Grandes desprendimientos en los Drus; la norte y la oeste vuelven a derrumbarse 6 años después

2005 fue el año en el que tras un gran desplome en la oeste de los Drus desaparecieron de un día para otro varios mitos del alpinismo, como el Pilar Bonatti y la Directa Americana. Este fin de semana los derrumbes en la oeste y la norte se han sucedido, al parecer de mayor magnitud que el de hace 6 años. El temblor, así como un gran ruido, se notó perceptiblemente en Chamonix. Parece ser que no hay que lamentar daños personales

3 desprendimientos se han sucedido en los Drus durante el fin de semana. El primero de ellos aconteció el sábado por la tarde, el segundo el domingo por la mañana y el tercero el domingo por la tarde, en la norte y oeste de las Aiguilles du Dru, y al parecer han sido en conjunto de mayor magnitud que el que aconteció en 2005 destruyendo el Pilar Bonatti y la Directa americana; 10.000 metros cúbicos de granito han caído en estos dos días.

Las buenas noticias son que, según la Gendarmería, no había nadie en la zona del derrumbe, por lo que no hay que lamentar desgracias personales. Aunque algunas informaciones hablan de alguien que estaba escalando por encima, y que desde luego se habrá llevado la mayor impresión de su vida. El temblor y el estrépito pudo sentirse con claridad en Chamonix, y la gran nube de polvo cubrió por completo los alrededores durante varias horas, incluyendo la famosa estación de Montenvers, en el tren de el Mer de Glace.

Cuando los desprendimientos tuvieron lugar en 2005, algo se destruyó, pero algo nuevo nació: posibilidades; todo estaba otra vez por hacer en esa mítica pared. Había que dar tiempo a que la roca se asentara. A finales de enero de 2007, 2 años después, los guías de Chamonix Marcial Dumas y Juan-Yves Fredericksen se acercaban con sus esquís hasta la pared con comida para 10 días, y tras 8 jornadas en la tapia reabrían el nuevo “Pilar Bonatti”.

Los siguientes en adentrarse en la oeste fueron Borja Ayed y Dani Crespo, durante el invierno de 2009. Entre la soledad invernal y una fuerte lluvia de proyectiles consiguieron abrir 200 metros de vía, pero el aumento de las temperaturas les obligó a abandonar. Paradójicamente, en una pared tan inestable, el frío es un elemento consolidador. Por eso eligieron el invierno. Es un proyecto que Borja mantenía en su interior, tras la triste desaparición de Dani en el Chacrarajú en el verano de 2010.

Sin embargo, estos desprendimientos alejan cualquier posibilidad de escalar en la zona, y mucho menos de abrir ruta, durante bastante tiempo. Tiempo, exactamente, es lo que necesitan estas rocas para consolidarse. Sobra decir que no es momento de acercarse por allí.


Foto de Dani Crespo y Borja Ayed durante su intento de apertura en la oeste en 2009. La zona de roca más clara marca el desprendimiento de 2005

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