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Dos récords (Joan Clofent,66 y Tamae Watanabe, 73, español y mujer de mayor edad) y 3 desaparecidos en el Everest
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La caravana del Everest por la Sur alcanzó su objetivo: “Apareció la pared del Lhotse, y fui testigo de algo que sobrepasa cualquier cosa que haya visto en mis 50 años de vida. Unas 200 personas subían en fila india por ella. Comienzan a usar oxígeno desde el campo II o el III, y comparten el mismo sueño: pisar la cima del mundo, no importa a qué precio. Entre ellos, los sherpas, acarreando las cargas de sus sahibs hasta el collado sur. Una visión extraña. Algunos hicieron cima; otros no regresarían” (Ralf Dujmovits, desde el collado sur del Everest)
La “caravana” del Everest alcanzó la cima por la vertiente sur. Una vez que los sherpas terminaron su trabajo hasta lo más alto y se anunció una ventana de buen tiempo, unos 200 montañeros partieron hacia cumbre. Ralf Dujmovits, que se encontraba en el collado sur tras desistir, debido al gran cansancio acumulado, de su intento sin ayuda de sherpas ni oxígeno artificial, comenzó a descender y la vio; manifiesta su asombro con las palabras que hemos reproducido.
Con ellos ascendía el catalán Joan Clofent, que a sus 66 años se convierte en el español de mayor edad en pisar el techo del mundo. Entre sus compañeros había gente de Finlandia, Inglaterra, Nueva Zelanda, Polonia, Suecia, Tanzania y España, apoyados por un equipo de 15 personas entre guías, sherpas y médicos. Con esta montaña culmina también su proyecto de las 7 cumbres: Elbrus (Europa), Kilimanjaro (África), Aconcagua (América del Sud), Mt Vinson (Antártida), Pirámide de Carstenz (Australia), McKinley (América del Norte) y Everest (Asia).
Otro récord de edad es el conseguido por la japonesa Tamae Watanabe, que a sus 73 años se convierte en la mujer de mayor edad en hacer cumbre en el Everest. En realidad ya lo era: conquistó esta montaña a los 63 años, hace una década, y ahora se ha superado a si misma.
Lamentablemente, y como Ralf Dujmovits suponía, 3 personas -un alemán, un surcoreano y una nepalesa residente en Canadá- han fallecido por diferentes motivos mientras intentaban hacer realidad su sueño.
Ralf Dujmovits
El austriaco, que a sus 50 años intentaba una cima sin oxígeno ni sherpas, decidió descender desde el collado sur debido al cansancio. Allí permanecía junto a Ueli Steck, con quien tenía previsto salir hacia cima.
“Excepto Ueli Steck, un equipo chileno con oxígeno y yo, nadie más intentaba la cima el 18 de mayo. El resto de grupos estaban preocupados por si los sherpas no hubieran terminado de tirar toda la cuerda hasta cumbre, y por si acaso habían retrasado la subida al 19, aunque ese día habían anunciado vientos fuertes que hacían una jornada de cima con peores condiciones. Ueli y yo éramos los únicos sin oxígeno, y cuando vas así, necesitas las mejores condiciones posibles. Y éstas se daban el 18.”
Ralf cuenta que un gran desprendimiento de hielo afectó al campo 3 al poco de partir él del mismo, alcanzando a 2 sherpas y destrozando 17 tiendas vacías, incluidas la que él acababa de abandonar, y la que Ueli Steck habría empleado de no haberse saltado ese campo en ese momento. La velocidad, una vez más, vuelve a ser la mayor aliada del suizo.
Pero el esfuerzo pasó factura al austriaco: “Cuando llegué al collado sur me di cuenta de que superar los 850m de desnivel con tanta carga -tienda, esterilla, saco de dormir, hornillo, comida, mono de plumas, guantes, pantalones de primaloft...-me había dejado exhausto....hablé con Gerlinde y David, que ya estaban en su vivac a 7.250m en el Nuptse, en su descenso tras escalar hasta cima con éxito el Nuptse en estilo alpino por el Pilar Norte, y una vez más Gerlinde me pidió que no tomara riesgos y que supiera escuchar a mi cuerpo.”
Así que se trasladó hasta la tienda de Ueli para comunicarle que no partía con él hacia cima. “Una decisión muy dura. Abandonar tan cerca del objetivo me supuso mucha fuerza y coraje. Sin embargo, la posibilidad de cometer un gran error (y necesitas un montón de autocontrol para moverte de manera coordinada a esta altura, cuando tu cuerpo alcanza sus límites) era muy alta, y podría significar congelar o algo peor...y algo es cierto: escalar el Everest en “topless” no vale ese precio."
Alguien con la enorme experiencia y el impresionante currículo de Ralf Dujmovits lo resume así: “Mi buen amigo, el artista de cabaret Jörg Kraüter, me escribió una vez una frase interesante: “De alguna manera, también se alcanza el éxito de la cima haciendo caso a la sabiduría de la edad y estando contento por haber dado lo mejor de uno mismo, pero reservando lo mejor de lo mejor.”
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