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El alpinista y fotógrafo Jimmy Chin, de la expedición de National Geographic, localiza restos de Irvine en la cara norte del monte Everest.
Estamos en el año del 100º aniversario de uno de los mayores misterios de la historia del alpinismo, sobre el que aún se debate: ¿Consiguieron Mallory e Irvine, en aquel remoto 8 de junio de 1924, la 1ª cima en el monte Everest?
Una efeméride que trae noticias: Jimmy Chin, el conocido alpinista y fotógrafo del equipo The North Face, ha encontrado restos de Andrew “Sandy” Irvine con pocas dudas sobre su identidad.
En concreto, un pie, con bota y calcetín, recién salido del hielo en el glaciar Rongbuk Central, en la cara norte del techo del mundo. En espera de la prueba de ADN, la etiqueta "A.C. Irvine" cosida en el calcetín parece confirmar que se trata del alpinista británico.
Como informamos hace un mes, este otoño, por 2º año consecutivo, una expedición de National Geographic se encaminaba al Everest acompañando a Jim Morrison en su intento de primer descenso con esquís del corredor Horbein. Grandes y conocidos nombres la integraban. Entre ellos, Conrad Anker y Jimmy Chin.
Pero, según informa NG, la casualidad quiso que un día de septiembre, descendiendo por la zona central del glaciar Rongbuk, descubrieran una botella de oxígeno marcada con la fecha 1933. Esa expedición británica, 4º intento histórico al Everest, fue la que encontró el piolet de Irvine en la cresta noreste, bajo el primer escalón.
Sabiendo que el piolet estaba arriba en la cresta y la botella abajo, Chin pensó que, en algún punto cercano, podría estar el cuerpo. Probablemente más arriba, en la línea de caída, porque es lógico pensar que, si la botella se soltó, continuara resbalando ladera abajo como un misil.
Así que, junto a los también cámaras y alpinistas Mark Fisher y Erich Roepke, dedicaron los días siguientes a buscar por la rota y laberíntica superficie del glaciar en los alrededores, justo por encima de donde habían encontrado la botella. Hasta que, de repente, vieron una bota antigua, con clavos de hierro, asomar del hielo. El golpe de suerte fue importante, porque, según Chin, parecía que acababa de emerger del hielo. Quizás una semana antes no la hubieran visto.
Se trataba de un pie en una bota, con un calcetín aún conservado. Al examinarlo, saltaba la prueba: el calcetín llevaba cosida la etiqueta con el nombre de A.C. Irvine en ella. No había duda.
Marcaron el lugar y, tras avisar por el satelital a la familia de Irvine, a través de su bisnieta, dieron cuenta del hallazgo a la autoridad china, representada por el CTMA (Federación chino-tibetana de alpinismo). A los pocos días, al ver sobrevolar algunas aves de rapiña sobre los restos, pidieron permiso para moverlos y, tras meterlos en una nevera, los entregaron a los responsables del CTMA. En estos momentos se está a la espera de una prueba de ADN que confirme la identidad.
No indican el lugar en donde los han encontrado, para evitar buscatesoros. Consideran que, en un radio cercano, es posible que aparezcan otros restos. Entre ellos puede estar la clave a un misterio de 100 años: la cámara de fotos que ambos portaban, y que aclararía si la caída ocurrió antes de llegar a cumbre o en el descenso de la misma.
Hay verdaderos fanáticos sobre este tema. Son decenas los libros que se han escrito, con toda clase de teorías, y sigue habiendo páginas y foros de internet con miles de participantes. Como no podía ser menos, una historia como ésta ha alentado las conspiraciones. Una bastante conocida, dada como real por muchas personas, es que una expedición china encontró el cuerpo y la cámara, llevándola su gobierno a un lugar secreto. Esto sería indicativo de que las fotos demostraban que Mallory e Irvine hicieron cumbre. Así, la ocultación serviría para que el país siguiera teniendo el honor de la 1ª escalada por la cara norte. Si se confirma este hallazgo con las pruebas de ADN, no parece que esta elaboración tenga mucho más recorrido futuro.
Para comprender lo que aconteció aquellos días de ya hace un siglo, y de las teorías y hallazgos de los últimos 100 años, incluido el del cuerpo de Mallory por Conrad Anker en 1999, os recomendamos leer este completo artículo que publicamos el pasado 8 de junio. Exactamente el día del centenario de la desaparición de estas dos leyendas del alpinismo. Una historia cargada de misterio que merece unos minutos: 8 de junio de 2024: 100 años de la leyenda de Mallory e Irvine en Everest
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