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Los experdicionarios delante del Everest |
Esta mañana en León no se hablaba de otra cosa, tras varias semanas de incertidumbre, de hacer y deshacer planes, cuando los dÃas para hacer cumbre se agotaban, tres miembros de la expedición han logrado alcanzar la cima del techo del mundo.
Hasta el momento de pisar la cumbre los expedicionarios no las tenÃan todas consigo, fue una ascensión complicada en un dÃa muy frÃo.
Esta es la pelÃcula de los hechos: en torno a la media noche, cuatro miembros de la expedición inician el ataque a la cima desde el Campo IV situado en el collado sur a unos 8.000 mts., Tente Lagunilla, Pedro RodrÃguez, MartÃn Ramos y Miguel Ãngel RodrÃguez salen dispuestos a dar sentido a tantos esfuerzos y tantas esperanzas depositadas en ellos. Pero las condiciones no se lo van a poner fácil, a unos 8.300 mts. Miguel Ãngel RodrÃguez no puede soportar el intenso frÃo y tiene que regresar al Campo IV.
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Ascendiendo al Collado Sur |
Poco después de que Miguel Ãngel se diese la vuelta, alcanzan a dos sherpas de otra expedición que suben equipando, se trata de dos sherpas muy fuertes y con mucha experiencia que han coronado el Everest en varias ocasiones, tampoco ellos pueden soportar las bajas temperaturas y abandonan la ascensión cuando se encontraban en la cima sur, dejando el resto del itinerario sin equipar. Eran varias las expediciones que progresaban detrás de los castellano-leoneses y que se han retirado a causa de las condiciones de frÃo extremo.
Pedro, Tente y MartÃn deciden continuar, utilizando para asegurarse una cuerda de kevlar de las empleadas para equipar los tramos comprometidos, superan de esta manera el escalón Hillary y poco después, a las 9:30 hora española, llegan a la cima, los primeros en conseguirlo este año por la vertiente sur. La última noticia de ellos es de las 10:15, y al parecer se encontraban en la cima sur, donde se habÃa quedado uno de los sherpas con oxÃgeno de emergencia, juntos descendÃan sin mayores problemas al collado sur donde pasarán la noche.![]() | |
Pedro Rodriguez, uno de los alpinistas que llegaba a la cima hoy a las 9:30h (hora española |
Cristino TorÃo, en constante comunicación con la expedición desde León, nos ha suministrado amablemente esta y todas las informaciones referidas a la ascensión. Repetimos aquà la frase con la que despide su mensaje: "Se ha cumplido un sueño. Podrán ir más lejos, podrán ir más rápido, pero no podrán ir más alto".
La montaña es un hervidero de noticias que ha puesto en alerta máxima a quienes todavÃa no han hecho cumbre, los dÃas que preceden a la llegada del monzón se agotan. Por la norte, Tibet, tres expediciones más han hecho cumbre el mismo dÃa 22 de mayo, una colombiana, una suiza y una francesa, y también por la norte lo intentarán mañana, si el tiempo se mantiene estable, los valencianos de la UPV y el grupo de Al Filo de lo Imposible dirigido por Juanito Oiarzábal. Estaremos atentos.
Primeras impresiones de los integrantes de la expedición tras conocer la noticia de cumbre: "Normalmente soy tranquilo y esperaba la llamada por radio desde la cima...
A medida que fue transcurriendo la noche y luego la mañana, veÃa más claro el feliz desenlace. Además contaba con la ciega confianza en los cuatro que batallaban por encima de los ocho mil metros. Miguel Ãngel luchó varias horas con la montaña pero el frÃo y el cansancio hicieron que tomara la sabia decisión de retornar al Collado Sur. A la montaña no sólo hay que conquistarla, también hay que salir de ella como se ha llegado, vivo y sin secuelas. Nuestros compañeros tuvieron que sufrir el abandono de los que con ellos, y según lo que se habÃa pactado, salieron del Collado Sur hacia la cima, de los sherpas de otras expediciones y de nuestros sherpas que les acompañaban. Pero de repente Tente, MartÃn y Pedro se encontraron solos en la cumbre sur, a 8.748 metros de altitud. Ante ellos un pequeño pero imponente corte en el que muchos alpinistas se han dado la vuelta, el célebre escalón Hillary, y una afilada arista se mostraban sin huella y sin el equipamiento necesario.A partir de aquÃ, además del vÃnculo espiritual que les unÃa, decidieron materializarlo con un fino cordino al que se encordaron y proseguir firmes y decididos al punto de la Tierra por encima del cual sólo está el cielo. 8.848 metros. Cuando Tente me llamó por radio, un nudo se hizo en nuestras gargantas y las lágrimas se deslizaron por unos rostros curtidos por el sol, el frÃo y el viento. Los balbuceantes gritos de alegrÃa se hicieron ininteligibles aunque comprensibles por todos. Pedro, MartÃn y Tente habÃan hecho realidad sus sueños y los nuestros.
AquÃ, en villa Khumbu, en la vertiente nepalà del Everest, nos hemos domiciliado más de 20 expediciones que agrupan a más de 400 personas que se "pasean" por la Ice Fall, por encima de las grietas del valle del Silencio, por la inclinada pared del Lhotse..., pero aún nadie habÃa conseguido encaramarse a la cabeza de la diosa Chomolugma en esta temporada. Pero hoy, dÃa 22 de mayo de 2001, a las doce y media de la mañana, tres castellano-leoneses, Tente, MartÃn y Pedro, han logrado la hazaña. Mientras escribo estas lÃneas, sentado a la puerta de la tienda de campaña en el Campo Base, Miguel Ãngel, que sigue en el collado Sur, me indica que nuestros tres compañeros están por debajo de los 8.500 metros, en una zona que podemos considerar segura, dentro de unas horas estarán en el Campo IV.En la cima, además de hacerse unas fotos con las banderas de rigor, ha quedado enterrada una foto de Samuel Rubio, aquél que una vez pensó, hace ya muchos años, que él podrÃa haber subido al Everest. En mi cabeza bullen muchas ideas, sentimientos encontrados, imágenes de Instituciones La Junta de Castilla y León, Caja España, Iberdrola, Retecal y Kenwood, con sus máximos dirigentes al frente, fueron los firmes soportes de esta aventura hecha realidad. Muchos familiares, amigos e incluso personas desconocidas fueron apoyos es este proyecto. Jaime Rubio, que a estas horas celebra el éxito a dos dÃas del Campo Base, fue el motor de esta empresa, no sólo en la parte material, sino que con su desbordante entusiasmo y su gran corazón, transmitió la fuerza necesaria para asentar en el tiempo y el espacio la concrección de un sueño. El 22 de mayo de 2001 quedará para siempre grabado en nuestras vidas." Isidoro |