Vídeo: Adam Ondra, Búlder. Tour de Flash en Fontainebleau
En uno de los paraísos del búlder, Adam Ondra intenta escalar todos los 8b a flash posibles en un solo día, y prueba un 9a(+).
Los guías de escalada Edu Recio y Jesús Ibarz vuelven a Marruecos. Y de nuevo, anuncian aperturas: Respira…, en Taghia, y La Salvaje, en la Catedral de Imsfrane.
Edu Recio y Jesús Ibarz, guías de escalada y profesores de cursos en Rodellar y Huesca, y de Barranquismo en Guara, con su compañía Rumbo Aventura, han vuelto a uno de sus sitios especiales, Marruecos, y de nuevo han regresado a casa con algunas aperturas. “Una en Taghia y otra en la Catedral de Imsfrane, siendo esta última la más especial, por ser la segunda vía en la enorme pared, la primera de corte deportivo y, por ahora, la más difícil, con 500m de recorrido y 7b”, nos comenta Edu.
La Catedral es una gran desconocida en el mundo de la escalada pero, sin duda, es una apuesta con un gran desarrollo de futuro, dadas sus enormes posibilidades.
Edu nos envía esta crónica, con reseñas de las aperturas y de la zona.
Siempre que cruzamos a Marruecos sabemos que nos esperan nuevas aventuras… y también viejos sabores, olores conocidos, paisajes perdidos y grandes amigos. Familia y amigos.
Para variar, esta vez comenzamos el viaje en el sur, en Ouzoud. Habíamos escuchado hablar bien de la escalada en este gran cañón arrepisado en el que confluyen las famosas cascadas de Ouzoud, frecuentadas por multitudes de turistas. Varios sectores en vías de deportiva con chorreras, con grados que van desde el V hasta 8b o más.
Tras unos días decidimos desplazarnos al salvaje Atlas, en la provincia de Azilal. Cogimos la vieja ruta a Taghia, la que termina el asfalto a los pies de la Catedral de Imsfrane.
Hicimos noche en la furgo a los pies de la Catedral y no fue hasta el día siguiente que pudimos contemplar la grandeza de esa montaña, con mas de 600m de paredes y kilómetros de verticales y desplomados conglomerados con el inimitable estilo de los grandes bolos de Riglos. No teníamos material para abrir apenas nada allí, pues la longitud y características de esa roca nos quedaban grandes.
Continuamos recorriendo los 40km de pista de montaña que la separan de Zaouiat-Ahansal y desde allí, por la recién abierta pista de tierra, llegamos a Taghia. Fuimos la primera o segunda camper en llegar allí. Por cierto, apenas hay parking en todo el pueblo, que está en obras.
Tras escalar algunas vías, abrimos la nuestra en la cara Oeste del Toujdate. La roca era excelente en casi todo su recorrido, como es tradicional en la zona.
La vía se llama “Respira…”, 300m 6c+, con un tercer largo de 6b al más puro estilo de Ordesa, entre lajas gigantes y estrechas, móviles, peligrosas, que te hacen… respirar y concentrarte a tope.
A la vuelta no pudimos evitar parar en la Catedral de Imsfrane.
Esta pared de hasta 600m es otra película. No teníamos ni cuerdas ni material para semejante empresa. Los compactos muros de conglomerado no hacen apenas fisuras, o no por donde queríamos: de abajo arriba, por lo más largo, y directos a cumbre.
Pero ya estábamos allí, las ocasiones en la vida pasan… y había que intentarlo. Conseguimos algunos parabolts en Beni Melal y nos pusimos manos a la obra.
Fue tan duro y difícil como parecía. Los primeros largos van por una canal donde la roca en la parte derecha es dudosa y de difícil protección. Jesús, que venia recién estrenado en el 8c, abrió unos largos técnicos y expuestos en esas canales que exigían darlo todo. No todo era roca mala… según escalábamos hacia arriba de la canal, la roca mejoraba volviéndose indestructible al más puro estilo de Riglos: escalada de bolos, desplomes y fuerza. Allí volaba todo, los bolos que se arrancaban y las personas.
Los muros de arriba y el ambiente de paredón recuerdan a la Oeste del Picu Urriellu o Peña Santa (donde abrimos en 2011 Nuri 600m 7b), con, a mitad de pared, la enorme sombra de la montaña proyectándose sobre el valle.
Allí sólo se tenia constancia de una vía de corte más clásico abierta por Christian Ravier y un amigo en 2018, apenas o nunca repetida. Existía la creencia en el valle de que esa pared no era escalable.
En la parte superior la vía afronta un techo de 7b con unos pasos duros a bloque. Terminamos tras 6 días de escalada, en los que bajábamos y remontábamos por cuerdas fijas, usando hasta las finas de escalar para ello. El resultado de tanto esfuerzo y trabajo es un viote del que su propio nombre lo dice todo: La Salvaje, 600m, 7b. Una vía atlética y muy obligada.
Al llegar, fuimos al Albergue la Rueda, en donde todo son abrazos, risas y recuerdos de nuestras batallas. Y es que no solo son las paredes; también es por ellos que volvemos.
Siguiendo el encargo de Abdel Wahid, el dueño, y de su familia, actualizamos algunos croquis de las paredes principales para quien quiera escalar en esta fantástica región del Rif y completar el viaje que pudieran hacer a la Salvaje. Eso sí: un viaje solo para escalar la Salvaje merecerá seguro la pena.
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