Tras 5 días y medio que califican de infernales, superan la gran muralla y consiguen la 1ª cumbre histórica por los 2.500m de pared este del Langtang Lirung.
Cara este del Langtang Lirung, desde la lejanía. Foto: Expedición Checa, Col. Marek Holecek
Uno de los grandes problemas pendientes de los sietemiles del Himalaya ha sido resuelto -con prudencia: aunque, exhaustos, aún están descendiendo, sin haber alcanzado el campo base. Esta mañana, a las 11am hora local, los checos Marek Holecek y Ondrej Huserka han alcanzado la cumbre del Langtang Lirung, 7.234m, a través de su inescalada cara este.
Han sido 5 días y medio que les han llevado al límite. Los días pasaban, no lo conseguían, y sus escuetos mensajes satelitales mostraban su odisea. Antes de ayer pensaban llegar a la arista cimera, pero tuvieron que realizar su cuarto vivac 50 metros bajo ella. Lo veían cerca y afirmaban que al día siguiente (ayer), pensaban llegar a cima y descender. Pero también afirmaban que “estaban devastados”.
Parte superior de la muralla del Langtang Lirung. Foto: Petr Jan Juračka
Las cosas no salieron como pensaban. Sus palabras por la noche no dejaban lugar a dudas: “Un día que solo puede definirse en una palabra: un infierno. Hemos estado toda la jornada abriéndonos paso a través de azúcar suelto. Por la tarde, completamente exhaustos, cavamos nuestro 5º vivac bajo la cima. Esperamos llegar a cumbre pronto y bajar lo más rápido posible”.
Hoy, por fin, su objetivo se ha visto cumplido. “La aterradora cara este del Langtang Lirung, un muro de 2,5 kilómetros de altura, ha sido escalada después de cinco días y medio. Descendemos al valle, esperando ver a todos...y cerveza”.
De momento no se tienen noticias sobre si han llegado, o aún tendrán que vivaquear una noche más.
Marek Holecek, año tras año, se ha convertido en especialista en estas grandes gestas que llevan al límite su resistencia. Ganador de 2 Piolets d’Or, es especialmente recordada su apertura de Heavenly Strap en el Baruntse junto a Radoslav Groh; una gran tormenta les bloqueó en altura y, cuando ya casi se perdía la esperanza, de forma asombrosa consiguieron ser rescatados.
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