El GAME inicia una nueva etapa con Rafa Vadillo al frente
Rafa Vadillo se hace cargo de la revitalización del Grupo de Alta Montaña Español de la FEDME.
¿Qué características reúnen las mochilas para montañismo, trekking y senderismo? En este artículo os las explicamos y os ayudamos a elegir la vuestra para cada momento.
Nunca deberíamos hacerlo al revés. Algo que, por desgracia, suele verse:
Tampoco es recomendable el caso contrario:
Al elegirla, hay que intentar que sea lo más ligera posible, pero sin afectar a la función del cinturón lumbar, respaldo y tirantes. El peso en una mochila de carga bien diseñada se distribuye y se “siente” mucho menos.
Como explicaremos en breve, no hay que olvidar que casi un 85 por ciento del peso de una mochila de carga debe de recaer sobre la cintura, no sobre los tirantes.El peso en una mochila mal diseñada, o en la que por su ligereza se ha escatimado en el cinturón lumbar y tirantes, se “sentirá más”, nos desequilibrará, y al final nos parecerá que llevamos más peso que en otra más pesada, pero con diseño y prestaciones adecuadas.
Cada gramo cuenta, pero el peso tiene que disminuir por ligereza de materiales y diseño, no por recortes estructurales. Una mochila sin respaldo es más ligera, pero será una tortura que nos multiplicará por dos la sensación de peso.
Por eso existen modelos diferenciados para mujer y para hombre. En los de mujer encontramos tirantes desplazados y cintura más alta, entre otras cosas.
A las mochilas para mujer les dedicamos un artículo que podéis leer aquí, en el que explicamos todas sus diferencias anatómicas, que son bastantes, y sus ventajas.
No es así: al menos entre el 75 y el 85 por ciento de la misma debe recaer en el cinturón. Y si no estás recibiendo ese porcentaje de peso en el cinturón, una de dos: o tienes una mochila no adecuada, o si la tienes, debes regularla correctamente.
Un truco es ajustar el cinturón con los tirantes sueltos, recayendo todo el peso sobre él. Cuando veamos que se sostiene, ajustamos los tirantes, quitando así parte del peso que recae sobre nuestra cintura.
Un cinturón de poca sujeción, o que no ajuste como debe, nos hará cansarnos mucho más, perderemos seguridad, equilibrio, y nuestra espalda sufrirá innecesariamente.
Las mochilas muy pequeñas, tanto de montaña como de trail running, prescinden del cinturón porque están preparadas para llevar apenas 2-3 kilos y no es necesario. Pero no debemos cargarlas más, porque no están preparadas para ello.
Normalmente, cuanto mayor sea la capacidad de la mochila (y por tanto, el peso que puede acarrearse con ella), más acolchados y voluminosos serán, pero hoy en día, por su forma anatómica, y al igual que ocurre con los arneses de escalada, en los modelos de calidad este volumen se ha reducido mucho sin pérdida de amortiguación y comodidad.
Aporta la rigidez necesaria al sistema para que la carga no se mueva y la mochila sea firme, además de proteger nuestra espalda tanto sujetándola como evitando que los objetos se claven en ella. Muchos modelos incorporan un bastidor rígido.
Uno de los problemas tradicionales de los respaldos en mochilas fuera del invierno radica en el calor y sudor que provocan. Los diseños aireados que las marcas de calidad han diseñado en los últimos tiempos minimizan este problema, ya que todas las mochilas de calidad incorporan canales de ventilación y están confeccionadas con materiales que absorben el sudor.
El óptimo se consigue con los modelos con espacio tras el respaldo, como el Airzone de Lowe Alpine, que separa la espalda de la mochila, evitando totalmente el contacto y permitiendo la completa circulación de aire.
Cuando hablamos de tallas, no nos referimos a la capacidad y volumen de carga de la mochila, sino al tamaño del respaldo, tirantes y cinturón. Y esto depende del tamaño de nuestra espalda.
No todas las mochilas tienen talla: es probable que no la encontremos en las de menos de 30 litros. En otras ocasiones encontraremos respaldos de mochila que permiten ser adaptados a las diferentes tallas.
Sin embargo, se diferenciarán de estas últimas en su forma:
En cuanto a su peso, como decíamos, lo importante es que, si buscamos modelos ligeros, se deba a sus materiales, y no a recortes estructurales. Milagros no hay: si una mochila es muy ligera, sin recortes de estructura, y es resistente, habrá que pagar el precio que valen sus materiales de última generación.
Porque, si bien las mochilas resisten al agua, excepto en los casos que se indique, no son impermeables, sobre todo en sus costuras. Y no hay nada peor que encontrarse con toda nuestra ropa, comida y saco de dormir mojados en el peor momento. Algunos modelos la incorporan plegada en algún bolsillito, otros no.
Por su poca capacidad, pueden no llevar cinturón, o que este sea un simple cintajo.
Las que no se acerquen a los 20 litros no son muy recomendables para montañismo por su escasa capacidad. (Es una de esas ocasiones en las que una capacidad menor de lo necesario puede hacernos “olvidar” en casa material básico, aunque se trate de una excursión corta).
Aquí también se incluyen las Daypack, que son mochilas que combinan el uso urbano con las salidas cortas de día en montaña.
En ellas podremos llevar algo de comida e hidratación y elementos de seguridad y técnicos si son necesarios (piolet, bastones, crampones, etc).
Hasta hace poco mas de una década, para travesías con saco, etc, se solía elegir una mochila del grupo de más de 65 litros. Pero hoy en día, con los avances en materiales, que permiten que la ropa, hornillos, tienda de campaña, saco, etc, pesen y ocupen la mitad con las mismas prestaciones, podemos apurar mucho el volumen de las mochilas, y el grupo entre 40 y 65 litros es el rey.
Pensemos por ejemplo en lo que ocupan 3 camisetas de algodón, frente a lo que ocupan 3 camisetas técnicas. O un pantalón moderno de trekking frente a un vaquero o un pantalón antiguo para montaña. Una tienda puede ocupar y pesar menos de la mitad, un hornillo en su funda, con gas y accesorios, pesa y ocupa lo mismo que un cartucho de gas antes. Y así todo.
Así podemos llevarla a media carga sin movimientos ni desequilibrios y emplearla como mochila de día.
No olvidemos tener siempre en cuenta la regla general: elegiremos las mochilas entre 45-65 litros para travesías si cabe todo lo que necesitamos; sino, una de carga. Nunca abandonar cosas necesarias por el volumen de la mochila...y nunca cargar con más cosas de las necesarias porque aún tengamos sitio en ella.
Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.
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