Transportados en helicóptero, un equipo nepalés consigue introducirse por la grieta y sacarlo de la montaña.
Los rescatadores de Ondrej Huserka entrando por la grieta. Foto: Subin Thakuri
Los guías sherpas nepaleses Pemba Gelje Sherpa, Chhiring Sherpa, Prakash Sherpa y Kusang Sherpa han conseguido rescatar del interior del glaciar el cuerpo de Ondrej Huserka fallecido hace pocos días tras caer en una grieta en el descenso del Lantang Lirung.
La recuperación se ha realizado con la ayuda de un helicóptero comandado por uno de los mejores pilotos de Nepal, Bibek Khadka. Un piloto que, en una ocasión, llegó a realizar en un solo día 17 vuelos de rescate en gran altura.
Los rescatadores de Ondrej Huserka entrando por la grieta. Foto: Subin Thakuri
Han sido 2 los días que han necesitado para localizar y extraer el cuerpo de Huserka. Marek Holecek, su compañero, que consiguió entrar en el laberinto de grietas hasta, tras 2 horas, localizarlo, pudiendo pasar junto a él sus últimos momentos, ya comentó que había patinado y se había introducido profundamente en el hielo.
Así, el primer día, tras ser depositados en un lugar muy cercano al accidente, entraron en las grietas pero no pudieron localizarlo. Fue el segundo en el que, por fin, pudieron sacarlo y evacuarlo.
1ª a la cara Este del Langtang Lirung
Era el 6º día en la montaña, y Marek Holecek y Ondrej Huserka ya se encontraban en el descenso tras conseguir la primera escalada histórica de la gran muralla este del Langtang Lirung, 7.234m. Si los 5 días de escalada habían sido duros, no parecía más sencillo el descenso, a través de un glaciar roto y decenas de rápeles.
Dejó de haber noticias, y no era buena señal. Llevaban teléfono satélite y todas las noches, desde el vivac, daban breve cuenta de lo acontecido. Al final, se cumplieron los peores presagios, y Marek Holecek anunciaba el fallecimiento de Ondrej Huserka durante la bajada.
“El 31 de octubre, el 6º día, más o menos a las 4 de la tarde, estaba rapelando de un abalakov, y Ondrej bajaba detrás de mi. Pero lo que estuvo bien para mí para él resultó fatal. El túnel del abalakov cedió, y cayó en una grieta. Primero se golpeó con una superficie angulosa tras una caída de 8 metros, después continuó bajando por un laberinto hasta las entrañas del glaciar. Tras 2 horas, conseguí bajar junto a él, y permanecí con él hasta que su luz se apagó”, afirmó Holecek.
En ese tiempo, tras muchos esfuerzos consiguió liberarlo de la fisura en que estaba atrancado, solo para comprobar que se había dañado la médula y estaba inmóvil de brazos y piernas. Muy poco después falleció.
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