Vídeo: Michaela Kiersch encadena Era Vella, 9a, Margalef
Una productiva visita de 1 mes de Michaela Kiersch a Margalef culmina con su segundo 9a+, Víctima Perfecta, y con la escalada de Era Vella, 9a. Aquí está el vídeo de la 2ª.
Junto a Jonatan García, Nives Meroi y Romano Bennet, alcanzaba a las 9:15 hora local los 8.091m de la cumbre del Annapurna.
"Acabamos de llegar a la cumbre. Es una cima difícil, muy aérea y en la que es fácil resbalarse. Además, ahora se ha metido viento y hace bastante frío. La dificultad ha estado en abrir huella, ha sido muy largo y de mucho desgaste, porque, además, ya llevamos muchos días entregándolo todo. Estamos todos muy contentos no sólo por haber hecho cumbre, sino por cómo la hemos hecho, en plan alpino, entrando desde el campo 2 con todo a cuestas, sin saber lo que encontraríamos por delante, solventando las dificultades sobre la marcha."
Una difícil expedición
Si bien es considerada la más peligrosa entre todas las montañas de ochomil metros, el Annapurna no tiene reputación de ser técnicamente difícil, al menos por su cara norte. Sin embargo, parece que este año la "Diosa de la abundancia" ha decidido añadir a sus imprevisibles peligros unas cuantas trabas más.
Para empezar, nada más alcanzar el campo base, Zerain y García supieron por otras expediciones que una enorme grieta había aparecido en los neveros por los que transita la ruta alemana, por la que ellos pensaban subir, haciéndola totalmente inviable. Su primera incursión en la montaña confirmó que no había forma de salvar la enorme abertura y que debían afrontar la sombría perspectiva de cambiarse a la ruta francesa. Esta vía, que fue la utilizada por los primeros ascensionistas en 1950, es con toda seguridad la más peligrosa de entre todos los ochomiles en cuanto a peligros objetivos. Al transitar en gran parte bajo una característica barrera de seracs conocida como "La Hoz", la ruta francesa se ve constantemente barrida por bloques desprendidos y avalanchas, lo que hacen que haya que "pasar con mil ojos para no coger todos los boletos", según nos contaba Alberto.
En la tarea de afrontar la ruta, Zerain y García pronto encontraron la colaboración de los italianos Nives Meroi y su marido, Romano Benet. Al parecer, no solo compartían objetivos y filosofía, sino una gran afinidad personal, por lo que enseguida comenzaron a funcionar como una única cordada. Aun así, ha habido muy poca gente en el Annapurna este año, con lo que los cuatro han tenido que trabajar muy duramente para ganarle metros a la montaña.
El tiempo, por su parte, tampoco ha jugado a su favor. Las nevadas han sido constantes, haciendo que en cada nueva incursión a los campos de altura se vieran obligados a abrir huella. Un frente que llegó a descargar durante seis días ininterrumpidos, los tuvo confinados el campo base durante toda una semana, tiempo en el que conocieron la triste noticia del fallecimiento de Ueli Steck en el Nuptse.
Por fin, el pasado día 7, comenzó el ataque definitivo. Poco a poco, los cuatro alpinistas han ido ganando altura por un terreno muy técnico y sobre todo, muy peligroso. Las cosas mejoraron finalmente el pasado día 10, cuando el grupo alcanzó campo 3 (en el emplazamiento del antiguo campo 4 francés del año 50), fuera ya de la trayectoria de caída de los seracs que se desprenden de La Hoz. Sin embargo, los seis alpinistas han confirmado hoy que el fin de las dificultades técnicas no supone que el resto del Annapurna sea un paseo. La montaña ha seguido vistiéndose con un manto de nieve cada tarde, por lo que avanzar por el plateau superior ha sido un trabajo, si no tan técnico, al menos igual de duro. Por suerte, tanto esfuerzo ha obtenido su resultado: la cumbre de la décima montaña más alta del mundo.
Alberto Zerain
(Vitoria-Gasteiz, 1961) Su primera expedición al Himalaya fue en 1993 cuando se convirtió en el primer alavés en escalar al techo del mundo, el monte Everest (8.848 m.). Después escaló el Makalu (8.465 metros) en el año 1995, donde coincide por primera vez con Oiarzabal en una expedición. La escalada de esta cima la realizó en solitario desde el campo 3.
Más tarde llegaron el Lhotse (8.516 m.) año 2001, GI (8.080 m.), el GII (8.034 m.) en 2006, el K2 (8.611 m.) en 2008 y el Kangchenjunga (8.586 m.) en 2009. En 2016 volvió al Himalaya con el apoyo de Saunier Duval para apuntarse en un solo año el Dhaulagiri (8.167 m.) y el Manaslu (8.163 m.). Con el Annapurna (8.091 m.) suma su décimo ochomil.
También, ha intentado el Everest por el corredor Honrbein y el Nanga Parbat por la Arista Mazeno.
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