16 de mayo de 1975: Junko Tabei, 50 años de la 1ª cima femenina en el Everest
Tal día como hoy, en 1975, la japonesa Junko Tabei se convertía en la 1ª mujer en hollar la cumbre la montaña más alta del mundo: monte Everest.
En una nueva visita a Yosemite, Alex Honnold escala en solitario con cuerda los 900 metros de Salathé Wall en 11 horas y 18 minutos; casi la mitad que el anterior.
Alex Honnold estuvo de visita en Yosemite la pasada semana. Y, como no, realizó una gran actividad: el jueves escaló en solitario (con cuerda, esta vez), los casi 900 metros y 35 largos (8a) de Salathé Wall, El Capitán, en tan solo 11 horas y 18 minutos.
Es el tiempo más rápido que jamás haya empleado nadie en escalarla en solitario. Honnold, junto al tristemente desaparecido Sean Leary, también tiene el récord absoluto desde 2009, en 4 horas y 55 minutos.
Cuando decimos que ha sido el más rápido en escalar Salathé Wall en solitario, hay que ponderar lo que esto significa: ha rebajado el tiempo a casi la mitad. Hasta ahora, el más veloz había sido Brant Hysell, con 19 horas y 58 minutos. Solo ha podido disfrutar 12 días de su éxito, porque lo consiguió el pasado 11 de mayo. Antes que él, Cheyne Lempe en 2013 escaló la ruta en 20 horas y 6 minutos.
Es importante conocer estos datos. Porque, según confirma Honnold al San Francisco Chronicle, el motivo por el que no había intentado antes conseguir ser el más rápido en solitario en esta escalada es porque Lempe es amigo suyo. “Me habría resultado extraño quitar el récord a un amigo. Pero ahora, con alguien que no conocía, es como ¡que comience el juego!”.
“Como Salathé Wall comparte muchos largos con Freeride, conozco muy bien el terreno. Pero aún así hay varias diferencias claves que me han obligado a usar otras técnicas. He escalado con cuerda completamente unos 7 largos, mientras que en otras zonas me he asegurado aquí y allá”, afirma Honnold. Es muy probable que la gran cantidad de zonas en las que, al parecer, no se aseguro, sean las que le hayan permitido rebajar tanto el tiempo.
“Al final, al llegar a cumbre, me he acordado de la frase de Warren Harding, cuando dijo que “al llegar a la cima de la montaña, no estaba claro quien había conquistado a quien, porque la montaña parecía estar en mucho mejor estado que yo". Mis manos están llenas de cortes y, en general, estoy castigado y dolorido”.
El cansancio y las heridas no le impidieron disfrutar: “Fue un bonito día en la pared. ¡Un gran día de escalada!”
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