La prueba fue suspendida a la mitad |
Prueba inaugural de la Copa del Mundo y segunda etapa de la de España, la “cursa” catalana quedó muy deslucida por culpa de las inclemencias meteorológicas. La carrera, organizada por el Centre Excursionista de Catalunya, debía recorrer el domingo un interesante y exigente itinerario a lo largo de tres picos.
Sin embargo, una fuerte nevada la noche anterior dejó un metro de nieve virgen en el Val d’Aran y un altísimo riesgo de aludes, lo que obligó a acortar bastante el recorrido y centrarlo en exclusiva por las pistas de la estación de Baqueira-Beret.
Concretamente, se balizó un recorrido que partía desde la zona de Beret (1.850 m) y ascendía por la vertiente del Tuc deth Dossau hasta el punto máximo del telesilla de Dossau (unos 2.500 m); itinerario al que los participantes debían dar dos vueltas. Incluso hubo varios esquiadores que no consiguieron llegar al Val d’Aran por culpa del mal estado de las carreteras, como todas las integrantes femeninas senior del equipo de la FEDME, Tina Bes, Gemma Arró y Anna Hidalgo.
La nieve no dejó de caer durante toda la competición, que además se vio dificultada por el fuerte y persistente viento, que borraba cualquier resto de traza. Todo ello, unido a un intenso frío, obligó a la suspensión de la carrera después de la primera vuelta.
“En la segunda vuelta, las condiciones eran probablemente peor y algunos voluntarios y corredores líderes dijeron que el viento les cegaba, borrando además las huellas”, explicó la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo (UIAA). “Los primeros esquiadores se pararon y, consecuentemente, el jurado aplicó las regulaciones de la ISMC (Comité Internacional de Esquí de Montaña) y la clasificación quedó determinada por el orden en el último control”.