Hoyland fotografiado en el Campo Base del Everest durante la expedición del 2000. |
El misterio de Mallory e Irvine volverá a la actualidad el próximo mes de otoño, tras las declaraciones recientemente efectuadas por el alpinista británico Graham Hoyland a Everestnews, en las que afirma que el próximo otoño volverá al Everest (8.848 m.) dispuesto a encontrar la cámara de su tÃo Howard Somerwell.
Evidentemente, no le mueve sólo el interés sentimental por la vieja Kodak, aunque perteneciese a un gran alpinista y fotógrafo quien, en su lecho de muerte, pidió al propio Hoyland que la encontrase. El fondo de la cuestión es que la casualidad o el destino quisieron que el camino de Somerwell se cruzase en 1924 con la cordada formada por George Mallory y Andrew Irvine, precisamente cuando estos últimos trataron de ser los primeros en hollar la cima del techo del mundo, el Chomolungma. Somerwell, viendo que tal vez podrÃan hacer cumbre, prestó su cámara a Mallory y los exploradores partieron hasta que sus figuras se perdieron entre la niebla, a la altura del Campo 6, con los tristes resultados que todos conocemos. Lo que nadie sabe a ciencia cierta es si Mallory e Irvine llegaron a la cima. Y las fotografÃas que contenga la cámara pueden desvelar un misterio que ha sido el centro de los mayores debates himalayÃsticos del año 2000, desde que una expedición americana encontrara el cadáver congelado de George Mallory.Aunque parecÃa que las aguas se habÃan calmado y que Sir Edmund Hillary continuarÃa en las enciclopedias como "conquistador del Everest", este otoño volveremos a dar vueltas sobre el mismo tema, gracias a Hoyland. Y es que, además del interés objetivo del hallazgo, al británico le mueven motivos personales. Él mismo se reconoce incapaz de mostrarse objetivo cuando habla de Somerwell y de Mallory.
Durante la primavera del 2000, Hoyland era un caso extraño entre las decenas de expediciones que, en el Campo Base de la vertiente tibetana del Everest, soñaban con hacer cumbre por la cara norte. Graham formaba parte de un equipo de la BBC cuya meta estaba unos metros más abajo; en concreto, en torno a los 8.500 metros, en la zona de la Banda Amarilla, donde cruzaban los dedos para encontrar la famosa cámara.En aquella ocasión no hubo suerte, pero Hoyland ha demostrado que no se rinde fácilmente. Eso sÃ, este otoño, además, ha declarado que está dispuesto a hacer cumbre, lo que ya consiguió, por cierto, en 1993 por la cara sur. Sin duda pondrá en su labor el mismo empeño que en cualquiera de los reportajes que ha realizado, y lo hará con el mismo esmero con que en su dÃa reparaba coches deportivos para pagarse las expediciones de montaña.