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Cara sur del Artesonraju: Se despide la temporada en la Cordillera Blanca

Magia y belleza llenan el inmenso vacío que dejan a su paso las vertiginosas paredes que custodian los más sublimes encantos de la Cordillera Blanca. El Artesonraju y su entorno, la Quebrada Parón, son parte de los tesoros más preciados de esta espectacular Cordillera.
Foto: Fernando Caballero 
Fernando Caballero, frente al Artesonraju, en la Cordillera Blanca 

La Quebrada Parón reune grandes paredes, rutas difíciles y célebres montañas que se elevan al cielo como uno de los sueños más inspirados de un divino pincel, un lienzo colérico, hermoso y vertical que sólo puede provenir de alguien apasionado por escalar o, por ultimo, de alguien que disfruta tanto al contemplar nuestra pasión como nosotros de dejarnos llevar por ella.

La erguida pared rocosa de la Esfinge y el espectacular circo de los Huandoys dan la bienvenida a una quebrada que a cada paso te sorprende con mayores y complejos desafíos como la atractiva cara sur del Caraz I (6025m), la perfecta belleza de la cara sudoeste de la Pirámide Garcilazo (5885m) y la "casi" inexpugnable cara oeste del célebre Chacraraju Oeste (6112m).

Dentro de este entorno maravilloso, aguarda por nosotros el nevado Artesonraju, esbelta montaña que destaca por su piramidal belleza en uno de los ambientes más espectaculares y difíciles de todos los Andes.

Foto: Víctor Malka 
Vista del Artesonraju 

Esta exigente belleza que envuelve al Artesonraju y a su entorno te anticipa el real atractivo y las verdaderas dimensiones de lo que te propones escalar, una montaña que con "escasos" 6.025 metros se presenta erguida y sensacional por su vertiente sur, con una estampa que atrae, irremediablemente, a sus 900 metros finales de pared.

Debo confesar que la vía peca en monotonía pero también que cada metro del Artesonraju vale la pena. Temprano y sin mayores riesgos o dificultades disfrutamos de la cumbre con mi buen amigo Javier Garrido, de Cataluña, breves momentos que recompensaron la paciencia invertida.

Foto: Jose Gaudreau 
Cara Oeste del Chacraraju, en la Quebrada Parón 

Por el mal tiempo apuramos la bajada pero a poco concluir los interminables rápeles la tormenta nos acorraló; en adelante la nevada hizo que desapareciera cualquier rastro de monotonía y nuestros sueños de contemplar el atardecer de vuelta en nuestro campo- morrena se fueron convirtiendo, poco a poco, "sin luz, ni visibilidad", en la pesadilla de un improvisado Vivac que aguardara por un despejado amanecer. Las avalanchas habían quedado atrás y era el momento de esperar.

A lo largo de la noche recordamos esta inolvidable temporada repleta de amigos, grandes clásicas e intensas jornadas de escalada. Recuerdos que con el tiempo se convertirán en el terreno fértil de los sueños de una nueva temporada, sueños y desafíos que emanan del placer de contemplar un entorno de montaña sensacional, Parón.

Esa misma tarde, de regreso a Huaraz, nos despedimos de la Cordillera Blanca. Por el momento.

Fernando Caballero
Ex-Presidente de la Federación Peruana de Andinismo y Deportes de Invierno
Colaborador especial barrabes.com

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