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El boulder, búlder o bloque es una actividad apasionante. Aquí te explicamos todo lo que necesitas para practicarlo con confianza y seguridad.
Y en eso consiste el boulder, búlder, o bloque: en escalar rocas de un tamaño lo suficientemente grande como para que puedan ser escaladas, y lo suficientemente pequeñas como para no sea necesaria la cuerda de aseguramiento para superarlas.
Este tipo de escaladas, evidentemente, quedan limitadas a los más expertos. Normalmente, al afrontar problemas de búlder, hablamos de rocas que permiten una caída sin consecuencias...si somos conscientes de lo que estamos haciendo, y de las normas adecuadas de seguridad que después veremos.
Nada más lejos de la realidad.
Las virtudes del búlder son muchas, y por eso, hay verdaderos especialistas que dedican con pasión prácticamente todo su tiempo y esfuerzo a la resolución de bloques.
Y es que no hay que equivocarse: frente a la mayor seguridad de la escalada deportiva, el bloque tiene algo que recuerda a la escalada clásica y el alpinismo: una precariedad, unos medios naturales, una gestión y asunción del riesgo que supone un aprendizaje por pasos y con confianza y seguridad, al poder lesionarnos en una caída, frente a los continuos pegues sin consecuencias de la deportiva.
El bloque no está exento de riesgos, y las caídas en malas posiciones existen, sobre todo provocadas por las posiciones forzadas a las que exige la dificultad.
Y estas caídas las salvamos por unas personas fundamentales que nos ayudan -y a las que ayudamos- a caer con seguridad: las y los porteadores.
Se colocan bajo nosotros, y controlan nuestra caída. Su misión no es pillarnos, sino evitar que nos salgamos de la colchoneta por la inercia de la caída.
Sí, colchoneta, o crash pad. Y es que, quizás, de todo el material que existe para búlder, el más importante es la colchoneta. Diríamos que los porteadores, pero no es material, son compañeros. Igual que el compañero de cordada es lo más importante en la escalada y el alpinismo.
El material indispensable para bloque, si lo comparamos con el de escalada, se caracteriza por lo no necesario. Aquí no necesitamos arnés, ni cuerda, ni aseguradores, ni cintas exprés, ni friends, ni fisureros…
Todo esto, que frena nuestra caída, sobra en un tipo de escalada que se caracteriza porque nos caemos hasta el suelo. Por eso lo más importante es la amortiguación, por medio de crash pads y compañeros, y aprender a caer.
Las hay que amortiguan más, las hay que menos; las primeras absorben caídas de mayor altura, pero pesan más; las segundas son un buen compromiso si no vamos a elevarnos mucho. La calidad se nota: las mejores aguantan la amortiguación a lo largo del tiempo, sin reblandecerse.
Hay un problema: los bloques están dispersos por la montaña o naturaleza. Y de una forma u otra, hay que trasladar las colchonetas hasta el lugar. Por eso, las colchonetas se pliegan, y llevan tirantes de hombros que permiten transportarlas a la espalda como una mochila.
Aquí jugamos con ventaja: si vamos junto a las y los porteadores, que a su vez después escalarán mientras se cambia el turno y porteamos, cada persona llevará su crash pad, y podremos realizar mosaicos de colchonetas para cubrir la cantidad de suelo necesaria para cubrir una posible caída. En este caso podremos llevar una colchoneta más pequeña.
Sin embargo, si escalamos en solitario, o con apenas nadie porteando, tendremos que elegir una colchoneta grande, que cubra el espacio necesario sin complementar con otras.
Es recomendable una funda para el transporte. Aumentaremos la vida útil del crash pad.
Solo un detalle: puesto que los pies de gato para bloque van a ser los más técnicos, que suelen ser los más incómodos, y puesto que cada vez que intentemos un pegue vamos a tener que ponérnoslos y quitárnoslos, se recomienda elegir pies de gato con velcros, o bailarinas. Mucho más cómodo que los de lazada.
No se trata solo de cepillarlas para favorecer nuestra escalada. Hay que pensar en los demás: no solo se encontrarán con el problema listo para escalar, sino que la ausencia de manchas les permitirá intentarlo sin pistas.
Y algo muy importante: las manchas de magnesio son una intrusión al medio ambiente. Es necesario dejar la montaña como la encontramos...y no abusar del magnesio.
Curiosamente, aquí funciona muy bien el algodón. Incluso encontraremos pantalones vaqueros elásticos de especial diseño para permitir todos los movimientos y, por supuesto, camisetas y sudaderas de algodón. Que, dicho sea de paso, doblan como prendas de lifestyle.
Pero a diferencia de la escalada, como son unos pocos pasos, normalmente no necesitaremos llevar encima colgada de la cintura la bolsa de magnesio, porque no habrá que reponer durante el problema.
Por eso, las bolsas de magnesio para búlder suelen ser bastante grandes y de fondo plano, porque suelen dejarse en el suelo a pie de problema.
Por su tamaño, suelen llevar bolsillos para llevar cepillo, etc.
No es necesario nada más de lo dicho. Pero es recomendable cuidar las manos, tanto con cintas como con líquidos de cura.
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