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Campeonato del Mundo de Innsbruck; comienza el camino hacia Tokio 2020
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Primeros campeonatos celebrados por combinada.
Adam Ondra, entrenando en el Kletterzentrum de Innsbruck para el Campeonato del Mundo 2018.
Desde ayer y hasta el día 16 de septiembre tiene lugar el Campeonato del Mundo de Escalada 2018 en la ciudad austriaca de Innsbruck. La competición se realiza en el Olympiaworld y en el nuevo Kletterzentrum, que como puede verse en las imágenes de este video de Adam Ondra que adjuntamos, es uno de los más grandes y modernos del mundo.
Van a competir más de 300 atletas procedentes de 50 países en 4 pruebas: dificultad, búlder, velocidad y paraescalada. Se esperan 40.000 espectadores para admirar las evoluciones de los mejores, encabezados por el checo Adam Ondra quien, tras un largo tiempo dedicado a la roca natural, ha anunciado que vuelve a la competición con el objetivo en mente de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Este Campeonato del Mundo es el primer paso en la carrera olímpica para los escaladores, y como tal, el último día de competición se disputará con las nuevas reglas a las que las condiciones de admisión han obligado: los campeones se decidirán por combinada, tras haberse clasificado participando en cada modalidad.
Nuevo formato de competición: combinada
Cuando se anunció que la escalada deportiva iba a ser deporte olímpico en Tokio 2020 saltó una pequeña sorpresa: solo se permitía una competición masculina y una femenina. La Federación Internacional se encontró con el problema de qué hacer con las pruebas de búlder y velocidad, ya que sólo se podía entregar una medalla.
La solución encontrada fue crear una prueba combinada que englobara las 3 competiciones. De esta manera, ninguna modalidad se quedaba fuera...pero a costa de la prueba reina, la que atrae a los mejores escaladores, que es la de dificultad. Se comenzará por los duelos de velocidad, posteriormente habrá que probarse en 4 bloques, y para el final llegará la competición de dificultad, la más importante. Todas y todos competirán a la vez en cada modalidad, y eso decidirá la medalla de oro.
Pero la decisión de la IFSC no estuvo solo tomada pensando en que nadie se quedara fuera: consideran que, si bien para los aficionados a la escalada la prueba reina, aquella en la que puede verse a los mejores al límite, es la dificultad, para el gran público la prueba de velocidad puede ser mucho más atractiva y espectacular, debido a que la clasificación es inmediata, compiten uno contra otro simultáneamente, en lugar de uno tras otro, y además es rápida, ágil, veloz y adrenalínica.
No todos piensan así. Adam Ondra, por ejemplo, considera que es un error. Llega a afirmar que “por primera vez en mi vida, voy a tener que entrenar en algo que odio: velocidad”, pero también entiende que estos primeros Juegos Olímpicos son un primer paso, y que la combinada es un mal necesario: “Estoy muy feliz de que la escalada de competición finalmente haya llegado a los Juegos Olímpicos. Creo que le da el reconocimiento que merece. Las ventajas superan a los inconvenientes, incluso para mí que estoy en profundo desacuerdo con el formato combinado, ya que creo que va en contra de la evolución de la escalada. Alguien puede argumentar que la escalada tiene que cambiar para ser atractiva para el gran público, pero yo no opino así.
Además, me da un poco de miedo que este formato sea confuso y menos comprensible e interesante para el público. Pero esperemos que sea un gran éxito en Tokio, y sea la piedra de toque para incluir las 3 disciplinas en un mejor formato para los próximos años.”
Ahora no solo se tendrá que ser el mejor: también habrá que saber minimizar las pérdidas frente a los especialistas en pruebas como la velocidad. Y para ellos los grandes van a tener que entrenar específicamente estos dos próximos años, y competir mucho, tanto para conseguir una de las 20 plazas en cada categoría (masculina-femenina) para Tokio que se irán otorgando a partir de 2019 como para tener posibilidades de medalla.
El camino olímpico va a ser largo. Y comienza ya, con el Campeonato del Mundo de Innsbruck
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