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Skinner, fotografiado por Bill Hatcher durante la liberación de Salathe |
Todd Skinner estaba intentando una de sus habituales liberaciones, en esta ocasión en la Leaning Tower, en Yosemite. Tras 15 días en la pared, subiendo y bajando junto a su compañero Jim Hewett, habían finalizado otra larga jornada en la pared. Tan sólo les quedaba rapelar, mientras empezaban a hacer planes para el día siguiente.
Sin embargo, en esta ocasión, el nylon del anillo ventral del arnés no aguantó, rompiéndose, y Todd se precipitó al vacío.
Desde luego, no es algo muy común que un arnés se rompa. Pero quizás este accidente debería hacernos reflexionar acerca de cómo estiramos la vida útil de nuestro material. Es lo único que nos une a la vida, y las marcas son tajantes a la hora de dar un máximo al mismo, independientemente del uso que haya tenido. Pero pocos cumplimos estos tiempos. Como dice Ken Yager, presidente fundador de la Asociación de Escaladores de Yosemite, “esto debería hacernos mirar nuestros viejos arneses de otra manera. Voy a cambiar el mío inmediatamente.”