En su primera incursión en las vías multi largos, el escalador madrileño Jorge Díaz-Rullo ha optado por lo difícil: encadena Tarragó, 8b+, 240 metros, en Montserrat.
Jorge Díaz-Rullo en Tarragó. Foto: IG @mtnz.adri “Mi primera vía multi largos ha sido una experiencia que nunca olvidaré. Una aventura, un proceso de exploración y logística que me ha enseñado mucho como escalador”.
La primera vía de pared para Jorge Díaz-Rullo, acostumbrado a enfrentarse a las vías más difíciles de deportiva del mundo, ha sido una verdadera declaración de intenciones: Tarragó, la vía de 240 metros y 8b+ de Montserrat.
“Probé la ruta hace un mes, pero entre las malas condiciones, mi poco conocimiento de las logísticas de este estilo, y la rotura de una presa importante, no pude completar la clave de la ruta en el día. Este vez todo ha ido más fluido, y he podido escalar en libre todos los largos difíciles de esta espectacular línea”, comenta el madrileño.
Aprovechando el fin de semana, Jorge Díaz-Rullo también escaló, en este caso a vista, la Directa de l’Amistat, (8a, 240m).
La vía fue equipada en 2002 por el escalador catalán David Tarragó, con la ayuda de David Ballesteros, Dani Fernández, Xavier García, Toni Castelló y Ana Valero.
Hubo que esperar hasta 2013 para la primera ascensión en libre, a cargo de los hermanos Eneko e Iker Pou. Tarragó había llegado a especular con un noveno grado en libre, debido a una trayectoria de 200 metros desplomados sobre conglomerado descompuesto en muchas de sus secciones y de nivel 8 en casi todo el recorrido, que culmina en la pared de Diables, pero Iker y Eneko consideraron que sus largos eran, del 1º al 6º, 6b, 6b+, 8b, 8a, 8b+, 7c+/8a.
Posteriormente fue repetida por Edu Marin y Sebástien Berthe, siendo la de Jorge Díaz-Rullo la 4ª escalada.
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