Las expediciones de Carlos Pauner, Edurne e Iván Vallejo ya se encuentran en el campo base del Dhaula. No ha sido fácil: una gran nevada que duró días les bloqueó antes de llegar a la montaña, provocando la marcha de la gran mayoría de porteadores. Finalmente, tuvieron que contratar un helicóptero que llevara el material al CB, estando tan sólo a 1 día de él
La situación en el Dhaulagiri se ha normalizado, pero ha sido extraña. El pasado viernes informábamos de que las expediciones estaban atascadas antes de llegar al campo base. La verdad es que la cosa tuvo sus momentos tensos. Las grandes nevadas impedían llegar al campo base, pero además, dejaron unas condiciones que hicieron que la mayoría de sherpas y porteadores decidieran darse la vuelta y volver a sus casas. Todos estuvieron bloqueados varios días ¡antes de llegar a la montaña!! Desde luego, hace mucho que no oíamos algo así.
Finalmente, y ante el abandono de los porteadores, las expediciones no han tenido más remedio que contratar los servicios de un helicóptero ruso, cuando estaban a tan sólo un día de llegar al campo base, y escasa media hora de vuelo.
Pero ahí no acabó la cosa. El helicóptero que tenía que llevar a Carlos, Javier y Marta, tuvo problemas en el vuelo, por exceso de peso, no pudo aterrizar al campo base, y tuvo que regresar a Pokhara, el lugar de donde habían salido andando una semana antes: después de una semana de aproximación, volvían a empezar, en medio de un calor tropical...Pero al día siguiente, por fin pudieron volar.
Tras casi 1 semana bloqueados por la nieve y diversas aventuras, ya han llegado, y han realizado la Puya. Y por fin comienzan a subir; tanto Carlos Pauner y sus compañeros, como Edurne e Iván Vallejo, con el equipo de Al Filo, tienen previsto tirar hoy los primeros 400 metros de cuerdas fijas.
Os dejamos con las dos crónicas que llegan desde el campo base, la de Carlos Pauner, y la de Edurne:
"Carlos Pauner, 8 de abril de 2.008
“La Puya
De nuevo la ceremonia de la Puya. El lama recita unos cánticos sagrados y se hace una ofrenda de tsampa y alimentos para los espíritus de las montañas. Todo finaliza con un lanzamiento de harina y de arroz al viento y la colocación de las banderas de oración orientadas a los puntos cardinales. Luce el sol y casi se podría decir que el Dhaulagiri nos obsequia con su lado más amable. No nos tenemos que dejar engañar. El Dhaula es una montaña cruel y peligrosa, que se ha llevado por delante a muchos buenos amigos.
Aunque ahora luzca el sol y todo sean parabienes, en breve nos tendremos que enfrentar a un sinfín de peligros y de situaciones difíciles. Tan sólo es un paréntesis en nuestra expedición. Agasajamos a los dioses, nos deseamos todos suerte en la montaña y celebramos la ocasión con una buena comida. Aún con las caras manchadas de tsampa, nos sentamos a la mesa para degustar una tortilla de patata al más puro estilo hispánico, unas albóndigas casi caseras y una ensalada. El vino de Cariñena riega nuestras gargantas y por unos instantes, nos sentimos trasladados a nuestros hogares.
gastronomía. Mañana será otra historia. Mañana a las 7 de la mañana, saldremos hacia las primeras pendientes de nieve. Nuestra intención es fijar los primeros 400 m con cuerda. Es un tramo bastante vertical, con nieve inestable, que da acceso al glaciar, puerta de entrada al campo 1. Al final del mismo, una larga pendiente de nieve helada conduce hasta un gran plano, a 5.850 m, punto donde se localiza este primer campamento de altura. No vamos a llegar tan lejos. Tan sólo se trata de equipar este primer tramo y tener una primera toma de contacto con la montaña. Comprobaremos el estado de la nieve y estiraremos un poco las piernas, que desde hace algunos días no trabajan nada. Comenzamos nuestra escalada, con calma, con concentración y con la profunda convicción de alcanzar, esta vez, nuestro objetivo en unas pocas semanas. La montaña dispondrá más tarde.
Carlos Pauner"
"Edurne Pasabán, 8 de abril de 2.008
Hola y salud para todos.
Hoy ha sido el día de la Puya.
La Puya es una ceremonia budista que se realiza antes de comenzar la escalada. Sin hacer esta ceremonia a lo Sherpas no les gusta que comencemos a subir la montaña y, si os digo la verdad, a mi tampoco. Me parece un rito muy respetable.
Pero hoy, antes de empezar la Puya, le hemos hecho la novatada a Iñaki, nuestro médico. Ayer por la noche le dijimos que algunos de nosotros nos teníamos que levantar a las seis de la mañana para poder preparar el Chorten (altar de piedras que se construye para la Puya). Iván y Álex quedaron que se levantarían con él, para construirlo.
Hoy a las 6 de la mañana no había ninguno de nosotros levantado, sólo Iñaki, vestido con toda la ropa que tenía, parecía que iba hacia la cumbre.
Después de ir a la cocina y ver que no se habían levantado ni los cocineros, ha ido a la tienda de Álex, a despertarle, diciendo que ya eran las seis y cuarto. Álex ha sacado la cabeza de la tienda, medio dormido y entre risas, y le ha dicho que era una broma. Pobre Iñaki, le hemos hecho la inocentada, menos mal que es un buen chico y nos hemos reído todos juntos.
Mientras nosotros desayunábamos, Santa (nuestro cocinero) ha preparado todo lo necesario para la Puya. Para la ceremonia se preparan unas galletas especiales que hacen ellos, luego nosotros aportamos chocolate, galletas, coca-colas, cervezas… cosas que aquí son auténticos manjares.
Todo esto se lleva al altar, luego acercamos nuestro material para que también sea bendecido. Crampones, cascos, arneses, cuerdas… y, por supuesto, cada uno de nosotros acerca alguna cosa especial que vaya a subir a la cumbre, alguna mascota o algo similar.
Cuando todo está preparado, nos reunimos todos alrededor del Chorten, y el Lama comienza a rezar. Normalmente en la expedición siempre hay algún sherpa que ha pasado algún tiempo en un templo budista estudiando; es el lama.
Primero lee algunos pasajes del Mantra (libro budista) y a continuación todos hacemos una especie de ofrenda, tirando arroz y harina al aire. Es una ofrenda curiosa, al final todos terminamos con toda la cara llena de harina, hasta el Lama.
La ceremonia termina comiendo y bebiendo todo lo que hemos ofrecido en la Puya.
Durante el tiempo que dura la Puya, los sherpas se encargan de adornar el campo base con banderas de oración, banderas que muchos de vosotros habréis visto en muchas fotos, en los campos bases.
Hoy no ha dado para mucho más, pensábamos ir a fijar cuerda a la entrada del glaciar, pero está debajo de una gran pared que a partir de las 12 del mediodía, con el sol y el calor, se vuelve muy peligrosa por la caída de nieve y piedras. Hemos decidido dejarlo para mañana a primera hora. Hemos preparado el material que necesitaremos para llegar al campo uno. Dos rollos de cuerda de 200 metros, algunas estacas de nieve y tornillos para el hielo. También queremos dejar un deposito de tiendas y gas en el campo uno.
Nuestra intención es salir a las 7 de la mañana; nos costará todo el día llegar al campo uno, vamos a encontrar mucha nieve y avanzaremos muy lentos.
Pero bueno, estamos muy contentos y animados, ya que mañana empezamos a escalar.
Seguro que disfrutaremos mucho del primer día de escalada en el Dhaulagiri.
Nuestras ilusiones y sueños de todos estos meses preparando la expedición comenzarán a hacerse realidad, una realidad que estaré encantada de compartir con todos vosotros.
Hasta mañana.
Edurne"
Crónica de Edurne por cortesía de la web de Fixe: www.fixeclimbing.com

Puya en el campo base del Dhaula

Javier, Marta y Carlos, enharinados tras la puya
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