Vídeo: La Vuelta Al Mundo. Felipe Camargo libera la escalada más difícil de Colombia
La comunidad colombiana invitó a Felipe Camargo para que intentara liberar la que parecía vía más difícil del país. Lo ha conseguido.
Conocer las graduaciones de escalada en roca, qué significan, y como se comparan las diferentes escalas -francesa, yosemite, uiaa, artificial, búlder- es fundamental para cualquier escalador.
Estos sistemas constituyen una herramienta más de información. Son un elemento orientativo que nos permite decidir si la ruta elegida está dentro de nuestras fuerzas y posibilidades técnicas.
Es importante leer e interpretar adecuadamente tal menestra de números y letras que nos podemos encontrar con el fin de disponer de una referencia exacta y acertada. Está claro que no estamos obligados a consultar el grado antes de comenzar nuestra ascensión, pero suele ser una buena herramienta de ayuda para escaladores y alpinistas.
Dependiendo del tipo de actividad, son más exactos y útiles los grados. Los más rigurosos y exactos son los de escalada deportiva, ya que apenas dependen de factores externos; cuanto más cercanos al alpinismo, mas influidos estarán por condiciones, meteo, calidad de la roca, riesgo, compromiso, etc.
Son unas personas que, en beneficio de la comunidad, se dedican a ver líneas y equiparlas (seguros, reuniones, etc), de manera que, aunque ellos no puedan encadenarlas, quien si pueda encuentre las condiciones de seguridad necesarias para hacerlo.
Exige una gran responsabilidad, ya que la vida de muchas personas va a depender de este trabajo, y solo debe hacerlo quien esté capacitado.
A veces hay escaladoras y escaladores que equipan una línea para posteriormente abrirla y escalarla ellos mismos, sin perjuicio de que otros puedan hacerlo, pero hay equipadores que pueden instalar escuelas enteras; alguno bastante famoso supera las 1.000 vías en diferentes zonas.
Una vez equipada, llega la primera escalada. Quien la realiza propone un grado, que será confirmado o modificado por los siguientes escaladores. Los aperturistas y escaladores de nivel han subido tantas vías de cada grado en su vida que, más o menos, tienen capacidad para acertar en el grado que proponen. Pero este grado se afianza siempre en posteriores escaladas, hasta que se llega a un consenso aceptado.
Y después llegamos el común de escaladores y alpinistas, que según las vías que hemos hecho, confiamos en el criterio asentado por los expertos, y elegimos rutas acordes a nuestro nivel, según su graduación.
Es importante que quienes proponen un grado:
El grado es objetivo, y será la misma dificultad para una escalada en placa que para una fisura, para un tipo de roca que para otro. Evidentemente, cada quien tiene mas costumbre, experiencia y facilidad para un tipo u otro de escalada, y es posible que una persona pueda hacer un 6c en placa, y solo un 6a en fisura, por ejemplo.
También hay que tener en cuenta que, en la graduación, sobre todo en los grados más altos, puede no indicar el paso más difícil. Entran en juego factores como la continuidad, número de pasos del mayor grado, etc.
A pesar de que los factores externos afectan mucho menos en escalada deportiva que en clásica, estas escalas no nos indican cosas como, por ejemplo, el nivel de equipamiento de la vía. A veces esto puede traer sorpresas; de igual manera que hay vías sobreequipadas, las hay con seguros muy lejanos.
Esto puede tener una solución: la explicamos dentro de las graduaciones para escalada clásica, en el apartado Escala de nivel de protección, que también afecta a la escalada deportiva. Un sistema combinado de evaluación de dificultad y equipamiento que emplean guías como la del Valle de Tena de Luis Alfonso, Luichy.
En su mayor parte las vías se abrirán desde abajo, escalando en libre o artificial, lo que requiere de una mentalidad muy diferente. A medida que escalamos emplazaremos material de protección en la pared.
Muchos aperturistas abren la ruta empleando técnicas de escalada artificial con el fin de colocar los seguros fijos, normalmente solo en los lugares en los que sea imposible colocar ningún seguro temporal de autoprotección, y una vez finalizada la fuerzan en libre con el fin de darle el grado oportuno.
Puesto que se intenta usar el mayor número posible de seguros extraíbles, los posteriores escaladores tendrán que llevar su propio material de autoseguro; en la pared solo quedarán los parabolts, si es que se han empleado. En la reseña, además del grado, se indicará tanto el material que hay en la pared como el que tienen que portar para autoasegurarse las siguientes cordadas.
Es decir: la dificultad técnica es igual, pero nos cuesta mas valorarla porque el resto de condiciones son diferentes, y nos afectan psicológicamente. Un 6a+ es el mismo paso a dos minutos del coche en una vía de deportiva que a 500m del suelo en autoaseguramiento. Pero evidentemente, no se ve igual.
De ahí que la mayoría de escaladores y escaladoras tengan un grado máximo que pueden solventar en deportiva, y un grado máximo menor que pueden solventar en clásica, cuando entra en juego el riesgo.
Por eso, un aperturista tiene que ser muy experimentado para saber aislar el factor técnico y olvidarse de los factores psicológicos a la hora de graduar.
Sobre cómo se valoran en escalada clásica y alpinismo los factores ajenos a la dificultad intrínseca hablaremos luego.
En Centroeuropa se usa también el grado UIAA, antes para todo tipo de escalada, ahora solo para determinadas zonas de escalada clásica y alpina. Es un grado que nació de transformar el antiguo grado de exposición en uno de dificultad; según se fueron ampliando los límites, se superó el VI, VII, hasta ahora, en el que un 9b es un XII.
Para calcularlo aproximadamente, podemos considerar que un 5b es un VI-, y así vamos subiendo, teniendo en cuenta que mientras en la escala francesa en cada número de grado tenemos 3 letras (a, b y c), y en cada letra tenemos + y -, en la escala UIAA en cada número de grado solo tenemos + y -. Por eso un 9a+ equivale a un XI+.
Como la mayoría de escalas de dificultad fuera de la francesa y estadounidense, su uso está cada vez mas limitado.
Lo haremos usando el grado de exposición y compromiso, e indicándolo junto al grado de dificultad en escala francesa o de Yosemite.
Hay que tener en cuenta que este sistema nació en Estados Unidos como complemento al grado en Big Wall. Por eso hace bastante referencia al tiempo. No siempre será útil, pero en alpinismo, etc, puede serlo.
En ocasiones, al citar el grado técnico de una vía de escalada clásica, encontraremos la palabra “obligado” al lado del número (6b oblig., por ejemplo). Eso quiere decir que la vía tiene al menos un paso de ese grado que no puede superarse más que escalándolo (no podemos "acerar" agarrándonos a los seguros, etc). Quien no lo domine, no podrá escalar la vía.
En algunas reseñas podemos encontrar también la indicación "Expo". Los aperturistas avisan del riesgo de la vía: largas tiradas sin poder colocar seguro, roca muy mala, etc.
Vamos a nombrar algunos criterios. Lo importante es que, si en una reseña o guía, veis algo parecido a esto al lado del grado francés, probablemente os quiera dar información sobre tipo y número de seguros; es de suponer que, en algún sitio en la guía o reseña, explicará la escala usada.
Algo importante: si bien en un principio estas escalas se referían a escalada clásica, ahora se emplean también para deportiva.
Una que se puede encontrar en guías, y que se emplea en países del arco alpino, fue propuesta por el guía de Dolomitas Nicola Tondini (según documento de Mandelli y Angriman para la UIAA).
Esta escala por un lado nos indica el tipo de equipamiento:
Por otro lado, la distancia entre seguros, bien ya colocados, bien que podamos colocar.
Esta es la explicación para la graduación de vías R, sin ningún tipo de anclaje fijo. Puede aplicarse igual para las vías RS y S (RS1, RS2, S1, S6, etc).
Sin embargo, 6 grados en una escala de riesgo puede parecer demasiado complejo. Y algunas guías francesas la simplificaron dejándola en 4, y cambiaron sus letras. Un sistema que parece que está calando y que, por ejemplo, emplea Luis Alfonso, Luichy, en su última guía publicada, Valle de Tena.
Según Luis Alfonso en el prólogo de este libro, podemos encontrar 3 tipos de vías:
Porque en este caso quien gradúa puede considerar el riesgo como parte de la dificultad. Imaginemos que vemos una reseña que dice que el grado es V+ ED. Lo que nos dice es que, a pesar de que es un quinto grado, otros factores aumentan la complejidad hasta ED, que en principio indica una dificultad técnica superior (6b-6c).
Es un sistema de doble graduación, como el grado alpino, y en realidad funciona de forma parecida, como vamos a ver: se marcan las equivalencias entre los dos grados, y un desfase nos pone en alerta. Vamos a intentar explicarlo con claridad, que no es fácil.
Por un lado tenemos el subjetivo, que engloba tanto dificultad como continuidad, riesgo, esfuerzo por longitud, etc, y que puede ser:
Como en el grado alpino, y a diferencia de los sistemas de riesgo y compromiso, es importante saber que en este grado subjetivo también entra la dificultad.
Por otro lado encontraremos el grado técnico, que es redundante con el anterior. Es decir, en un principio, deberían indicar lo mismo. ¿Por qué duplicar entonces? Pues porque, de la misma manera que en la escala alpina, si encontramos alguna disociación entre ambos, nos está poniendo sobre aviso de algún problema no técnico en la vía.
El grado técnico indica simplemente el paso más difícil de la vía, sin indicar nada más. Puede ser un solo paso, o más. Comienza en el 4a, sigue, 4b, 4c, 5a, 5b, 5c, hasta el 7b. Hay que tener en cuenta que estos grados no son equivalentes con la escala francesa.
Combinados ambos, deberíamos encontrar que una vía de S es 4a; HS es 4b; VS es 4c; HVS es 5a; E1 es 5b; E2 es 5c. A partir de aquí, el grado subjetivo no sigue la progresión númerica, y por ejemplo, un E6 suele corresponder con un 6b.
Si encontramos diferencias entre estas dos graduaciones, quiere decir que la vía tiene algún problema que no es estrictamente técnico. Por ejemplo, si encontramos un E6 5c (ya hemos dicho que un E6 corresponde a un 6b), quiere decir que será más dura psicológicamente, tendrá más riesgo, más continuidad que un E6 6b.
Normalmente, en la reseña encontraremos explicados los motivos: unas palabras nos dirán el por qué de esa diferencia, que como decimos puede ser por continuidad, por dificultad de protección y riesgo, etc.
Debido al especial carácter de la escalada británica, sin anclajes fijos, el grado mayor alcanzado es inferior al alcanzado en deportiva. La tabla, de momento, llega al E11 7a, que equivale a un 8c+.
¡Ah! y algo importante. Para no confundir la escala técnica británica con la francesa, las vías de las islas que emplean esta última normalmente llevan una F delante. Un 6c será escala británica; un F6c, escala francesa.
El problema del sistema francés o de Yosemite es que no informan sobre ellos. Y el problema del sistema británico, o de la escala alpina de dificultad, es que por si mismos avisan de otros problemas, pero sin especificar cuales.
Parece entonces que la mejor forma de graduar sería combinando el sistema francés o de Yosemite (por ser los más usados) con las escalas de riesgo.
El guía italiano Nicola Tondini, además de, como hemos comentado, proponer la escala de equipamiento antes vista, propuso un sistema triple de graduación basado en la dificultad, los seguros y sus características, y el resto de factores. Es decir: combina la escala francesa, la escala de riesgo del I al VI, y la escala de emplazamiento y tipo de seguros.
Ya hemos explicado las 3 escalas. Por ejemplo, si graduamos una vía de escalada deportiva corta, con pocos y distantes parabolts, podría ser 7b/S3/II, mientras que una vía clásica, en altura, con aproximación y descenso largo y complejo, podría ser V/R3/IV.
Una gran ventaja: también sirve para escalada deportiva o completamente equipada. Se evitarán sorpresas como las que hay en algunas vías, con seguros muy distantes, entre otros.
Es una opción, como lo es emplear la escala que utiliza Luis Alfonso en sus guías, venida de Francia, con el grado francés y el grado de equipamiento (6c S2, por ejemplo)
Sea como sea, de una u otra forma, parece una idea bastante buena añadir esta información en las guías de escalada.
Durante la escalada en artificial emplearemos los seguros tanto para protegernos como para colgarnos de ellos y con su ayuda poder progresar.
El sistema empleado para graduar vías de escalada artificial es un poco más complicado que aquel empleado durante la escalada en libre. Hasta principios de los años setenta el sistema de graduación se basaba en la inclinación de la pared. Si la pared era vertical el paso lo graduábamos de A1, si la pared era desplomada el paso sería de A2 y si se trataba de un techo el paso lo marcaríamos de A3.
Pero hoy en día ya no encontraremos este sistema, y A1, A2, etc, significan otra cosa: valoran el riesgo existente según una posible caída: cuanto más daño pueda hacerse el escalador de primero, mayor es la graduación en escalada artificial.
Al medir el riesgo, la graduación en artificial es cerrada, al contrario de la graduación en libre, en la que se van superando límites, como hace 2 años, cuando Adam Ondra encadenó Silence, el primer 9c del planeta.
El grado más fácil es el A0 y el grado más difícil es el A6, y no se puede abrir mas la lista pues caerse en una vía de A5 + ó A6 puede suponer la muerte de la cordada.
El tipo de seguro no influye a la hora de graduar la vía; lo que influye es si éste aguantará una caída o no. Y si tal caída es limpia o no (si al caer podemos golpear contra una repisa, una arista, algo que nos provocaría una grave lesión).
La tendencia actual es, en la medida de lo posible, usar clavos solo si es necesario y en la primera escalada, y no desclavar. Hoy en día materiales como ballnutz, brassies o microfisureros se adaptan perfectamente a los antiguos agujeros de clavos, facilitando la progresión y protección del largo. De ahí la aparición de una nueva graduación: la limpia ó clean (representada por la letra C).
Por ejemplo: a finales de los años 80 y principios de los 90 se produjo en Yosemite una gran decotación de grados de las vías de artificial más escaladas. Vías que en un principio estaban graduadas de A5 ahora son A4 o incluso A3. Los A4 son A3 o A2 y así sucesivamente.
Se debió al uso y abuso de las rutas por el paso de numerosas cordadas, que agrandaron los agujeros obligando a colocar en ellos otro tipo de material, más seguro y que minimizaba el riesgo.
En ella prima la tecnicidad y la explosividad: no hay que guardar fuerzas, quizás en 6 pasos o menos acabemos la vía. Así que el grado se puede disparar.
Debido a ello, su graduación es especial. Hay dos escalas, nacidas en dos de los lugares pioneros y mas importantes del mundo del búlder: Hueco Tanks y Fontainebleau. En ocasiones, en la escala Fontainebleau veremos una F antes del grado, para no confundirla con la escala francesa de escalada.
Como se puede ver en la escala francesa, el grado es menor que en la de escalada; un 8c+ tiene una dificultad similar a los máximos grados de escalada en roca, y además de forma muy concentrada.
Suele ocurrir que, cuando una vía de roca tiene alguno de sus pasos muy concentrados, los escaladores, aunque no lo indiquen en la reseña, comenten el grado de búlder de los mismos. Así, afirmarán que una vía es un 9b, y que el paso clave es un paso de búlder de 8c+, por ejemplo. De esa forma indican que dentro de la escalada hay unos movimientos concretos muy explosivos y continuos, quizás solo dos o tres seguidos, más propios del búlder que de la escalada de dificultad.
Artículos más recientes
Deja tu comentario
Sé el primero en comentar este artículo.