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El esquí de fondo es una actividad apasionante. Os explicamos sus estilos, algunos consejos, y cómo elegir las tablas, botas, bastones y fijaciones.
El esquí de fondo es un deporte apasionante. Combina las sensaciones que pueden proporcionarnos las raquetas en un espacio natural con la diversión y plenitud del deslizamiento.
Se desarrolla en lugares privilegiados, resultando prácticamente inexistente su huella en el medio.
Llanos del Hospital, en el valle de Benasque, es un buen ejemplo de estos lugares. Pedimos a Chemary Carrera, director de la Escuela Maspirineo, situada en esta estación nórdica pirenaica, que nos comparta en 10 puntos lo que para él es esta actividad:
Todas estas razones se resumen en una: la increíble experiencia de transitar por bosques y montañas en invierno, y además practicando un deporte divertido y muy saludable.
Antes de elegir nuestro material "duro" (tablas, botas, fijaciones y bastones), debemos conocer los dos estilos principales de esquí nórdico. Porque, según cuál practiquemos, necesitaremos diferentes tablas, botas, fijaciones e, incluso, bastones de diferente longitud.
Es el más antiguo, y es el que la mayoría de personas que no conocen el esquí de fondo identifican.
Se practica en las estaciones a través de una huella marcada en la nieve, con dos carriles por los que las tablas circulan. En esencia, realizamos movimientos hacia adelante y hacia atrás, como caminando, para deslizarnos a buena velocidad. A esto se le denomina “paso alterno”.
Puede practicarse siempre, independientemente del nivel de esquí, pero normalmente es el que, además, se emplea para aprender.
De creación más reciente. Como su nombre indica, consiste en realizar los mismos movimientos para deslizarnos que con unos patines en línea, pero con esquís, sobre la nieve, y con bastones.
Cuando llegó, dejó en segundo plano al paso clásico, sobre todo entre gente experta. Por varios motivos, algunos que veremos referentes al material, pero sobre todo, porque el skating es verdaderamente eficaz y divertido. Las sensaciones de deslizamiento se multiplican.
Para aprender a deslizar y descender se suele recomendar empezar por el clásico, es mucho más sencillo, y su curva de aprendizaje es menos empinada. Sobre todo quienes no saben patinar, o no están en la mejor forma.
Esto último es importante: podemos empezar el primer día con el paso clásico casi como si andáramos. En patinador, deberemos patinar desde el primer momento, y tendremos que poner más de nuestra parte...tened en cuenta que las pistas de fondo no son llanas, tienen sube y bajas.
La suela del esquí se divide en zona de deslizamiento (en las puntas de los esquís) y zona de patada o de agarre (en el centro).
La punta es larga y angulada, para que deslice y no se clave cuando descendemos de nuevo a la nieve el esquí trasero elevado durante el paso.
Al realizar el paso alterno, nos encontramos con un problema: cuando nos impulsamos, la tabla avanzada desliza hacia delante…mientras la que se queda atrás para impulsar a la otra patina hacia atrás. Imaginemos que intentamos andar en hielo. Algo así.
Por eso las tablas de clásico tienen algún sistema que permite deslizar hacia adelante, pero no retroceder. Lo mismo que las pieles de foca en esquí de travesía. Y estos sistemas son 3:
¿Su problema? Tienen un gran agarre, pero disminuyen mucho el deslizamiento.
Decimos que hasta hace poco era el único sistema sin mantenimiento. Sin embargo, en estos momentos solo se usa en junior, gama baja, y alquileres. ¿El motivo? La llegada de las micropieles, que cada vez son más usadas incluso por los más avanzados y expertos en su día a día.
En cierta forma, han revolucionado el estilo clásico: muchas personas que también gustaban de este estilo, lo abandonaban, ya que con escamas, para alguien avanzado, el deslizamiento no era el adecuado, y el uso de ceras da "pereza".
Una gran ventaja es que pueden cambiarse, bien por desgaste, bien por otra mejor para otro tipo de nieves, etc.
El sistema de micropiel de Salomon se llama Skin, al igual que el de Fischer. El de Atomic, Skintec.
Por regla general, sumamos unos 15 centímetros a nuestra altura y obtendremos la longitud de nuestros esquís clásicos.
Hay otros factores: para principiantes, es mejor elegir las tablas más cortas que nos sirvan; una vez avancemos, aumentaremos el tamaño.
Pero la altura y nuestro nivel no es lo único que debemos tener en cuenta a la hora de elegir nuestras tablas de clásico: el peso es muy importante. Y aquí hay que explicar el arco.
Los esquís de fondo clásico forman un arco, vistos desde el lateral, de forma que, cuando apoyamos todo nuestro peso sobre una de las tablas (esto ocurre en el esquí de apoyo: entonces ceras-escamas-micropieles evitan del deslizamiento contrario), nos frena, pero cuando deslizamos y lo distribuimos entre los dos, solo punta y espátula apoyan completamente, realizando la zona bajo nuestros pies menor presión contra la nieve.
De esta forma evitamos que la zona no lisa (ceras, escamas, micropiel) roce completamente y nos frene en el deslizamiento. Según nuestro peso y habilidades, elegiremos tablas con mayor o menor arco, y con mayor o menor rigidez.
En realidad, todo esto se reduce a elegir la medida adecuada para nosotros indicada en las tablas que cada marca publica, según nuestro peso, técnica y experiencia. Sobre todo al principio, lo mejor es confiar en esas tablas y escoger lo que la marca diga que nos corresponde.
Más sencilla la elección que en clásico. Es uno de los motivos, junto al gran deslizamiento, que lo propulsó: ni ceras, ni escamas...nada.
Al patinar siempre nos impulsamos para adelante (por eso los patines de ruedas no llevan sistema que bloquee las ruedas para impedir que vayan para atrás), así que como no necesitan agarre hacia atrás, son una suela lisa, sin más.
El diseño varía con respecto a los clásicos: menos arco (ya que al ser lisa la suela, al apoyar desliza), puntera más corta y redondeada (no apoyamos esa zona), y cantos (apoyamos sobre ellos parte del impulso).
Con respecto a la longitud de las tablas, en general son unos 10-15 centímetros más cortas que las de clásico. Así que elegirlas de igual medida que nuestra altura no es mala opción...pero cuidado: normalmente, vamos a tener que elegirlas según nuestro peso, no nuestra altura. Lo mejor es consultar las tablas de tallas de los fabricantes y seguirlas. Otras elecciones son ya para expertos.
Con esquís más largos se patina más, pero se manejan peor. Es mejor unos esquís adecuados a nuestro nivel.
La rigidez es importante, pero en este caso la lateral: como clavamos los cantos para impulsar, no deben flexar lateralmente.
Las botas para paso alterno (estilo clásico) tienen tobillera flexible, y en general toda la bota es “blanda”. El gesto que hacemos con ellas es de andar hacia delante, así que la caña del tobillo es más blanda y baja, para no impedir el movimiento. La estabilidad lateral se gana en buena parte con la rigidez lateral de la suela.
Las botas para paso patinador tienen tobillera más alta y protegida, bastante rígida, y lo mismo ocurre con el resto de la bota. Se entiende mejor diciendo que se dan un aire a unos patines.
Y después están las botas combi, que sirven tanto para clásico como para patinador. No son tan eficaces como una bota específica, pero funcionan bien, y evitan duplicar el gasto de material.
Si ya se dispone de unas botas de clásico, o de patinador, y queremos practicar el otro estilo, puestos a invertir, es mejor hacerlo en una dedicada que una combi. No vamos a ahorrar dinero, porque tenemos que comprar un par y ya tenemos el otro, y funcionan mejor.
Pero para quien tiene que adquirir los dos pares, o para quienes realizan predominantemente un estilo, con algunas incursiones en el otro, unas combi son una buena elección,.
Básicamente todas funcionan igual: el pie está enganchado a la fijación solo a través de la puntera, en donde una goma se comprime con nuestro movimiento, permitiéndonos flexar, volviendo después a su posición al ceder la presión.
Según materiales y dureza de la goma, serán más o menos técnicas. Todas las fijaciones de clásico tienen una goma más blanda que cualquiera de patinador. Hace unos años había alguna diferencia más entre las de clásico y las de patinador más, sobre todo en el diseño de la placa, pero hoy en día prácticamente puede decirse que sólo las diferencia la goma. Si esta se puede cambiar, serán polivalentes.
En la mayoría de los casos, la fijación viene con las tablas, acorde a ella según su nivel. Debemos tener cuidado y comprobar que las botas y fijaciones sean compatibles entre sí, porque existen varios sistemas.
Hay que destacar que actualmente, en las tablas que se venden sin fijación, viene ya la muesca para la misma. Las tablas de fondo son muy duras, y antes, sin esa muesca, no era tan sencilla su colocación.
Su diseño es especial, tanto para impulsarnos como para permitirnos realizar las maniobras de mano y balanceo del bastón, básicas en la técnica. También las rosetas, que en este caso más bien podrían llamarse cazoletas, son específicas para esquí de fondo.
Lo primero que hay que destacar es que los bastones para paso patinador tienen que ser más largos. Más o menos nos tienen que llegar a la oreja. Nuestra altura por 0.89 es un buen punto de partida.
En el caso de los bastones para paso alterno (clásico), más o menos tienen que llegarnos al hombro. Nuestra altura por 0.83 está bien.
Las dragoneras son fundamentales porque en las técnicas de mano y balanceo hay un momento en el que, para permitir un impulso total, debemos soltar el bastón y debe quedar enganchado -sin colgar- de la misma, y al hacer el balanceo de vuelta tiene que regresar a nuestra mano, para que la cerramos en la empuñadura.
Y, por eso mismo, los guantes de esquí de fondo son especiales. En realidad, cualquiera fino, tipo de ciclismo invernal, nos puede servir para comenzar. Esto es un consejo general: uno de los principales errores de primer día de cursillo es aparecer con ropa de esquí alpino. Gran error: se trata de un deporte aeróbico. Deberemos de llevar ropa softshell dedicada para esquí de fondo o travesía rápida, o similar
Con respecto al material de construcción de los bastones, para comenzar están bien los de aluminio. Después llegan los compuestos con algo de carbono, que eliminan peso, y finalmente el carbono en los mejores, que elimina peso y da gran rigidez.
Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Bilbao, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.
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