos que se encontraban suspendidos en mitad de enormes paredes de granito, o bien oquedades que se abrÃan entre las ruinas de la ciudad perdida de los incas. Todos estos obstáculos unidos al total desconocimiento por parte de los arqueólogos peruanos de las técnicas de progresión vertical, habÃan propiciado que muchos rincones del Machu Picchu o de otras importantes ruinas incas, hubiesen llegado intactos y totalmente inexplorados hasta nuestros dÃas.
Como espeleólogos conocÃamos a la perfección todas las técnicas de exploración, que habitualmente aplicábamos en cuevas y simas. Nuestro dominio de las técnicas de progresión vertical a través de cuerdas, era ideal para acceder hasta todos los rincones inexplorados. Además, técnicamente no representaba demasiadas dificultades, ya que a priori los posibles objetivos a explorar, eran más asequibles que muchas simas en las que habÃamos trabajado con anterioridad en condiciones de frÃo, barro, agua y rozando en algunos casos los mil metros de profundidad. Asà fue como surgió la idea…
Pago de la Pacha Mama en Sacsayhuamán. |
PERÚ, UN PAÃS DE CONTRATES
Perú, paÃs al que se refieren muchas publicaciones como el paÃs de los incas o de los moches, es sin lugar a dudas una zona de grandes contrastes, ya que amalgama de forma especial una naturaleza indómita como pocas. Los Andes peruanos son quizá los más hermosos del continente sudamericano y su Cordillera Blanca es testigo desde hace años del paso de miles de alpinistas, que llegados desde los lugares más recónditos del planeta, miden sus fuerzas con grandes paredes y vertiginosas crestas, en un mundo que por encima de los seis mil metros de altitud se presenta perpendicular al nuestro.
Por otro lado, en los confines de los Andes una tupida selva tropical bañada por el rÃo Amazonas y prácticamente inaccesible con otro medio de transporte que no sea el aéreo o acuático, esconde una fauna y una vegetación exótica, además de miles de indÃgenas que arraigados a unas costumbres ancestrales, aún se comunican mediante las lenguas aimara y quechua.
En último lugar, el contraste más acusado del paÃs quizá lo representa la franja litoral, en la que pese a todo pronóstico, se encuentran zonas prácticamente desérticas y deshabitadas.
Ciudadela del Machu Picchu. |
COMO NACE EL PROYECTO UKHUPACHA
Tras la primera fugaz toma de contacto con el Machu Picchu y una vez en España, Salvador Guinot como responsable y alma del Proyecto Ukhupacha, inició el largo y arduo camino correspondiente a las diferentes tareas de gestión.
El primer paso fue encontrar un nombre que definiese los objetivos de la expedición, nombre que surgió entre libros de civilización inca, donde una teorÃa ancestral andina dividÃa la formación del universo en tres planos: el Hanaqpacha (el mundo de arriba de los cielos), el Kaipacha (el mundo de aquà sobre el suelo) y el Ukhupacha (el mundo de adentro, bajo el suelo). Éste último era ideal para una expedición con fines espeleológicos, por lo que decidimos llamar a nuestra expedición Proyecto Ukhupacha.
Las tareas burocráticas supusieron en un primer momento y no dejan de serlo aún hoy dÃa, el principal escollo a nuestros trabajos. Prueba de ello es que la primera expedición fue el fruto de tres años de gestiones, con muchos proyectos, convenios, viajes a Lima e infinidad de horas de trabajo.
Gracias a la trayectoria que desde hacÃa años habÃa llevando el “Equip d´Espeleologia Internacionalâ€, nombre bajo el cual habÃamos desarrollado anteriormente otras expediciones en lugares tan lejanos como: Papua Nueva Guinea, China, Cuba, Argentina, Venezuela, Chile o Guatemala, entre otros paÃses, conseguimos el apoyo de la Universidad Jaume I de Castellón y firmamos un convenio de asistencia técnica con el Instituto Nacional de Cultura de Perú (INC), además de conseguir el apoyo económico de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).