Vídeo: Tasio Martin e Ibon Mendia, apertura de Dardara en la Aguja Mermoz, Patagonia
Imágenes de la apertura de su nueva vía de 500 metros y 7b+ en el macizo del Fitz Roy.
Si se cumple la ley, es probable que el estilo alpino quede relegado a Pakistán y a 6.000–7.000s.
Hace pocos días saltaba la noticia sobre el notable incremento de precio que el gobierno nepalés va a aplicar a los permisos de quienes deseen ascender al monte Everest a partir de la temporada de otoño. Hasta ahora eran de 11.000 dólares por persona; a partir del 1 de septiembre, tras una subida unas décimas superior al 36 por ciento, serán 15.000 los dólares que habrá que desembolsar.
Esta subida, en realidad, tiene muy poco interés para el mundo de la montaña. Si sumamos a esta cantidad lo que los clientes pagan a las agencias por sus expediciones a la carta, que dependiendo de los lujos contratados se sitúa entre 40.000 y 100.000 dólares, se entiende por qué una ascensión así se ha convertido, principalmente, en un reto para los amantes de mayor poder adquisitivo del tú puedes y las “experiencias”.
En una montaña cosida de arriba a abajo, con ratios de hasta 2 sherpas por persona, con cantidades ingentes de oxígeno, hace tiempo que el montañismo y sus amantes huyeron de la abarrotada vía normal del Everest.
Pero tan notable incremento protagonizando titulares ha ocultado otras decisiones que venían anunciadas en el paquete de medidas del Gobierno nepalés, a falta de la confirmación definitiva que vendrá tras su publicación en la Gaceta de Nepal, (BOE del lugar). Unas medidas que sí que afectan al mundo del alpinismo. Entre ellas, una que puede poner fin al montañismo independiente en los ochomiles del país.
Según se ha anunciado, entre los cambios más importantes se encuentra la obligatoriedad de la contratación y la compañía de un guía no solo para el Everest, sino para todos los ochomiles del país. No se especifica sí tiene que ser nepalés o no pero, en cualquier caso, esto supone un gran problema para poder realizar actividades alpinas de alta dificultad. Se pide un ratio mínimo de un guía por cada dos clientes.
Pensemos en Jost Kobusch y sus invernales en solitario, o en quienes, como David Gottler o el mismo Kilian Jornet, buscan la primera travesía integral Everest-Lhotse sin O2 de la historía. O las cordadas que abren nuevas vías de alta dificultad. Es probable que, si se cumple la ley, este tipo de himalayismo quede relegado definitivamente a Pakistán, o a picos por debajo de 8.000m.
Decimos si se cumple la ley porque, a decir verdad, el gobierno de Nepal suele anunciar nuevas medidas cada año, de las que a veces solo se implementan algunas, o sobre las que se realizan excepciones.
A partir de ahora, los permisos tendrán una validez de 55 días, frente a los 75 actuales.
Son ya varios los años en los que se anuncia que cada alpinista tiene que descender al campo base toda su basura, incluyendo excrementos humanos, en donde tiene que ser entregada y evacuada para su tratamiento. Vuelve a anunciarse esta temporada, en espera de que, según el sistema se va implementando y perfeccionando, pueda cumplirse totalmente.
Los equipos de rescate y las expediciones de limpieza estarán exentas de permisos.
Y , finalmente, el seguro para guías y trabajadores nepaleses deberá ser incrementado para mayor cobertura.
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