Bastones de trekking y trail running ¿cómo elegir y regular la longitud adecuada?
Guía práctica para regular la longitud de tus bastones en montaña según tu altura, terreno y actividad
2 grandes actividades en el K2 ya han echado a andar: escalada cara oeste, intento de tirón con vuelo en parapente desde cumbre.
En el K2, además de las expediciones comerciales que han ampliado su radio de acción a la segunda montaña más alta del mundo, destacan dos actividades. Ambas están ya en Pakistán y han empezado la aproximación.
La cara oeste del K2, dura, difícil y remota, tan solo tiene 1 ascensión histórica. La consiguió un potente equipo ruso en 2007, capitaneado por Viktor Kozlov. Emplearon técnicas pesadas que les llevaron a equipar toda la ruta y a emplear 2 meses y 7 campos de altura hasta que, por fin, Andrew Mariev y Vadim Popovich alcanzaban la cumbre.
Ahora, los japoneses Kazuy Hiraide y Kenro Nakajima han decidido intentarlo como cordada en solitario. Fieles a su estilo exploratorio, será ligero, sin ayudas y sin O2 suplementario.
En la entrevista que realizamos al 3 veces Piolet d’Or Kazuya Hiraide hace 2 años, (que os recomendamos leer; un alpinismo y una forma de afrontar la vida y la montaña de las que ya no quedan muchas), nos comentó que seguía esperando el momento en el que se sintiera preparado, pero que tenía muchas dudas debido al cambio de estilo que se ha dado en la normal a esa montaña: “Hay otra cosa que me está haciendo pensar mucho. El K2 ha cambiado. Hasta ahora había, en los últimos tiempos, 10 cimas al año. Antes ni eso. Ahora, con la comercialización de la vía normal, y lo que conlleva de equipación y demás en la montaña, el estilo que supone, ha habido días con 250 cimas. Esto me genera dudas. No sé si mi estilo se adapta a un campo base así, ni lo que sería, después de abrir la oeste del K2 en alpino, encontrarme con ese gentío en la cumbre que ha subido por la ruta normal”.
Parece que, por fin, pudo más la atracción de la inmensa cara oeste que la posibilidad de muchedumbre en cima. Hoy han anunciado que ya han comenzado a andar, aproximándose hacia Jola, en el trekking del Baltoro hacia el K2. No se conocen sus intenciones con respecto a la aclimatación; quizás vayan directamente al ochomil, quizás realicen alguna cima baja por el camino.
Es difícil que pase un mes sin noticias de Benjamin Védrines, uno de los máximos representantes de la nueva generación de alpinistas. Un alpinista muy polivalente: lo mismo bate el récord con esquís de la Chamonix-Zermatt, que escala en solo la Integral de Peuterey en menos de 7 horas, o que realiza grandes aperturas de dificultad en las nortes invernales de los Alpes.
Ahora se dispone a intentar subir el K2 de campo base a cima de tirón, sin oxígeno suplementario y todo lo autosuficiente que pueda en una montaña tomada por las comerciales, para después volar desde la cumbre en parapente. Ya tiene experiencia de cosas así: en 2022, en su primera visita a un ochomil, subió el Broad Peak de tirón en tan solo 7 horas y 22 minutos, lo que supone el tiempo más rápido de la historia. Tal y como pretende en el K2, voló desde la cima en parapente al campo base.
No fue su bautismo himaláyico: en 2021, junto a Charles Dubouloz abrió, en la norte del Chamlang (7.139m) una extraordinaria vía a la que llamaron “À l'ombre du mensonge” (A la sombra de la mentira). “Sombra. Altitud. Frío. Largas tiradas técnicas. Difíciles vivacs. El compromiso de ser solo 2. ¡Pero nuestra determinación y voluntad ha sido inquebrantable!”, afirmaron entonces.
Hace unos días anunció su llegada a Islamabad. No hay noticias desde entonces, pero probablemente también se encuentre ya comenzando a caminar por las montañas.
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