Ainhize Belar encadena Iñi Ameriketan, 9a+, Baltzola
La joven escaladora vasca consigue la 1ª femenina y 5ª histórica a la dura vía de la cueva de Baltzola.
La dureza del recorrido y la nieve helada en algunos tramos marcaron una carrera que los participantes califican como “alpina e inolvidable”.
A las 00:00 horas, medianoche entre los días 25 y 26 de julio, arrancó la prueba reina del Gran Trail Aneto-Posets. 109Km y 7.000m de desnivel esperaban a los corredores, comenzando por el gran bucle del Aneto a través del Collado de Salenques.
La noche se hizo muy larga para los participantes, que apenas abandonaban Aigualluts se encontraban con el caos de piedra y nieve que les iba a llevar hasta los 2.800m del Collado de Salenques. En esta subida, en la que es imposible correr, la ventaja la llevaban los más experimentados en montaña, frente a los más rápidos. En el último tramo la nieve se encontraba muy dura, por lo que aquellos que cargaban con crampones completos tomaban ventaja sobre los que habían decidido ir más ligeros y obviarlos.
El descenso del collado se hizo muy difícil para aquellos que no usaban crampones, a pesar de la ayuda de la cuerda fija. Los más precavidos, aquellos que llevaban crampones de puntas, y no sólo microcrampones, no sólo adelantaron a los demás fácilmente, sino que evitaron problemas que incluso finalizaron con algún rescate. La nieve estaba dura tras la noche, y hace pensar que quizás en próximas ediciones podría debatirse sobre la conveniencia o no de la obligatoriedad de los crampones.
Llegaba la mañana, y mientras el grupo de cabeza ya descendía por Ballibierna hacia el primer paso por el pueblo de Benasque, la mayoría de corredores se encontraba con la inolvidable belleza de la zona lacustre que se encuentra encima del ibón de Llauset, recóndita y desconocida. A pesar de la dureza, gran número de corredores afirmaban en meta que una de las cosas que más les había impresionado era la belleza del territorio recorrido, enorme y salvaje.
Finalizado el bucle que les había llevado a dar la vuelta al Aneto, los participantes afrontaban la larga subida a través del valle de Eriste que les situaría en los 2.900m del Coll de la Forqueta, desde el cual cambiaban de valle, entrando en el vecino de Gistaín, descendiendo hasta el refugio de Biadós. Aunque a partir de él les quedaba otra larga subida hasta el Collado de Estós, el terreno mejoraba, listo para el gran descenso final desde este último collado hasta Benasque recorriendo el largo y búcolico valle de Estós a través de sus sendas.
El primero en cruzar la meta fue Daniel Amat, valenciano afincado en Cerler, 17:32:25h, seguido por Rafael Martín, 17:55:56 y Sebastián Sánchez, 18:14:01.
La 1ª mujer en cruzar la meta fue Gisela Soley, con 26:22:12, seguida por María Amparo Zapico, 29:23:10 y Belén Rodríguez, 31:25:50.
“La carrera es muy dura, pero bellísima y diferente”, nos comentaba el domingo por la mañana un participante que había cruzado la noche anterior la meta en algo más de 23 horas. “Se llama carrera por montaña, pero lo cierto es que en buena parte del recorrido no se puede correr, es una prueba alpina. Es increíble por los paisajes que cruza, es difícil encontrar una prueba en Europa que transite por lugares así. He corrido a ratos con uno que creo que era inglés, muy fuerte y un tío divertidísimo, que estaba asombrado. De vez en cuando se quedaba extasiado mirando, y paraba, aunque no tenía ningún problema en alcanzarme después. Me decía que no podía imaginarse esto, ni el terreno, ni las montañas, que no se lo esperaba, y que nunca había participado en una prueba parecida. Pero que trail running como suele entenderse, desde luego, no era.
Si se entiende esta prueba como realmente es, es una maravilla, pero quien venga pensando que es una prueba de Trail running, para correr por sendas, pista y asfalto, tendrá problemas serios. Como los tuve yo el año pasado. Es que hay una buena parte de la prueba, en Salenques, que es seguir la GR sin senda, saltando de gran bloque de roca en gran bloque, con laderas fuertes de nieve dura, no hablamos ni de minisenda de montaña. Este año he llevado crampones, y gracias a ellos les he sacado dos horas a muchos en el descenso de Salenques.”
Incide en el tema: “para mi, que aunque he hecho montaña y alpinismo soy más corredor, la diferencia de tiempo que hago entre esta carrera y la Ultra del Mont Blanc es mínima, muy inferior a la que debería de ser debido a la diferencia de kilometraje.”
También tenía unas palabras para el público: "Ha sido increible el apoyo del público. Mucha gente en las zonas de valle, pero te encontrabas animando a gente en lugares insospechados. Me ha recordado mucho al ambiente de apoyo que hay en las pruebas del País Vasco, una fiesta."
Un mundo de caos y roca y nieve, el de Salenques, que puede resultar algo desesperante, como afirma el afamado bloguero y corredor Ramón Ferrer, “Monrasin”: “sin lugar a dudas la parte más delicada de la prueba, por su verticalidad y por la existencia de bastante nieve en ese tramo. Una nieve que se encontraron los corredores totalmente congelada, muy delicada y muy peligroso su tránsito. Muchos optaron por ayudarse con crampones, aunque los crampones de zapatillas en estos tramos tan empinados hay que manejarlos con muchísima precaución. Por otra parte el caos de roca que comenzaba en esta zona y prácticamente no terminaba hasta los ibones de Vallibierna, ya pasado el km 41 hacia prácticamente imposible el correr durante estos 20 km. Un mundo de roca y de caos que podía desesperar a algunos, pero un terreno tremendamente espectacular de alta montaña, casi 25 km por encima de los 2000 m. con rocas, más rocas, ibones y siempre unas vistas de ensueño.”
La organización, a cargo de Prames y Peña Guara, y según opinión de muchos corredores, ha solucionado buena parte de los problemas surgidos el año anterior, con un buen marcaje, gran labor de los 300 voluntarios, y avituallamientos consistentes. Ayer por la noche ya se había recogido casi el 100 por 100 de cintas de marcaje y avituallamientos. Cabe destacar la colaboración de los corredores: prácticamente no ha habido que recoger ningún resto, ni siquiera algún papel. Hubo problemas puntuales con el reparto de camisetas, según comentarios escuchados.
Los últimos participantes cruzaban la línea de meta, agotados pero muy sonrientes, más de 37 horas después de haber dado la salida.
Durante todo el fin de semana Benasque ha sido una fiesta continua, con las salidas y llegadas de las diferentes pruebas y los miles de visitantes y acompañantes de los corredores que esperaban en el pueblo.
Vuelta al Aneto, Maratón de las Tucas, Vuelta al Pico de Cerler y Vuelta al Molino de Cerler
La Vuelta al Aneto, de 58 kilómetros, fue ganada por Diego Gómez, 7:58:21h y por Mercedes Pina, 10:13:27. Los vencedores del Maratón de las Tucas fueron Roberto Prades, 5:08:51h y Eli Gordón, 5:26:18h. Ambas pruebas se disputaron el sábado.
Y el domingo finalizó la participación con los 407 corredores que tomaron la salida en la Vuelta al Pico de Cerler (Víctor Serrano, 2:00:20; Vanessa Benavent, 2:37:01) y con la prueba de iniciación, Vuelta al Molino de Cerler, en la que vencieron Borja Córcoles (55:12:00) y Marina Pilar Espert (1:03:54).
Todas las clasificaciones en: http://www.trail-aneto.com/
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