El Gran Norte espera a Marine. |
José Diego Estébanez, “Marine”, es un viejo conocido de los lectores de Barrabés, tanto de web como de Cuadernos Técnicos. Cantabrón afincado y enraizado en el Alto Aragón, residente en Panticosa y miembro del Club Peña Guara de Huesca. Un alpinista muy especial. Como ya escribíamos hace tiempo para definirle, “a diferencia de otros montañeros de elite, su tiempo no está dedicado exclusivamente a las expediciones alpinísticas. En realidad, básicamente, su tiempo está dedicado a la Vida, así con mayúsculas. Tiene varios ochomiles, pero ha cruzado Islandia con su bicicleta de montaña, subiendo a cada volcán en actividad que se le ponía a tiro. Ha ascendido el McKinley, o el Everest en solitario sin ayuda de sherpas, pero ha pedaleado desde Hong Kong hasta el Tíbet. Es la primera persona en descender completamente con un kayak, en solitario, el Amazonas, desde su nacimiento en los Andes hasta el mar, pero tiene un muy alto grado de escalada en roca y hielo. Alpinista comprometido y ético, miembro profesional de los grupos de rescate, pero una vez cruzó andando y sin dinero el estado de Nueva York, o se perdió varios meses por Centroamérica con su bicicleta.”
La posible ruptura del hielo en las grandes travesías de lagos siempre está presente en la Iditarod. Foto: Jeff Schultz |
Ahora le llega el turno a la Iditarod Trail. Probablemente la prueba más dura del mundo, denominada la "Última Gran Carrera en la Tierra". Una prueba contra uno mismo, no contra los demás. Un desafío a la resistencia física y psicológica, en la cual habrá de recorrer 1.800 km (1.100 millas) teniendo como compañero de viaje la soledad, la oscuridad, la nieve, las tormentas, las dificultades para orientarse y la temperatura extrema. La organización también advierte de los peligros propios de una naturaleza salvaje como la de Alaska: osos, lobos, avalanchas, búfalos, mooses, deshidratación, hipotermia, rotura del hielo sobre los ríos o lagos, etc…
La IDITAROD TRAIL cruza Alaska por terreno nevado desde Anchorage hasta Nome, emulando a la Iditarod con perros, cuya primera edición se celebró en 1.973. Buena parte de la carrera, sobre todo la primera mitad, transcurre aún en la oscuridad del invierno boreal.
El cruce de muchos pasos de montaña es otra de las complicaciones de la prueba. Foto: Jeff Schultz |
Hay tres categorías: a pie, con esquíes o con Btt. La categoría a pie, en la que participa Marine, tan solo ha registrado 3 inscritos este año.
En esta modalidad se permite el uso de las raquetas de nieve y se ha de transportar el material, de forma libre, bien en mochila o en pulka. Marine utilizará esta última.
Hay tres puntos de avituallamiento a lo largo del recorrido, y en cada uno de ellos la organización permite depositar una bolsa de 5 kilos con comida, baterías, vestuario. Esta bolsa se le entrega a la organización en Anchorage; el resto de lo que cada uno calcule que va a necesitar, debe ser acarreado en la Pulka.
Mucha suerte a Marine en este nuevo proyecto por la oscuridad del Gran Norte de Alaska. Su reto es poder realizarlo en 30 días.